«Navigating possibilities», Aimar Pérez, Guillem Mont de Palol, Ricardo Santana, 8/9/2009, CCCB

«Navigating possibilities» es una pieza que había visto como work-in-progress este verano. Por este motivo mi mirada sobre la misma no es fresca: gran parte de las sorpresas que se ha llevado el público para mí eran de esperar. Sin embargo, cuando ves una obra por segunda vez disfrutas mucho comparándola con la anterior versión.

Desde el verano me parece que «Navigating possibilities» ha crecido mucho. El primer cambio sustancial respecto a la función a la que asistí es el tempo. Esta vez era mucho más lento de lo que recordaba. Esto resulta determinante, porque se aleja del tempo espectacular donde las escenas se suceden persiguiendo una atención sostenida. En la última representación el ritmo algo más acelerado me hizo creer que algunas improvisaciones que conducían a callejones sin salida eran ejercicios fallidos. Sin embargo, al renunciar claramente a lo espectacular con este ritmo más lento, las improvisaciones menos exitosas pasan a formar parte de la obra en igualdad de condiciones. No es que no lo sepan hacer mejor. Es que su deambular por las posibilidades incluye conflictos y resultados diversos. Extrañamente, me identifico con los performers a medida que desarrollan sus juegos y no puedo evitar un cierto padecer cuando no se aclaran sobre quién es B, C o D; cuando Ricardo se niega a dar clases de sevillanas; cuando les cuesta encontrar la canción en iTunes para una improvisación. «Pobres!», reacciono intuitivamente, «no les ha salido bien». Sin embargo, de pobres, nada. El espectáculo es así e incluye estos ángulos ciegos. O eso creo adivinar, porque no estoy seguro sobre si ciertas rugosidades están planeadas o son accidentes en directo.

Sin embargo, si hago hincapié en estos «borrones» es porque gran parte de los juegos y estrategias que proponen funcionan extremadamente bien y resultan muy divertidos. Esto provoca en mí una fluctuación de la atención muy peculiar, con picos muy altos que bajan de golpe a continuación. Este arriba y abajo me confunde un poco, aunque, como ya he mencionado, esta vez la línea de referencia del tempo lento me ha ayudado a entender la obra como un contínuo coherente.

Respecto a la última actuación, me parece que la estructura es más clara, que las escenas están más unificadas alrededor del tema de la comunicación como eje central. En este sentido está muy bien la escena entre Guillem y Aimar donde discuten largamente antes que éste último se lance a una nueva versión de su solo. También ha jugado a favor de los intérpretes el espacio más amplio del CCCB y unos medios decentes de los que no disponían la última vez en La Caldera.

En cualquier caso, para mí la mayor virtud de «Navigating» es su personalidad propia, la forma de estar en escena marcadamente personal,  una cierta naturalidad y relajación que (aunque no lo parezca) resulta muy difícil de lograr.

De nuevo invito a todo el mundo a expresar su propia opinión y rebatir, apoyar, contradecir o ampliar todo lo que afirmo con sus propios argumentos. Aimar tiene un blog en esta comunidad, quizás le apetezca añadir unas líneas explicando su perspectiva como co-creador de la pieza.