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La imagen de la niña descalza bajo la ropa tendida en las cuerdas que unen esas caravanas desvencijadas y la pequeña carpa de un circo ambulante plantada en medio de ese árido solar urbano rematado en feos edificios me transportan a una época muy lejana. Eran los tiempos en que los gitanos iban de feria en feria, de pueblo en pueblo, a pie o a lomos de sus mulos. Recuerdo que acampaban en un secarral en las cercanías de mi pueblo, sin un árbol o una sombra que protegiera sus rústicas tiendas hechas con palos y sábanas; recuerdo lo que alteraba la vida en el barrio su llegada, el temor por lo agreste de su carácter y lo venal de sus peleas, y recuerdo sobre todo la expectación de los niños por el espectacular ajetreo de aquellas gentes tan distintas. Pero esta añoranza poco tendrá que ver con el espectáculo de Viveros, porque aquellos gitanos eran tratantes de ganado y no artistas como estos, que se me antojan más próximos a esos otros que he visto durante años los domingos y festivos en los barrios de Madrid tirando de la cabra y con la trompeta y la silla a cuestas, buscando el cruce o el recodo adecuado donde ofrecer, por la voluntad de los mirones, los malabarismos de Mariana al son de un pasodoble cañí.
La expo del IVAM sobre India nos anuncia ARCO. Se enmarca pues en el medio mercantil. En un espacio extremadamente reducido se exponen abarrotadas muchas obras, dentro de un contexto cronológico que nos quiere hacer pensar de forma lineal el Arte producido en la India o por artistas indios en los últimos 60 años. Extremadamente didáctico, pero a pesar de ello no deja de ser interesante, por la falta de conocimiento sobre lo que en el subcontinente indio, con más de 1.300 millones de habitantes, ha sucedido en el Arte en más de medio siglo. Las reflexiones, que las hay, no dejan de formarse que a partir de líneas de pensamiento bastante simplistas y aglutinadoras. Es cierto que queda el deseo de saber más, pero por qué se intenta potenciar la curiosidad como si un museo fuera la televisión. ¿Por qué no dejar que la mirada paladee la pieza artística?¿Por qué este adoctrinamiento? esta es la información que el programa del VEO nos da sobre la instalación de Mateo Feijoo. El blanco de las cosas y la sangre compañía/artista: Mateo Feijoo
¿alguien vio algo más de esta compañia? como vamos a ir uno a uno les propongo que … a medida que pasamos por la instalación enviemos un par de palabras claves sobre la sensación que nos va dejando o … vayamos construyendo un «cadaver exquisito» sumando una línea al texto que dejó el/la espectador/a anterior, ¿se apuntan?
-La pieza de danza de Anna Rubirola i María Montseny. -La actuación de Mariona Segarra (voz y sampler). -El discurso de Fátima Miranda. -La proyección de vídeos. Vicent G. -La pieza de danza de Anna Rubirola i María Montseny. –La actuación de Mariona Segarra (voz y sampler). Me parece bien que un festival pida más dinero para la música. Para la música experimental. Peor me pregunto si alguno de los que estamos allí no hemos oído ya el discurso. Otra vez…. tengo la sensación que de deja vú en relación a este tema. no tengo muy claro si sirve para algo. al final ves a un señor , el director del festival creo que era que cada vez que empezaba una actuación soltaba un discurso que los espectadores, osea nosotros ya sabemos. –El discurso de Fátima Miranda. ¡¡¡MEMORABLE!!! Eso es glamour y no el de los premios abril. -Las performances finales Después de nuestra visita a este festival el pasado sábado 31 no estaría de más unas breves impresiones sobre su variada programación. Propongo que opinemos sobre lo que vimos y escuchamos:
-El festival como propuesta
OCCC Octubre
-La pieza de danza de Anna Rubirola i María Montseny
-La actuación de Mariona Segarra (voz y sampler)
Instituto Francés
-Las actuaciones musicales no previstas en el programa
-La selección de vídeos del Festival VIVA
-El discurso de Fátima Miranda
-Las performances finales
