Este acuse de recibo documenta el tránsito de algo entre Ana Buitrago y yo a raíz de su pieza «Apuntes mínimos». El personal de correos y mi portera (que recibió el paquete y firmó por mí) se convierten en protagonistas inesperados de la transacción. El documento soslaya la naturaleza de aquello que ha recorrido la distancia entre nosotros.