La pieza y el público.

Hoy he leído una actualización de Antic Teatre con referencia a la reacción de un espectador con un trabajo que vio en el mismo espacio.

Me gustaría creer que los nombres son lo de menos. Eso podría haber pasado con otra pieza. En el caso de Barcelona, lo que veo complicado es que pueda pasar en otro teatro. Antic Teatre és uno de los pocos teatros en Barcelona con una programación abierta a las exigencias/deseos de unos artistas que quieren enseñar y mostrar en la ciudad. Para entrar en la programación de Antic, en mi caso: contecté a Semo, nos enviamos unos e-mails, nos vimos, hablamos, me dio unas fechas, me pidió una información y ya. Quiso escuchar sobre el artista, sobre lo que esa persona hace y sus inquietudes, así como sus necesidades e intentar, con sus recursos, ofrecérselas al artista.

Tenemos la opción de enseñar y de que el trabajo sea expuesto a un público. Este, tiene una opinión singular, una visión singular y, lo más jodido, una expectativa singular. Este público, puede estar satisfecho o insatisfecho y, a lo mejor, empezará una discusión sobre los puntos de la pieza con otros compañeros. Al ser una pieza mostrada, el público mayormente acepta la pieza independientemente de si ha gustado o no. A lo mejor, para algunos, no se trata de gustar o no; sino de que la pieza provoque/despierte una reacción. Por otro lado, hay gente que desea que las cosas le gusten o no y que le posicionen de una manera muy clara. No hay blanco ni negro y la flexibilidad en estos casos es importante. Se puede establecer un intercambio de ideas y una conversación aunque existan puntos de vistas distintos?

El tema del público és un tema como muy sobado, pero no parece tener conclusiones. Las conclusiones son cambiantes.
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Estos días estoy en PA-F de residencia, donde estoy desarrollando la última parte de mi solo «Showing Godiva». Ayer, decidí hacer una muestra del trabajo a un público.
Alrededor de 7 personas vinieron.
Aunque en este caso sea un número pequeño, desde el primer momento establezco un contacto con ellos. Me vuelvo dependiente de sus reacciones e incluso controlador. Quiero ver sus posiciones, sus reacciones, sus caras…Evidentemente, esto no es posible con un grupo de más de 15 personas.
Al acabar el pase, quedamos de acuerdo que nos reunimos para cenar en la cocina y charlar. Una vez cocinado todo y en la mesa, la conversación empieza. La conversación era respetuosa y la gente tenía espacio para dar sus opiniones. A veces, las intervenciones eran interrumpidas por preguntas (casi semánticas) de otros asistentes. Digamos que la conversación duró alrededor de una hora.
Al leer esta actualización de Antic, me he dado cuenta de que no estaba escuchando sus opiniones. Solo seleccionaba. Oía la gente hablar, reflexionar, pero era como si mi trabajo fuera estable, como si el trabajo quisiera ser insistente en todas sus decisiones. Al darme cuenta (como ejercicio), he intentado ir de vuelta a esa conversación y intentar aceptarla como nueva información del proceso. Esta, puede ser usada o no, pero es esencial poder reconocerla como información que ha entrado en el proceso.

Creo que hasta el publico menos acostumbrado puede darse cuenta de si un trabajo esta acabado o no.

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Una vez (solo una) hice una pregunta en la «after talk» de una pieza. Lo único que pregunté fue algo así como «Que espacio dejas a tus intérpretes cuando están actuando?». La coreografa, me miro y se enfadó. Me gritó delante de la gente y me respondió que todos sus intérpretes son libres. Estaba a la expectativa y decidida a defender su trabajo.
Desde ese día, casi no pregunto en After Talks. Me dan miedo.

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