METERLE LA MANO EN EL CULO A ALGUIEN PARA DARLE SENTIDO A LA VIDA

           Una clase de secundaria.
Presentación oral de un trabajo.
Un alumno preadolescente.
El profesor escucha con atención.
Los compañeros también.
Él empieza.

 

Una vez vi “Cómo ser John Malkovich”, y ahí ya me di cuenta de la peligrosidad de los titiriteros. De su ambición por poseer mentes y dominar vidas. Estaría bien analizar los hechos de la vida como los de una pieza de títeres, acción tras acción, para identificar el discurso que se desprende de ellos. Y esta claro, los espectáculos de “Punch And Judy”, los “Karagooz”, las “Titelles de guà” y los «Títeres de Cachiporra» siempre han sido espectáculos violentos donde unos pegaban a otros, para el beneficio propio, y luego buscaban razones para deshacerse de la culpa. Sabemos que no son espectáculos para niños, porque eso los niños ni lo hacen ni saben lo que significa. Lo de pegarse, digo. A los niños hay que protegerlos de la maldad. SIEMPRE.

También sabemos que la policía (a nivel individual) siempre ha sido un ente capaz de actuar con conciencia propia y que los gobiernos no le meten la mano en el culo a nadie. Y que la prensa es y será siempre libre. Eso lo sabemos todos.

(Pausa larga, para respirar)

-Deberíamos quemar libros como “Moby Dick” por apología al maltrato animal, o dibujos animados como “Doraemon” con una clara apología al bulling infantil, o no dejar representar “Ricardo III” o “Tito Andrónico” de W. Shakespeare en los teatros, ni en las calles ( en las calles nunca), o prohibir las películas americanas factoría Hollywood. De hecho deberíamos prohibirlas todas. Todas las películas. Todas las ficciones. Deberíamos quemar todos los libros, todos los masters de todas las películas existentes en el planeta y todo aquello que nos acerca al abismo del conflicto y del reconocimiento individual. 
-

Deberíamos proteger a los niños de la IRONÍA, ellos no pueden entenderla. 
Deberíamos protegerlos de eso para no responsabilizar a sus padres, o obligarlos, a los padres, a tener que explicarles a sus hijos como es el mundo en realidad y que cosas pasan en él.

Deberíamos hacer como en Corea del norte. Si. Estoy convencido. DEBERÍAMOS HACERLO.

Hablo por los de abajo y por los de arriba. Hablo por todos. En nombre de todos. Me creo Walt Whithman. Me gusta pensar que soy Dios y que puedo destruir y construir, sobretodo construir. Construir constriñendo. Deberíamos pedir que nos protejan de las apologías de todo tipo. Deberíamos dejar que nos trataran con paternalismo. Y deberíamos llenar las cárceles de META-teatreros, y titiriteros, que usan sus armas par lavarnos el cerebelo, porque esta claro que no son inofensivos y que cuando Claudio pide que se abra la luz y que se acabe la función es que algo va bien en Dinamarca (Al menos para Hamlet, aunque esté condenado al fracaso, o no).

 

Le aplauden,
tal y como el profesor ha pedido que hagan al final de cada presentación.

Se sienta en su sitio.
Sigue la clase.

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