Un fragmento de «Europea no es una puta» de Carmelo Salazar
¿Quién es Carmelo Salazar y qué relevancia tiene su trabajo en el panorama de la danza en Barcelona? Esta pregunta es difícil de responder así que, si a menudo pido ayuda para completar con la opinión ajena mis análisis, en esta ocasión solicito vuesta participación en los comentarios para conseguir un retrato más amplio de Carmelo.
Salazar trabaja en Barcelona desde hace muchos años (antes de que yo tuviese contacto con la danza), así que me limitaré a hablar de mi experiencia personal. En primer lugar, he sido alumno de sus laboratorios «Lo natural es moverse». No he realizado muchos cursos de danza, pero el segundo día de mi primer curso con Carmelo tuve la sensación de volar realizando movimientos muy simples. Es una experiencia que difícilmente olvidaré y, de hecho, en mi calentamiento personal conservo algunos de los ejercicios que Carmelo me enseñó.
Salazar también promovió los encuentros informales del colectivo Farda que, a pesar de su falta de pretensiones, para mí siguen siendo importantes porque demuestran que hay otra forma de hacer arte. Se trata de una forma de creación espontánea, que huye de acartonamientos, exigencias y expectativas. Y, no sabemos por qué, en Barcelona estas dinámicas brillan por su ausencia.
«Espaciales II» en el Mercat de les flors no era un espectáculo del todo fácil, pero tampoco resultaba excesivamente hermético. En comparación con otras obras que corren por Europa, me atrevería a decir que era muy abordable. Además de relativamente accesible, esta pieza me sorprendió por su carácter personal y la viví como una obra muy bella y, en cierta medida, redonda. En particular, me encantaba el inicio y fui a verla dos veces. Las críticas publicadas en La Vanguardia y en El País me parecieron tan alejadas de lo que yo había visto que me irritaron profundamente. Sin duda pasarían a los anales de la ignominia en prensa escrita sino fuese porque, a diferencia de los países desarrollados, en España no queda apenas registro ni valoración crítica de las artes escénicas y nuestra historia se desintegra a medida que avanza.
«Espaciales III» hubiese horrorizado aún más a los críticos, porque era mucho más difícil que «Espaciales II». Sin embargo el contexto de la misma era muy acertado. Se desarrollaba en la desaparecida sala Metrònom en vez de un teatro. Con «Espaciales III» Carmelo expresaba ideas muy claras respecto al discurso artístico. En vez de crear una pieza cerrada, la hacía evolucionar a lo largo de cinco días seguidos cambiando determinados parámetros. La experiencia en directo no era ligera pero, visto hacia atrás, hay algo de lo que Carmelo «dijo» con «Espaciales III» que ha quedado en mí. La última evolución de la pieza concluía con una libertad enorme para todos los intérpretes que participaban en ella y recuerdo con una sonrisa a Ana Rovira apagando y encendiendo focos según si le gustaba lo que veía o, al contrario, le desagradaba.
También debo subrayar la importancia de la investigación que Carmelo ha llevado a cabo con varios intérpretes como Bea fernández, Masu Fajardo y Carme Torrent. Juntos han creado un estilo muy particular y difícil de explicar que daría para varios tomos. Es una forma de moverse en apariencia natural pero que, al mismo tiempo, tiene una textura muy determinada. No sé por dónde siguen los vericuetos de la investigación incesante de Salazar, pero ojalá «No idea» (que comparte cartel con «Tendency» de Norberto Llopis) retome esa forma de moverse. Es algo que me fascina.
«No idea», Carmelo Salazar, Mercat de les flors, 18/3/2009, 21h, 10 euros
Quim, una pequeña corrección: Espaciales III fueron 7 días, no 5, de lunes a domingo.
El trabajo de Espaciales viene de El salón dorado y de una pieza de calle que se llamaba Ciudades. El salón dorado lo vi en el CCCB en una de las primeras Noches Salvajes, si no me equivoco, hace unos 7 u 8 años. Si no era una Noche Salvaje lo parecía, porque el formato linóleo blanco 10×10 rodeado de público estaba ahí. Me invitó a verlo Sergi Fäustino, que trabajaba con él y reconozco que me deslumbró y nunca más volví a mirar la danza de la misma manera.
