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Tras la expo del IVAM

La expo del IVAM sobre India nos anuncia ARCO. Se enmarca pues en el medio mercantil. En un espacio extremadamente reducido se exponen abarrotadas muchas obras, dentro de un contexto cronológico que nos quiere hacer pensar de forma lineal el Arte producido en la India o por artistas indios en los últimos 60 años. Extremadamente didáctico, pero a pesar de ello no deja de ser interesante, por la falta de conocimiento sobre lo que en el subcontinente indio, con más de 1.300 millones de habitantes, ha sucedido en el Arte en más de medio siglo. Las reflexiones, que las hay, no dejan de formarse que a partir de líneas de pensamiento bastante simplistas y aglutinadoras. Es cierto que queda el deseo de saber más, pero por qué se intenta potenciar la curiosidad como si un museo fuera la televisión. ¿Por qué no dejar que la mirada paladee la pieza artística?¿Por qué este adoctrinamiento?
Santiago

1 comentario sobre Tras la expo del IVAM

  • el laboratorio

    La selección de piezas y el orden impuesto a una muestra se debe lógicamente a los criterios del comisario en virtud de lo que pretenda al realizarla. Claro que puede haber motivos comerciales (y hasta políticos y religiosos, pues sí), pero lo que hay en principio es una tesis, explicada en el catálogo, y una ordenación de las piezas conseguidas en función de dicha tesis. Hasta aquí la parte del que propone. Ahora vamos con el visitante. Nadie se ve obligado a seguir ningún recorrido. Quien entra a mirar puede hacerlo en el orden que le da la gana, puede leerlo todo o no leer nada, saltarse siete piezas o todas. Cada cual sabe por qué va, qué busca, qué mira, qué ve y qué se lleva. Precisamente hay un debate que lleva tiempo abierto en torno a la información textual y señalizadora que se ofrece a los visitantes de los museos. (Parte de las quejas de los turistas, y entre otros asuntos, por ejemplo, hay quien aboga para que se pongan flechas y otras señales que guíen el recorrido de principio a fin sin que quepan dudas, o quien consideraba necesario ampliar el tamaño de las cartelas que informan sobre las obras expuestas para que se puedan leer a distancia, etc., etc.).
    Yo me metí el domingo en la Galería 3 sin haber leído nada sobre la exposición, ni siquiera el tríptico. Así que me moví sin indicaciones de ningún tipo y me vine del IVAM sin enterarme de que la primera parte de la exposición (de las seis en que se divide) estaba en la Sala Pinazo. Durante mi recorrido noté cierta confusión, no entendía ciertas cosas, como la presencia de artistas de otros lugares (nuestro Pablo Palazuelo, por ejemplo,) y echaba de menos algo de orden (no precisamente el cronológico). Además, salvo por algunas piezas puntuales, me parecía estar viendo una muestra de arte moderno universal. Quiero decir que veía cosas ya vistas. Nada nuevo. Tuve que acercarme en varias ocasiones a leer cartelas (cosa, por cierto, que no suelo hacer casi nunca porque soy un estúpido vanidoso) para cerciorarme de que el autor no era quien me parecía. En definitiva, la visita me dejó un vacío desagradable (es lo que tiene la virginidad) que la mañana del lunes me empujó a buscar el catálogo de la exposición. Soy también muy curioso, y necesitaba respuesta a algunas preguntas.

    Lorenzo