Teatre Tarantana
23 de octubre 2007
Esta sesión doble de Sonia Gómez venía precedida por su éxito en toda Europa, en especial de la primera parte: «Mi madre y yo».
Para un análisis pormenorizado de la misma os remito al brillante artículo de Catherine Kinztler en su blog (http://www.mezetulle.net/article-6636089.html), que próximamente se publicará en castellano y en catalán en la revista Artributos.
El contraste entre los movimientos de las dos intérpretes resulta hipnótico. El buen gusto de Sonia con el vestuario es legendario. Los vídeos son una obra de arte por derecho propio y gran parte del mérito pertenece a Txalo Toloza.
Sin embargo lo más interesante en una obra que ha rodado tanto es el carácter voluntariamente caótico de su estructura. Madre e hija se interrumpen mutuamente. El ritmo es entrecortado. Entre escena y escena suelen transcurrir pausas más largas de lo habitual.
En un primer momento este carácter desconcierta, porque tiñe la performance de una informalidad anti-escénica. «Escénico» en el sentido de escenario y platea a niveles diferentes, con un marcado carácter espectacular, donde lo que pasa en el escenario es un universo plácido, fluido e inalcanzable. Pero basta con recordar las «Experiencias con un desconocido» de la misma artista: probablemente Sonia Gómez sea anti-escénica por naturaleza. Por eso el mejor formato para presentar sus obras no sea quizás un teatro convencional, sino un espacio reducido con el público al mismo nivel y al alcance de la mano.
Comment posted by Anonymous
at 10/29/2007 6:09:00 AM
hay muchas cosas q destacaria de toda la pieza, momentos brillantisimos, pero la primera vez que lo vi me parecio entrañable esa relacion de complicidad entre una madre y una hija, como decadas mas tarde rosa se deja enredar otra vez en los juegos de la niña (que es el teatro si no?), volviendo a hacer el «indio» (o de vaquero, o a churromediamanga mangoentero, o al tragabolas) para hacer feliz a su sonia, y en este caso, a todos los espectadores. Un petardeo que se vuelve profundo, viva la generacion Espinete!
Comment posted by rubén
at 10/28/2007 2:35:00 PM
A mí me gustó mucho cuando Sonia se pone a cantar y bailar una canción de Rocío Jurado (no me acuerdo de cuál) sobre un fondo de música barroca, en Las Vicente matan a los hombres. Se me ha quedado clavada esa escena.