El incesante castigo sobre las salas valencianas de teatro sigue su marcha. Ahora es Off la que sufre un cierre, esperemos que temporal, a causa de la rigurosa aplicación de leyes y ordenanzas. No me voy a repetir porque ya colgué ayer una entrada sobre el tema en Gallinero Teatral. Pero no puedo dejar de comentar aquí mi extrañeza por la diligencia municipal aplicada en este caso. Alguien ha debido pensar que los teatreros son pocos y ha lanzado el grito de «a por ellos». Habría que hacerle ver a ése alguien que somos algunos más de los que creía, digo yo.
De momento, que sepan los responsables de la sala Off que estamos con ellos. Dejo el enlace con su página, donde cuentan los últimos avatares y cómo está la situación.
L.