La Rigolada nº4 está basada en «Once» de Anne Teresa de Keersmaeker. «Once» tenía un carácter personal. Como si Anne Teresa hubiese bailado y escuchado mil veces el disco de Joan Baez en el salón de su casa y reprodujese esos momentos mediante una mezcla de danza contemporánea académica y lúdicos instantes de literalidad absoluta. Al final de la pieza, las imágenes de «El nacimiento de una nación» de Griffith permitían una lectura política en clave americana.A mí Joan Baez me es indiferente, así que para mi transposición escogí una canción en directo de Parálisis Permanente, en uno de sus últimos conciertos, con error garrafal al principio incluido. Para las imágenes finales grabé a los electroduendes de La Bola de Cristal. De esta forma, el vídeo se puede leer como un ejercicio sobre la Movida madrileña.
Si tengo tiempo de hacer una segunda versión de este vídeo en el futuro, haré dos modificaciones. La primera será incluir un poco de quietud al principio. El vacío del inicio de «Once» hacía recaer parte del peso de la pieza sobre el público y eso era positivo.
En segundo lugar, yo no tengo la rigidez ni la formación académica que hacía contrastar la tiesa ejecución de algunas partes con la literalidad de otras. Y eso para mí era lo más interesante de la pieza. Así que le pediré a un bailarín más formado que haga mi papel con la canción de su gusto.
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