A sample text widget

Etiam pulvinar consectetur dolor sed malesuada. Ut convallis euismod dolor nec pretium. Nunc ut tristique massa.

Nam sodales mi vitae dolor ullamcorper et vulputate enim accumsan. Morbi orci magna, tincidunt vitae molestie nec, molestie at mi. Nulla nulla lorem, suscipit in posuere in, interdum non magna.

Impresiones a pie de obra: Immens

Nada más salir del espectáculo se le pide al espectador que resuma en una frase o en tres palabras (o ambas cosas) la impresión que le ha causado lo que acaba de ver. Luego le pedimos un nombre, alias o cualquier cosa que poner para rellenar la autoría. Ya tenemos las primeras impresiones. Cuando haya más las iremos añadiendo. Quien quiera hacerlo por su cuenta puede ponerlas en comentarios bajo esta entrada en vez de crear entradas nuevas, pero ya sabemos que esto es libre y que cada cual puede seguir estas normas o pasar de ellas. Pero si se respetan podremos tener apiladas bajo una misma entrada todas las impresiones a pie de obra y facilitaremos su lectura a participantes y curiosos. Empezamos:

Los cinco sentidos. (Cesca)

Al principio: la prostitución. (Laura)

Yo me he relajado a tope, pero a mí esta cosa de ir todos en cadena, todos con papel, flor y chica no me acaba de… (Vicent)

Tocas muy bien los pies, pero… lo dejamos. Hablas poco. (Rocio)

El té demasiado caliente (risas). (María)

Fantástico, espectacular. Para mí esto es puro espectáculo, esto es lo que yo necesito, espectáculos de este tipo. (Ximo)

Me ha encantado. Era como vivir en un mundo… no sé. Y el masaje en los pies ya… lo mejor. (Desi)

A mí me encanta que me laven los pies. Pero, en serio, me he flipao. (Marc)

Un poco de pudo cuando me ha empezado a tocar los pies, pero aparte de eso: genial. (Jose)

Un sueño. (L.)

Me pareció interesante el concepto, creaba expectación en todo momento, sin embargo, quizás lo encontré todo muy calculado. La cámara de vídeo con el relato me sobró por completo. La atmósfera muy bonita y me quedé con las ganas de quedarme las flores…jajajaj. Un detalle con respecto a la flor de té que sirvieron. La primera vez que infusa no se sirve el té, ese agua se tira. Se debe de calentar la flor una segunda vez y es entonces cuando se bebe el té. Con la segunda infusión es cuando se destila la esencia y sabe realmente rico… (Tania)
Por un momento, déjate llevar y relájate. Disfrutra. (Marta)

14 comentarios sobre Impresiones a pie de obra: Immens

  • el laboratorio

    Vemos las cosas desde multiples puntos de vista.El detalle y la observación frente a lo general y el flujo frenético.

    Mano

  • el laboratorio

    Todo el preludio con los ramos de flores no me gustó mucho. También tiene un punto de mecánico toda la escena, hubiese preferido un poco de flexibilidad. Me gustó la propuesta como tal, original. Me encantó el clima de cercanía e intimidad. Para nada se me hizo largo. Me relajé profundamente y hubo un momento de misticismo que me hizo sentir como Jesús ante María Magdalena. La intérprete excelente, delicada, bella, sensible, muy humana, unos ojos y una sonrisa preciosa y una voz muy particular.
    yo repetiría el ritual cada día sin gran esfuerzo.

    marc

  • el laboratorio

    Immens demuestra que todavía es posible soñar. Mi actitud en ese ambiente de fingida intimidad fue el fruto de una lucha entre el pudor y el placer, en la que predominaba lo primero. No es fácil doblegar una voluntad encallecida, pero ella (maravillosa) casi lo logra. Pero cuando más cerca estaba de conseguirlo desapareció para siempre. Fui consciente de que se escapaba amparada en la absoluta oscuridad, pero los gritos con que intenté retenerla quedaron ahogados en mi silencio. Luego se hizo la luz y la realidad volvió a apaderarse de mi cabeza.

