«BLOWIN» de Catherine Diverrès. (1958)
El siguiente asalto de nuestro itinerario principal es el domingo 26 en L’Altre Espai. Una obra que ya ha sido estrenada en Murcia (13 de marzo) y que también pasará por Cartagena en el mes de mayo. La pieza está formada por 8 partes que el público irá eligiendo aleatoriamente. La coreógrafa francesa es tildada en ocasiones de radical. A ver que hay de verdad en ello.
Adjunto un enlace donde se nos da un poco más de información sobre ella y su obra.
Toda la información de las entradas, imágenes etc. la estamos consiguiendo de diferentes web. Hoy ni siquiera se ha podido abrir la programación para consultar fechas, horarios, espacios etc. También me lo están comentando varios compañeros. Aun que se abra, no es nada fácil informarte de los esencial.
UN CERO PARA LA WEB DE TEATRES-DANSA VALENCIA
marc
Domingo 26 de abril de 2009.
Acudí a L’Altre Espai con una mezcla de sentimientos. Por una parte el buen sabor de boca que me dejó el espectáculo visto el viernes en Manantiales, por otra ese gramo de tristeza de visitar un sitio que sabes va a desaparecer y tal vez esa, sea una de tus últimas visitas. Por lo demás, lo de siempre, las ganas y la esperanza de disfrutar de un buen espectáculo.
La Diverrès venía precedida de algunos artículos e información que la tildaban de radical, rompedora, innovadora…. Eso me daba más esperanzas y me creaba más expectativas si cabe. El criterio del que escribió ese artículo leído evidentemente no es el mismo que el mío. Yo tildaría el espectáculo de «ochen-noventero». Es decir un movimiento y una forma en la propuesta que ya he visto y no me gusta. Para mi está muy usado y se me ha desgastado. No es que no me guste porque fuera abstracto y no me contara una historia concreta, simplemente no me llegó, no me transmitió nada. Si radical y rompedor es en referencia a la forzada intervención del público… A mi me pareció mas bien algo gratuito y un excesivo abuso de poder de los intérpretes.
Tuve compañeros que se quedaron en el patio de butacas, alguno tuvo suerte y dio una cabezadita. A mi me fue imposible, estaba en pleno escenario, a la vista de todos, alerta que nadie empapado de sudor se me sentase encima. Además tenía al batería al lado y al saxo muy cerca, martilleándome los oídos a la vez que un fuerte y creciente aroma a sobaquete que se iba adueñando de todo el escenario. Yo me salvé por los pelos. A mis compañeros de silla a una se le sentaron encima al otro se le amontonaron al lado bien avanzado el espectáculo en forma de montón humano, 7 cuerpos cálidos y resbaladizos.
Mi perspectiva en un principio era muy interesante, estaba enfrente de la grada, centrado en el escenario, una visión que hubiera podido ser espectacular, pero era bastante triste ya que había muchas más butacas vacías que ocupadas. Y eso que un número considerable de asistentes que conozco dispusieron de invitaciones. Me pregunto que hubiera sido de esa visión desde mi silla si no hubiera habido invitaciones. No quiero ni imaginarlo, sobre todo pensando en los intérpretes y en la coreógrafa que vienen a un festival internacional y se encuentran una sala con 4 gatos. Podríamos decir que es una lacra la que ha caído sobre L’Altre Espai y no de ahora, ya viene de atrás. Ni en pleno festival Dansa València, ni con una compañía internacional a priori interesante, ni con una buena edición de un catálogo, ni con invitaciones fáciles… se es capaz de llenar decentemente este espacio. Y es que la programación de una sala y de un festival no es fácil. Se requiere mucho esfuerzo, conocimiento, experiencia, un trabajo de continuidad con el espectador etc… también criterio.
De momento una de cal y otra de arena. Esperemos que las obras que tenemos pendientes de ver sean de curva ascendente y podamos al menos disfrutar.
marc