Este viernes 10 de noviembre a las 23h tiene lugar la tercera velada del cabaret que ha organizado el MACBA de manera paralela a la exposición «Poesía Brossa» comisariada por Teresa Grandas y Pedro G. Romero.
Estas sesiones de cabaret están comisariadas por José Luis Villalobos y Pablo Martínez y apelan a las «artes parateatrales» que tanto interesaban a Joan Brossa.
Mi contribución a esta última noche de cabaret será la pieza «Fregoli», en referencia al transformista de primeros de siglo que fascinaba al poeta, y una intervención breve titulada «Raku y la Chelito».
Si bien la admiración de Brossa por Fregoli es conocida y está bien documentada, no se suele hablar de su interés por «Raku y la Chelito». La fugaz colaboración entre el maestro de artes marciales Sada Kazu Uyenishi (Raku) y la cupletista Consuelo Portela (Chelito) constituye un cruce insólito entre dos tradiciones dispares.
No resulta extraño que esta pareja improbable atrayese la atención del pionero de la performance en Cataluña, ya que una de las definiciones más útiles de performance es la de McKenzie cuando escribe «we have come to define the efficacy of performance and of our own research (…) in terms of liminality -that is, a mode of activity whose spatial, temporal and symbolic “in betweenness” allows for social norms to be suspended, challenged, played with and perhaps even transformed.”
¿Qué hay entre el jiu-jitsu y el cuplé? ¿Qué yace entre las artes marciales y la canción popular española? Si las disciplinas son maneras de entender el mundo de las que nos servimos para abordarlo en sus múltiples variantes, la exploración de los intersticios pone en crisis el marco a través del cual nos asomamos a la realidad. Kiaaaaaaa!
Esta pieza ha sido desarrollada en colaboración con la sensei Muriel Boccardo y con la inestimable ayuda de Jorge Dutor.