    Lorenzo

  • Anonymous

    a la chica le olían las manos a pies de otro…

  • Anonymous

    «Al principio: la prostitución» Qué obsoleta!

  • el laboratorio

    el fantasma del cesped será público o mafia?

    marc

  • el laboratorio

    Bueno, a ver, lo de la prostitución tiene que ver con una búsqueda por parte de ellos de una particularidad, de un tú ser especial que choca con el hecho de que 15 actrices hagan lo mismo a 15 personas. Además las actrices como su nombre indica, son mujeres y tienen una actidud sumisa que hemos visto mil veces en las películas. Yo, al menos, sólo en las películas. A ver, que no me desagrada. al contrario, me gustó sentir algo parecido a lo que se debe sentir en esos casos. Y luego hubo más cosas, una relación un poco más personal y un mimo a los sentidos que me resultó muy agradable. Pero yo es que lo que le pido al arte no es que sea agradable. Quizá le agradezco más que me haga sentir como cliente de prostíbulo.
    Laura

  • el laboratorio

    Me deje llevar y entre en un espacio-tiempo distinto. Me sentí homenajeada y parte de inmens. Algunas cosas de la ceremonia me gustaron más y otras menos pero lo mejor fue que nos pusimos de acuerdo desde que sus ojos me miraron y sentí un inmenso deleite.

  • el laboratorio

    Vaya, me vais a conocer por la ausencia de firma. La del deleite soy yo, Fina. Disculpad el despiste

  • el laboratorio

    Sinceramente, me cabreé. Estuve haciendo un esfuerzo enorme por ser lo más agradable posible con la chica, pero realmente tenía ganas de largarme.
    Pero , ¡qué boniiiito! Es que la gente no se da cuenta de lo absorta que vive en sus vidas estresadas y alejada de las cosas de verdad bellas. Porque la belleza la encuentras en una flor, en los olores, en lo tierno que es que alguien te hable dulcemente; la gente es tan estúpida que es incapaz de relajarse y de ver que el mundo es maravilloso y que es en las pequeñas cosas que realmente se encuentra la paz y el amor. Hay que ser positivos. Voy a explicar al mundo lo cerrado que está: yo lo tengo claro. Sólo les voy a abrir los ojos, porque parece ser que son incapaces de ver lo bello que es lo que a mí me gusta. Y soy tan generosa que me voy a poner en una situación de humillación continua, para que ellos se sientas reyes y reinas todo el tiempo y así, aceptando su rol de espectadores, utilizando mi poder de artista les voy a manipular hasta que lleguen a sus casas y se acuerden de lo guay que soy y que ahora sí que están en el buen camino.
    Me parece una falta de respeto lo que viví en esa jaula de color de rosa, con esa chica que tenía que acometer lo que le dictaba una voz en off, supuestamente dulce y tratando de conservar su dignidad de actriz y al mismo tiempo estar conmigo. Tal vez si ella hubiera sido una geisha de verdad y yo hubiera aceptado el trato, hubiera sido de otra manera. Yo hubiera sido un cliente, y ella como bien dice Laura, una prostituta (aun así, aquello ero bastante eso)
    Santiago

  • el laboratorio

    Original. Exquisito. Sublime. Paz, serenidad, armonía. La belleza de las pequeñas y aparentemente insignificantes cosas. La mirada se detiene a observar, a gozar con la vista. Una experiencia deliciosa, inesperada, un regalo para los sentidos. El blanco relajante de los estores japoneses, el intenso olor a jabón, la flor del té desplegando sus encantos, el perfume azucarado del limón, el sonido tonificante de la infusión fluyendo sobre la taza, la sutileza y delicadeza con la que la miel se derrama, los pétalos de la margarita en la mano, las palabras soñadas escritas en un papel, los gestos suaves y lentos del minimalismo, el silencio, la armonía… El tiempo se detiene.

    En mi caso, la chica que estuvo conmigo, una bella holandesa de gran sensualidad, sí que supo crear esa falsa intimidad que se buscaba. La comunicación gestual fluyó desde el primer momento, intercambio de sonrisas y miradas, complicidad. El hecho de que no hablara me pareció acertado. El lenguaje corporal se volvió protagonista. El masaje en los pies me produjo un gran placer, aunque es cierto que me resultaba un poco incómodo que una persona desconocida me tocara.

