Escritura automàtica/revisada: la niña desobediente será un artista.

Desde hace unos meses, se está promocionando por las redes sociales el vídeo de una niña pequeña saltándose el protocolo del espectáculo (creo que es de claqué). El vídeo enamora a muchos y a la gente se le cae la baba. A mi, me dan arcadas. ¿Que está pasando?

1.- Por un lado, la niña, probablemente, esté haciendo lo que le han enseñado. GUSTAR. Gustar a la gente y ha encontrado sus estrategias para destacar. Las ha encontrado y, ya se ve, le funcionan. Esta niña, que pobrecilla, solo tiene pocos añitos y la estoy destrozando… se esta, literalmente, MASTURBANDO EN ESCENA!!! Se encanta y le importa media mierda que la estén mirando o no (a excepción de sus padres, claro!). Esta niña es el ejemplo de miles de bailarines y actores que suben al escenario para gustarse a sí mismos y tener una relación consigo mismos. Esos actores que sienten libremente, y que no les importa que yo esté allí sentado esperando que hagan alguna cosa que me llame la atención y que, sorprendetemente, tocan la sensibilidad del resto del público.

2.- El uso del vídeo social. Este video, por ejemplo, ha recibido un uso del cual ni la niña se ha enterado. La sociedad se ha colgado el copyright de esta niña de pocos años y le han colgado millones de etiquetas por la cara. El mundo ha visto en ella la desobediencia con la que muchos sueñan.» Esa niña esta haciendo exactamente lo que a mi me gustaría hacer con mi trabajo, con mi faena como actor o con mi pareja». De eso la niña no tiene la culpa. La niña no tiene la culpa de que los adultos sean unos cagados.

3.- La gran confrontación de todo esto es, por delante de todo, está ligereza de llamarla ARTISTA por el mero hecho de que esta desobedeciendo las normas. Estoy francamente cansado de esta regla de tres entre ser artista y ser desobediente que muchas personas establecen.

Obviamente, estos vídeos son el reflejo de muchas cosas, claro! La chica solo tiene «no se cuantos» años, pero al mundo le ha faltado tiempo para hacérsela suya. Con esa norma tan «estúpida» yo también me la hago mía para hablar del uso que hacemos de lo que vemos, de la proyección y las ganas de ver cosas dónde no las hay, de la falta de criterio en promocionar algo como este vídeo, de las ganas de sacar mensajes moralistas de acciones infantiles,  de los gustos «populares» y de lo que buscan, de la relación que se establece entre orden y desobediencia, de la manía de querer ver a artistas en comportamientos infantiles, del virtuosismo emocional y de la acción de subir a un escenario y ganarte al público.

 

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