En la Web del Lliure dicen que esta performance disco se ha presentado como un work-in-progress en distintos festivales. Adivino que también aquí se trata de un work-in-progress ya que, a pesar de algunas ideas interesantes, el conjunto no está bien escrito y agradecería un proceso de abstracción, clarificación y síntesis.
En esta pieza larga, confusa y manchada se puede apreciar sin embargo una buena escenografía, un intento por acercar las artes escénicas al público (presencia de una DJ), y dos solos muy válidos. Primero el de María Stamenkovic (que sigue siendo una excelente intérprete) llevándose los dedos a la cabeza a modo de pistola y, al final, las vueltas de la bailarina con el miriñaque sobre el que se proyectan imágenes.