    Quizás estaría bien que entre las geishas actrices también hubiese hombres, y que actuaran indistintamente ante hombres y mujeres, de esta manera se borrarían las connotaciones machistas que suponen el hecho de que te atienda una mujer que se muestra sumisa, complaciente y encantadora.

    En mi opinión, sobraba el vídeo que nos mostraron e incluso la narración que salía por los altavoces. El milagro del escalador del Aneto no era que se hubiera salvado de la muerte, sino que en pleno agosto estuviera nevando.

    Salí de allí con la sonrisa puesta, relajada, contenta, agradecida. Entre la realidad y el sueño.

    Marta

  • Anonymous

    Puestos a ser correctos deberían habernos preguntado al entrar si preferíamos actriz o actor. Eso le hubiera quitado la connotación machista.

    La experiencia me resultó muy agradable. La intérprete estuvo muy correcta. Entendí que me proponían jugar y eso fue lo que hice: entregarme al juego como un niño y disfrutarlo. No sentí pudor en ningún momento, pero tampoco llegué a creerme la supuesta intimidad que disfrutábamos. La multiplicación de todos los sonidos en los habitáculos contiguos hacía imposible olvidarse de que se trataba de una representación en serie.

    Ahora bien, no me pareció nada diferente a cualquiera de los múltiples juegos o actividades, más o menos sensuales, que todos disfrutamos en nuestra vida diaria….. dar o recibir un masaje con aceite, disfrutar de una cena a la luz de las velas, escuchar música a media luz oliendo a incienso, un baño con espuma, etc, etc. Y por lo tanto, como actividad «artística» o «escénica» no le encuentro ningún valor. No acabo de entender por qué se programan este tipo de actividades. Por lo mismo podría programarse la preparación y degustación de una paella, aunque puestos a elegir preferiría que me invitaran a un jacuzzi.

    Me sobra todo el discurso moral del stress. Cada uno vive como quiere y me parece innecesario intentar dar lecciones.

    Pedro.

  • el laboratorio

    teatro new age

    E

  • Sergio

    Me pareció una obra muy agradable, que produjo en mí sensaciones placenteras.
    Llegué muy cansado y víctima de estrés laboral voluntario.
    Creo que entendí y acepté bien las normas explícitas (p.e. no entrar sin ser invitado) e implícitas (p.e. no hablar) de la experiencia. Eso me facilitó abandonarme al placer de ser mimado por un personaje de ficción (una bella desconocida que actúa como una conocida), convirtiéndome yo mismo en un personaje de ficción (adopté el papel de educado cliente habitual de lupanar oriental). Me monté mi película.
    Puse de mi parte para disfrutar de la obra porque me proporcionaba un descanso en una semana ajetreada y porque me interesaban las cosas que la obra me sugería: sensualidad e incomodidad ante la proximidad física de una desconocida, que invadía mi espacio íntimo pero me regalaba atenciones a cambio. Interesante también el tema de los roles de sumisión y poder. Aún siendo yo el que adoptaba el papel de «cliente», ella era la que orquestaba la escena y marcaba el tempo.
    En general me desagrada lo místico y, particularmente, lo religioso. De la obra me molestó un poco el uso repetido de la palabra milagro (porque supone la aceptación de una divinidad y yo soy ateo), pero no dejé que me estropeara la experiencia.
    Salí con buen cuerpo y mejor mente. Y tuve la suerte de que me tocara un mensaje apropiado: «Disfruta de las pequeñas cosas».
    Si en lugar de mujeres hubieran sido hombres, la obra me hubiera hecho sentir otras cosas, pero creo que igual me hubiera gustado e interesado.
    Sé que no aporto gran cosa con respecto a cometarios anteriores, excepto algo de contexto que puede contribuir a explicar porqué me agradó la obra.
    Me interesa el debate acerca de si es o no es una obra de arte escénico. Yo creo que sí, pero no estoy seguro ni sé cómo argumentarlo.
    Sergio