Según Peter Brook, el espectador es una de las tres cuerdas que el actor debe siempre mantener equilibradas. Inclinarse a favor del espectador hace preponderante el aspecto de exhibición de la representación teatral mientras una escasa atención al destinatario de la representación puede llegar a hacerla débil y privada de sentido, si no en la elaboración privada de quien lo ejecuta.
Yo esta parte de la definición no la comparto del todo. Hay espectadores con diferentes necesidades y con diferentes criterios. Lo que para mí puede ser fundamental como espectador, puede ser una tontería o menos importante para otro.
Vicent G.