Cada vez estoy más contento de ser un crítico con peluca. Sólo así puedo explicar con total libertad que esta pieza no me interesó en absoluto, pero que era una propuesta sin mácula dentro de su propia coherencia .
Aunque primero me gustaría hablar del formato faraónico de la pieza: 21 intérpretes entre bailarines, músicos y cantantes, todos ellos grandes virtuosos. Es un formato que el Mercat programa a menudo. Supongo que queda bien, hace bonito y es propio de una sociedad opulenta y sofisticada. Siempre se puede decir aquello de «¿Has visto qué bien bailan?». Sin embargo el empeño por recurrir a grandes espectáculos de marcado carácter institucional me resulta bastante cansino. Todos sabemos que la investigación artística es más que eso y si no salimos de ahí corremos el riesgo de que el Mercat se convierta en una mera versión algo modernizada del rancio Liceu. ¡Cuánto mejor la pieza relativamente simple de María Ribot y Mathilde Monnier frente a estas fastuosas producciones!
Pero a pesar de que la lujosa exuberancia y la dimensión institucional de estas piezas ofenden mi carácter austero, «Pitié!» era una obra rigurosa con una base sólida. Es decir, se exploraban unos motivos coreográficos precisos y originales (la locura, imágenes religiosas), dentro de un contexto estético determinado y unas estrategias restringidas. Además, se palpaba una sólida conexión con el anterior «vsprs» de Platel en el Mercat, así que se percibía un estilo propio y un mundo personal. Por este motivo, en cierta medida «Pitié!» es una pieza redonda.
Sin embargo, a pesar de que es un ejercicio impecable, me dejó más frío que un témpano. Como ya he repetido docenas de veces, el virtuosismo no me impresiona en absoluto. Aquí se ponía al servicio de la pieza y es cierto que no era una simple exhibición, pero en el fondo tampoco resultaba indispensable. Así que por aquí ni le concedo ni le resto puntos.
En cuanto al estilo de Platel, debo decir que no conecta conmigo, a pesar de que aprecio su homogeneidad. Tanto «vsprs» como «Pitié!» ofrecen escenografías de marcado carácter plástico y un espacio y un tiempo por donde los intérpretes transitan de manera muy personal. Se diría que se suceden las escenas sin que ocurra gran cosa, pero al mismo tiempo el director va enlazando acciones y bailes hasta llegar a puerto a salvo. Es decir, de alguna forma se trabaja con el vacío, con lo inconexo, con estructuras poco convencionales. De nuevo, esta coherencia y originalidad es un mérito.
Y sin embargo, a pesar de que el vacío y las estrategias atrevidas me gustan, esta pieza me deja indiferente. ¿Por qué? Creo que es una cuestión de tempo. Por ejemplo, podría encontrar bastantes analogías entre Alain Platel y Cristoph Marthaler. Pero mientras el segundo deshoja las acciones lentamente con un ritmo pausado, Platel emborrona sus cuadros con multitud de ritmos y materiales. Es decir, al fin y al cabo, me parece que hay un exceso y un desorden en sus composiciones que me impiden centrarme y entrar en sus propuestas. Al cabo de un rato me invadió una notable sensación de aburrimiento. Mientras que con Marthaler, con la mitad de la mitad, suelo quedarme hipnotizado. ¿Se trata de mi criterio estético o podríamos acusar a Platel de un error formal? Supongo que depende de lo que él quiera conseguir…
Sí, el bombardeig d’accions simultànies pot arribar a desconcertar suficientment com per desconnectar de l’obra, però malgrat tot crec que transmet versemblantment la idea de pietat i a estones és prou enèrgica com per despertar els espectadors que s’hagin pogut quedar mig endormiscats. A mi, personalment, m’interessa el fet que dóna molts referents al·legòrics i l’interès per entendre’ls i relacionar-los em manté atent i això fa que realment m’impressionin molt certes escenes. Tot i així, reconec que es fa farragosa i el ritme és lent. Per tant, responent a la pregunta, crec que es pot «acusar» a Platel de tenir un etil formal una mica barroc (potser per això acostuma a utilitzar aquest estil musical?) que és un criteri estètic que a mi m’interessa, però a d’altres no.
http://ganyet.blogspot.com/2009/02/pitie.html
crític amb patilles.
Mil gràcies per la teva opinió, Oriol! I felicitats pel blog de circ!
Saludos, me gusta tu peluca e inspira decorarla según la estación del año, o del estado de ánimo… ; y sin olvidar de que los objetos tienen su alma, como no la va a tener tu estimada y espléndida peluca, que la disfrutes , nos también nos colocamos lo que nos colocamos….