El conocimiento, por parte de los creadores, de los lenguajes escénicos o performativos más o menos contemporáneos y su uso no implica que una propuesta estética de un creador sea por esto contemporánea. Se percibe a menudo en los ámbitos teatrales alternativos actuales el uso de algunos de estos lenguajes, -necesariamente introducidos en la pedagogía de las artes teatrales, si bien no tanto en España, al menos ya establecidos en los discursos de los ulteriores foros creativos nacionales-, unido la mayoría de las veces a un ideario romántico políticamente comprometido. Son tan comunes los panfletos políticos encima de la escena que es difícil encontrar más sutilidad conceptual que la de un mitin político, y más reflejo de ello en el espectador que la de una sacudida emocional. Después de esta sacudida, la reflexión que se crea pertenece a la mitología de la izquierda occidental del último siglo y medio, con lo cual difícilmente se aleja del intento de cambio de conciencia a través de la culpabilidad y el enfado-todo ello muy cristiano y muy revolucionario-, al mismo tiempo que difícilmente se acerca a los planteamientos políticos realmente relevantes en el Arte de los últimos 40 años. No hay otra palabra que describa mejor lo que siento: indignación. Acabo de caer en la cuenta de que este año el festival VEO ha usado sin mi permiso una de mis ideas para la fotografía de sus carteles (la de la mujer con el pollo). Adjunto aquí la fotografía original, que es mía, y que fue hecha hace casi un año (como podreis comprobar si os fijais en la fecha que sale en el margen inferior derecho de mi foto). Ante este intento de plagio tan descarado estoy pensando qué medidas judiciales tomar.
Esta es la foto del VEO:
Y esta es la foto original: Sí, yo soy el verdadero fundador de la «cocina creativa». Bien, decidme, ¿qué debería hacer ahora que he destapado este escándalo? Nos vemos en los teatros. Esteban (también conocido como el niño de los pollos mutantes). 😉 En que se basa nuestra mirada como espectador para decidir cuando nos gusta una obra, y cuando no? -Cuales son los principios de la estética occidental que dirigen nuestra mirada?
-Lo bello, lo bueno, lo realmente bueno, que comentaba la pasión anotada de Nubila Wahlhein, en qué parámetros se asienta realmente? -Estas palabras de Nubila me transportaron al texto que os adjunto, dentro del libro de Alain Roger, Breve tratado del paisaje. Además de tratar el tema de nuestra mirada, habla del arte y la naturaleza, y me ha parecido interesante comentároslo, ya que la temática del festival este año versa sobre la naturaleza. Espero que sigamos con la reflexión. Debate abierto.
Preguntas para el espectador 1- ¿Qué hubiese pasado si el precio de la entrada de este espectáculo hubiera sido de 30 euros en vez de 7 euros? En mi opinión, consciente o inconscientemente, el precio de la entrada puede afectar a la hora de valorar una obra. Parece que si pagas más las expectativas de lo que vas a ver aumentan, te vuelves un espectador más exigente y reivindicas tu derecho a salir satisfech@ de la función. Por el contrario, cuando el precio es menor, tu exigencia disminuye, te vuelves más tolerante, y de alguna manera interpretas que ha sido un intercambio más o menos justo. En el primer caso puedes sentirte estafad@, defraudad@ e incluso cabread@ por la inversión que has hecho de tu tiempo y dinero, en cambio, en el segundo, tan sólo te sientes decepcionad@ y además consideras que tienes menos derecho a criticar la obra ya que interpretas que la calidad va asociada al precio. Sucede lo mismo con los tomates. ¿Qué hay de cierto en todo ello? 2-¿Qué te provocó Nubila Wahlheim, qué sensaciones experimentaste? A mi parecer, el teatro, como la literatura, siempre germina de alguna manera en el espectador o en el lector, tanto si ha sido de tu agrado como si no. Nubila Wahlleim me despertó pasión, ira, tristeza, caos, impotencia, sonrisas y contradicciones. Experimenté la catarsis, el vacío, la desolación, el delirio, la locura, el desasosiego, el suicidio y el fracaso. Fue como un descenso a los infiernos existenciales, un recorrido paranoico por las sombras de la humanidad, de la (des)memoria, el olvido y el salvaje poder hipnótico del lenguaje y las palabras. Una orgía de violencia, sexo y muerte que, sin embargo, despertaron en mí un torrente de vida y más vida. En algunos momentos me sentí gratamente turbada, que no escandalizada, y falsamente incómoda ante la desnudez y las acciones descarnadas de los actores. Como Nubila, yo también me sentí desnuda, violada y deshabitada como una frágil mujer de hierro. Marta |
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