04/01/2010
Si se supone que Dios une a la gente, el mercado los separa. Eso pienso en medio de una intensa sensación de hastío. Si es lo contrario de Dios, ¿podría El Corte Inglés ser el diablo?
Reflexiono sobre cuál es la diferencia entre el supermercado de Bàscara y El Corte Inglés. Básicamente la diferencia radica en un nivel más bajo de planificación, donde la experiencia del consumidor no está tan controlada. Así pues la diferencia es una potencial espontaneidad, la creencia de que aún posees un resquicio de libre albedrío.
05/01/2010
Víspera de reyes. Cruzo la planta baja de El Corte Inglés de plaza Cataluña desde la calle Caspe hasta Fontanella a las 12 del mediodía. Hay menos gente de la que esperaba teniendo en cuenta el día que es. Atravieso la sección de perfumes, que apesta a un mejunje almizclado. “Víctor, ten cuidado con el paraguas”, avisa un padre a su hijo que juguetea con grave peligro para los ojos ajenos. En un stand una maquilladora pintarrajea a una joven sentada frente a un espejo con un ribete de bombillas encendidas. Quizás también debería hacerme maquillar.