El sábado comenzamos por visitar el tenderete de Jordi Puig, responsable de la imagen gráfica de este año. El fotógrafo te ofrece la posibilidad de hacerte una foto con tu fetiche protector en la instalación «I tu a qui t’encomanes?». Hay quien se fotografía con una virgen o un niño Jesús, y otros visitantes que se encomiendan a las bandas magnéticas de las tarjetas (porque permiten acceder a objetos, servicios y espacios) o a una memoria digital de USB (porque contiene archivos valiosos para el propietario). A continuación vemos la presentación de los proyectos de la Ménagerie y La casa del Cactus, invitados que colaborarán en la siguiente edición del festival. La Ménagerie es un grupo francés que trabaja la animación de forma muy original y La Casa del Cactus es un colectivo mallorquín que propone intervenciones artísticas (en especial en el ámbito de las artes plásticas) con un punto de compromiso político.
Tras esta presentación accedemos a «How do you like my landscape?» de Manah Depauw y Bernard Van Eeghem. Este espectáculo toma como punto de partida una pequeña escenografía en forma de maqueta donde una performer coloca miniaturas y diseña paisajes. Estos paisajes se combinan con partes del cuerpo humano de otro intérprete que se esconde bajo la maqueta. Este espectáculo comparte varios elementos que caracterizan muchas producciones belgas de hoy en día. Gracias a la protección que el gobierno belga otorga a las arte del movimiento y el revulsivo de PARTS, florecen compañías como ésta que desarrollan piezas de experimentación de una gran coherencia, con un importante componente conceptual y una calidad artística innegable. «How do you like my landscape?» es una de ellas. Sin duda estas obras no se pueden entender como «entretenimiento», sino que hay que apreciar aquí la seriedad con que se ofrecen variaciones y evoluciones de una idea dentro de un discurso determinado.
Luego presenciamos «EcO» de Onírica Mecánica, una obra de fácil abordaje para todos los públicos. De este espectáculo se agradece una propuesta con un registro distinto al que nos tienen acostumbrados las nuevas escenas. Nada de videoproyecciones ni monólogos reflexivos. Aquí se muestra un teatro exclusivamente visual de acciones poéticas, extremadamente onírico, como el nombre de la compañía indica. Hay escenas muy valiosas, como los tres personajes que avanzan con una especie de caracol de cartón en la cabeza, o los extraños seres cimbreantes que asedian al protagonista cubiertos de cachivaches. Sin embargo hay que reconocer que estas escenas no predominan en la obra y que muchos tramos no ofrecen suficientes focos de atención para captar el interés del espectador. Es una lástima, porque con un poco más de trabajo la compañía ofrecería una obra de calidad que resultaría singular dentro de este contexto.
La última performance que vemos en el festival está firmada por Sr. Serrano. Por suerte el texto del programa, de una trascendencia épica, no tiene nada que ver con lo que se ofrece. Son unas videoproyecciones que derivan de pequeñas acciones en directo y que se multiplican por las paredes creando un chill out original con imágenes muy bellas.
Como la lluvia arreciaba poco antes del espectáculo «La diva divina» de Sol Picó, nos marchamos pensando que suspendería, aunque luego amainó y se pudo presentar el espectáculo. A pesar de esta laguna y de otros elementos que nos perdimos, hay que valorar una programación que presenta las artes escénicas desde de una óptica moderna y multidisciplinar. Además esta elección incluye espectáculos de fácil acceso para reclutar nuevos espectadores, promueve jóvenes compañías nacionales, ofrece ayudas para la creación (beca incubadora) con un apoyo extra para la distribución y no olvida traer compañías internacionales para incrementar la calidad del conjunto. Por esta visión global y comprometida con cada uno de los aspectos que hay que tener en cuenta en las nuevas escenas hoy en día, la directora del festival se merece mis más sinceras felicitaciones por la coherencia y amplitud de miras de su discurso. Tena Busquets: ¡muchas felicidades!