Antes de la investigación que citas, que es más reciente, en el grupo salvaje que creó ese Salón dorado había gente muy pero que muy buena, que me parece que crearon algo excepcional. Para algunos de ellos creo que aquel encuentro y aquella investigación compartida entre todos ellos influyó bastante en su trayectoria. Rosa Muñoz es una de ellas y lo dice en la magnífica entrevista en vídeo que Bea Fernández (que también estaba ahí) y Elena Albert (que también trabajó en Espaciales más tarde) le han hecho para Los que se ven entre sí y que hasta ayer estaba disponible para consultar en La Poderosa. Otro fue Sergi Fäustino, que suele citar a Carmelo cuando habla de su trayectoria. También estaban Òscar Dasí y Carmelo Fernández.
Antes de todo eso los viejos del lugar hablan de algún solo mítico y de sus primeros trabajos con Òscar Dasí. Pero deberían explicarlo ellos porque esos capítulos desgraciadamente nosotros nos los perdimos.
comparto lo que dices sobre lo abierto, lo poco acartonado, lo amplio y ligero y al mismo tiempo con todo el peso del mundo, del movimiento de Carmelo. aunque ahora que lo escribo me parece que diciéndolo así limito la imagen. veamos.
lo cierto es que apenas he podido ver piezas suyas en escena, mi contacto con la danza empezó hace algo más de dos años y medio. y creo que algo, mucho, por su culpa.
sudábamos a mares en el metrònom. cada una de las cinco noches. al día siguiente volvía, aún sin saber muy bien por qué. noches de verano barcelonesas, tu vida en tierra de nadie, amantes y un calor del demonio. densísimo, igual que la atmósfera en las sala. presencias en lugar de bailarines. ese piano y mi abanico rojo y los ventiladores, ráfagas de aire caliente. sentada en el suelo, para estar más fresquita, se me abrió una falla en la cabeza.
más tarde vinieron unos cuantos workshops con Carmelo. hoy diría (aunque mañana domingo igual diría otra cosa) que lo suyo es trabajar como una hipermirada sobre el cuerpo y el movimiento, ir a algo tan básico y esencial, desprovisto de forma que hasta el cuerpo se quita de en medio, para quedarse con el movimiento que lo mueve, con la idea del movimiento que lo mueve, un pensamiento que ni siquiera es pensado porque cuando lo piensas estorba. las partes del cuerpo, por separado, se disparan en direcciones que ocupan espacios casi mentales, la idea recibe al brazo, por qué no, la pierna decide acompañarla. limpiando los conceptos de las tonterías.
lo casi sesudo no le quita lo plástico, terriblemente bello, la reivindicación de la cadera, del cuerpo que fluye según el deseo y el juego. muchas conexiones con artistas visuales, ese Nauman, esa actitud y otras, que sé yo, postestructuralista total, me curraría las citas y los nombres si no fuera sábado noche y estuviera con los vinitos…como en el buen arte, todo se mezcla y confluye sin ocupar espacio. los espaciales eran eso, espaciosos, sin límites finitos.
sugestiones cohetes ,milaguas, escenario,….
los vi mil veces y me enamoraron mil veces
rubén te los perdiste.
yo no he conocido salvaje igual
y es curioso que a todos los que hemos colaborado con él tengamos tan claro que ha sido una persona grandemente importante…pues asi es.
hecho de menos ver sus trabajos , y no puedo entender como un trabajo como el de carmelo no tenga más proyección afuera.. gran incógnita¡¡¡
te deseo la mejor noidea.un beso
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qué emocinante!!!! el previo silencio en el Mercat , se me hizo eterno, y….
está claro que, para Carmelo «lo natural es moverse» , y es un lujazo verle llenar el escenario con SUS movimientos , además como las películas clásicas…. «en blanco y negro» ….un placerrrr Salazarrrrr!!!!
si yo creo que como dice quim explicitamente habla de la ultima face de carmelo pues antes no le conocía uy no haya podido acceder a esta informacíon.
dentro de las personas importantes esta Orlando Ortega pues los tres ( carma , Orlan y yo ) estuvimos trabajando en silencio y sin visibilidad en la caldera durante un largo periodo, mediante una residencia de investigación que tuvo una pequeña abertura en el Ciclo.apunta de la porta donde ruben colabora desde mi punto de vista (si me equivoco me corriges ) por primera vez en escena con nosotros.
quim cuenta con la información que se le da, pues no es dios para saberlo todo aunque se mueve mucho para ello, y creo que con esta informacion que consigue hace bastante bien su labor.