Pretendo compartir unas experiencias que me provocan, en cierta manera, “como” un conflicto. Estos, son generados por comportamientos que, perdón por mi incredulidad, no puedo entender y me encantará recibir algún tipo de comentario que me ayuda más a entender(me) esta situación. A lo mejor, en escribir, encuentro mi respuesta.
El tiempo ha pasado y el año se ha ido. El día de fin de año la gente tiraba coetes en la ciudad de Copenhagen y la gente que estaba conmigo saltaba de sus sillas aún con 12 uvas en la boca y teniendo un montón de deseos para el 2014. En ciertos sitios, hablar de España es gracioso. Es tremendamente interesante encontrarte en una conversación sobre lo fácil que es hacer las cosas mal en España y la tendencia que hemos tenido todos a ser los mismos mafias de los que nos quejamos. Hacer las cosas mal, como llevo diciendo como mínimo desde hace dos meses, es lo más fácil en nuestro país. Hacer las cosas bien es sentir que lo haces mal y sentir el mal es hacerse daño a uno mismo. Ni siquiera, por si fuera poco, te sientes acompañado.
Mi conflicto de hoy tiene que ver con la sensación de que estoy solo, que el sistema no me da ningún soporte y que me siento como la única persona en el país (y, paradójicamente, consciente de que hay más como yo…) que quiere simplemente ganar para vivir y no ganar para ser más rico. Mi otro conflicto de hoy tiene que ver con el hecho de que siento que debo generar y que tengo una lista de cosas que hacer que se me resisten. Siento que debo revelarme y hacerme amo de mi tiempo. Por esto escribo. Porque al escribir, el tiempo me pertenece y lo que genero no es un producto si no una manera de estar conmigo y con alguien.
Podría/siento que debería rellenar una solicitud de residencia, pero estoy escribiendo. Podría/siento que debería estudiar y leer libros interesantes, pero estoy escribiendo. Podría/siento que debería buscar más residencias para poder avanzar con mi trabajo, pero estoy escribiendo. Podría/siento que debería estar buscando dinero por debajo de las piedras para poder generar mis proyectos en mejores condiciones, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería estar haciendo algo a mano para alejarme de la tecnología que me invade por todas partes, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería enviar un e-mail a unas cuantas personas y decirles que confío en mi y en lo que hago, pero estoy escribiendo y a lo mejor mañana es mentira. Podría/ siento que debería estar pidiendo una plaza en algún Máster de coreografía, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería empezar un open data de artes perfomativas e investigación, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería organizar las residencias y presentaciones de los próximos meses, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería contactar a los teatros que me interesan y con los que me gustaría colaborar más y decirles que tengo ganas de verlos y hablar con ellos, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería llamar a mis padres y ver cómo están, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería generar una nueva idea, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería ponerme al día con algunos amigos, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería no escribir más, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería leer más filosofía, pero estoy escribiendo. Podría/ siento que debería aclararme cómo hacerme residente en Copenhagen, pero estoy escribiendo…
Y si, pienso en todo esto, y más, mientras estoy escribiendo. Y si no estoy escribiendo, pienso en que podría/ siento que debería estar escribiendo. Lo que siento en mi, es la idea constante de que estar en algo es no estar en demasiados sitios. Siento que el mundo productivo me ha inculcado un compromiso constante hacía la producción y el consumo constante que, a principios del 2014, me duele más que nunca. Como artista y como humano que le gusta andar por la calle y hacer antropología urbana, siento que debería/ podría darme tiempo. Poner mi cuerpo en los sitios que están a mi alrededor y permitirme el hecho de no existir más allá de lo que estoy haciendo. No por mucho existir estaremos en más partes.
…
Acaba de entrar alguien por la habitación y me ha dicho «he tenido dos pensamientos y tienen sentido. Tienen sentido. Por eso los voy a realizar».