In extremis

Os recomiendo echar un vistazo a In Extremis de Alex Salgado, es un programa de television en canal25 que hacen de 15h a 16h, creo cada dia. Creo Alex Salgado llevaba antes un programa que se llamaba peti qui peti, no se si en el mismo canal. En fin , que no se mucho. Los he descubierto hace poquito. Me gustan mucho , el Alex y sus colaboradores, (tienen facebook y se anuncian como el programa que a las cadenas Urbetv y Localia les hubiera gustado emitir si no es porque las cerraron)). Es como si estuvieran en el comedor de su casa los amigotes comentando chorradas,de hecho hasta hace poco Alex aparecia sentado detras de una mesa con un mantel a cuadros de cocina haciendo las entrevistas. Puedo imaginarme a algunos haciendo algo parecido, casi todas las conversaciones se decantan hacia lo guarrillo, invitan al programa a muchas actrices porno. Reciben llamadas , yo creo siempre de peña que los conoce, o de frikis fascinados con lo que hacen , o de calentorros, y las resuelven muy bien , no es facil. Estan en ese limite entre lo bueno y lo malo. Representan lo que para mi es actuar o mostrarse «natural» en escena. Las palabras «natural», igual que «realidad» solo pueden escribirse entre comillas siempre, ¿quien dijo esa frase que me gusta y me apropio ahora mismo??Entre los colaboradores hay un cantante  con su grupo DIOSA, se llama Abel Jazz , luego Naxo Fiol y Drclainsaw  que tienen un blog que se llama subculturaycaries, y que estan metidos en la organizacion de estos festivales de terror maratonianos (como el de cotxeres)y en el peculiar mundo fanzine. No se, los veo muy autenticos y me estan descubriendo todo un mundo. Ah, y la grandisima Sonia Madoc que tambien canta y hace algun programa. De lo mejorcito.

Tambien me descubre un mundo que me resulta familiarisimo y me pone muy cachonda , LOLiTa de Vladimir Nabokov. Luchar contra los deseos irrefrenables de la carne en un mundo que no acepta ciertas cosas, aunque no tenga ni  puta idea. 

«durante algunas tardes , especialmente tropicales, en la pegajosa proximidad de la siesta, me gustaba sentir la frescura del sillon de cuero contra mi maciza desnudez, mientras la observaba sentada en mi regazo: no era mas que una tipica chiquilla que se hurgaba la nariz, concentrada en el suplemento de historietas de un diario,tan indiferente a mi gozosa ereccion como si fuera algo sobre lo cual se hubiera sentado sin querer, un zapato , una muñeca, el mango de una raqueta de tenis, y se sintiera demasiado indolente para quitarlo de su asiento.»