La muerte es una cubitera que se derrama sobre un pecho sin aliento. La soledad es un círculo que se traza sobre la arena. La eternidad es lanzar la ropa al aire, desnudo, mirando a los ojos de un príncipe en una nube de polvo.
«Qui j’aime? Réfléchis! Ce nez-là m’interdit
le rêve d’être aimé même par une laide…
ce nez qui d’un quart d’heure me précède.
Alors… moi… J’aime: qui?
(avec chaleur)
He! Cela va de soi… J’aime la plus belle qui soit»
¿Cómo funciona «Swan lake»? Mediante el ritual, la identificación sensorial, la metáfora, la simbología… Mediante una música epidérmica que es como un vaso que se bebe de golpe. Pero hay algo más que atraviesa el espacio en dirección del público como una flecha. Algo que se materializa intangible en el aire. ¿Se trata quizás de creer y no de comprender? En ese caso me declaro creyente.
«What power art thou who from below
Hast made me rise
unwillingly and slow
From beds of everlasting snow?
See’st thou not how stiff,
how stiff and wondrous old,
Far, far unfit
to bear the bitter cold?
I can scarcely move or draw my breath;
Let me, let me, let me freeze again to death.»
Curiosamente esta ecuación matemática adquiere una dimensión física. Salgo del teatro con los pulmones abiertos como si volviese de un fin de semana en la montaña. Claro que he llorado, y a la salida ni lo muestro ni lo escondo. Romper a llorar es lo más natural que se puede hacer en un momento así. Vamos todos a romper a llorar.
En una conversación de antro alguien me preguntó hace un par de días cual había sido la última vez que me había emocionado viendo un espectáculo y me costó responder. Ahora, después haber tenido la suerte de ver “Swan lake» de Raimund Hoghe en el Centro Párraga mi respuesta sería inmediata.
T*
Pues curiosamente, pensando en la misma pregunta se me ocurrió el Ballet Blanco de Mauricio González en las Noches Salvajes de La Porta…otro Swan Lake sublime.
Siguiendo con las curiosidades, esa noche mi respuesta fue «Venecia», la pieza corta que Angélica Liddell presentó en las Noches Salvajes de este año.
T
Let me, let me, let me freeze again to death.”
… que potente parece esta pieza por todos lados me llegan albanzas desde ese punto poco comprensible pero creible.
no entiendo pero creo , hac poco escuche esto de un amigo
Quim, verte llorar hubiera sido un bonito espectaculo, quiero decir verte emocionado asi. verte a ti en esa tesitura, y ya ni te cuento salir del teatro como si uno viniera de la montaña a mi me suena a paraiso. No recuerdo el nombre de la pieza (soy un desatre para esto ) que vi del Hoghe en el Mercat traida por la Porta, pero parece muy distante a lo que escucho sobre «Swan Lake» por unanimidad, lástima lástima perder la experiencia, pero guay la residencia en canarias (como me dice el propio quim , no se puede estar en todo a la vez ) el colectivo de el hueco se va casi al completo a Berlin con el proyecto reccreativa, pero pronto saldrá mas info del DAT en teatrón.