Manuel Borja-Villel explica que la obra de arte es para Valcárcel Medina «una circunstancia de carácter efímero, fugaz e imposible de ser aprehendida en su totalidad por el espectador, que la percibe siempre como discontinua (….) no es ni un objeto, que puede ser transportado e intercambiado, ni su doble, el concepto, que supone la formulación final del formalismo modernista. Para él, el arte es una imposibilidad, un no-objeto del deseo que desaparecería en el momento en que este se alcanzase»