VIDEO/CARTA 3. FÉLIX PÉREZ-HITA. CAMINOS DE DESEO


Magníficos vídeos!!! João. Obrigado. ¡Qué graciosos son, inevitablemente! En parte por lo que tú dices en tu carta. Lo que envías me recuerda a algunos dibujos y gags de Raymond Pettibon y de otro dibujante español: Miguel Brieva.

Sí, tienes razón, se trataría de no hacer uso de las cosas que nos venden de la manera que los vendedores quieren que las usemos. Lo mismo ha sucedido, en algún sentido, con las nuevas tecnologías de las que hablamos: aunque muchos inventos nazcan para fines militares o de control social (o de simple consumo), esos instrumentos acaban siendo utilizados contra el poder que los vendía. La gente anónima ha demostrado una inventiva maravillosa con muchas de estas herramientas. Efectivamente: “Fomos nós que humanizamos o enlatado”. (Aunque quizá, en muchos casos, se está perdiendo mucho inevitablemente por el camino, cosas que quizá haya que volver a recuperarlas).

Hay un versito de Isabel Escudero que dice.

Que no, juguete,
que a ese juego
no juego yo.

Algo parecido proponía Jean Dubuffet al tocar un violín como si fuera un tambor o un tambor como si fuera un piano. Esto de la gente anónima haciendo algo distinto de lo que está mandado desde arriba, me recuerda un fenómeno en el que me fijé hace algunos años: lo que llaman caminitos de deseo (DESIRE PATHS).
CAMINO DE DESEO: Término usado en arquitectura de paisaje para describir un sendero, dentro de zona urbanizada, que no está diseñado, sino que más bien ha sido trazado gradual y casualmente por la erosión del paso de la gente que busca el camino más corto entre dos puntos.

Es un caso de urbanismo colectivo, no sólo anónimo, sino inconsciente. También es un fenómeno internacional, o global, como decimos ahora. Estoy seguro de que ustedes tienen muchos por ahí. Georgie R. Administrador del grupo de flickr (donde yo “descubrí” esos senderitos que todos hemos visto desde pequeños) hace una observación importante: “La clave del caminito de deseo no es sólo que sea un sendero que haya hecho una persona o un grupo, sino que esté hecho contra la voluntad de alguna autoridad que querría que fuéramos por otro camino menos conveniente.”

Me parece buen ejemplo para otros fenómenos análogos (los estudios de mercado, la arquitectura autoritaria de las grandes superficies, las pesquisas en Internet, que también van dejando un rastro, etc.). Y no me extiendo más. A ver que le sugiere a ustedes esto que a mí me interesa desde hace tiempo.

Buen día y salud le desea,

Félix

PS:
Parece ser que en una de las últimas ampliaciones del campus del MIT, construyeron los edificios y el césped entre ellos, pero esperaron unos meses a que el paso natural de la gente trazara los caminos y, solo entonces, acabaron de poner el asfalto en sobre ellos.

VIDEO/CARTA 4. JOÃO ANGELINI. HABLEN MAL PERO HABLEN DE MI

Me gustan mucho las fotos y el vídeo de las líneas de deseo -es como se llaman aquí-. Lo más divertido de ver estas imágenes es qué rápido puedo reconocerlas. !Son extremadamente familiares! Concretamente en Brasilia, esas líneas son innumerables y la forma de la ciudad favorece que sean reforzadas visualmente, igual que la condición rígida del patrimonio moderno y de la capital política, potencia la discusión que levantan los caminitos de deseo. Son la manifestación humana dentro del desarrollo urbanístico institucional del Estado. Igual que ocurre dentro de este espacio virtual.

Entiendo lo que sitúas como una posible subversión, casi una ocupación de la herramienta de origen militar para el control que el urbanismo supone. Somos creativos y podemos aprovecharnos de este recurso, revertiendo su función original. Pero Félix, creo que tenemos que tener mucho cuidado para no acabar alimentando un ‘monstruo’ potencial.

Por ejemplo, yo como artista todavía tengo mucho recelo de estar “hospedado” en este espacio (YouTube), que pertenece a una empresa que comercializa lo que está archivado en la plataforma. Entiendo todo lo relativo a la red como espacio de acceso, democratización de la información, blablabla, pero no sé si quiero tener mi materia prima comercializada por marcas como Google o YouTube. No es que no quiera que mi arte circule y sea visto. Lo que no quiero es que mi obra esté mediada por marcas que no me ayudaron en nada a producir mis vídeos. Igual que no ayudaron a nadie aunque luego comercialicen su materia prima y hagan dinero con la seductora posibilidad de distribuir y promoverla. Y además nunca reparten entre la gente el lucro obtenido. Es explotación. En este asunto soy casi un sindicalista panfletario.

No sé muy bien hasta qué punto la forma y el contenido político de estos trabajos no nos comprometen precisamente por estar hospedados en espacios institucionales oficiales de Internet. Por más que seamos creativos y subversivos, no podemos subestimar la fuerza que tienen estas empresas, fuerza que creo estamos reforzando con este proyecto. Lo peor es que olvidamos que existen infinitos medios, soportes o formatos alternativos para que circulen de forma independiente el arte y la información. Estamos reforzando el monopolio. Olvidamos que existen otros medios diferentes en Internet.

“Que hablen mal, pero que hablen de mí”. Creamos público para ellos, damos nuestra materia para que ellos la exploten. No se si eso está tan bien. En fin… Es como un arte marginal oficializado. Colocar un trabajo marginal, naif, contestatario en una galería de arte, por ejemplo, ¿refuerza o diluye su característica peculiar?

Cuando los caminitos del deseo son pavimentados, oficializados por el Estado, dejan de ser deseos y pasan a ser caminos efectivos. OK. ¿Pero pierden la esencia de humanizar el urbanismo estatal? ¿O es esa esencia potenciada al máximo?. Aquí tienes fotos de la Explanada de Brasilia, donde las pavimentaciones transversales, un día fueron caminitos del deseo, pero el Estado resolvió aprovechar las elecciones de las personas para hacer la pavimentación.

Un vídeo contestatario en una plataforma como YouTube, ¿humaniza la plataforma o es un producto pasteurizado, un número más entre tanto vídeo? Creo que es un poco de ambas cosas; cal y arena. Un Mickey bailando pagode en Brasil es tanto un ejemplo de resistencia cultural brasileña ante la dominación como una constatación del poder americano sobre nuestra cultura. Eso me hace pensar mucho en la estrategia que los medios oficiales (del arte, políticos y económicos) usan, diluyendo el lado contestatario de las cosas mediante su apropiación y oficialización.

O cómo algunos artistas naif, esquizofrénicos, locos o simplemente freaks (o a veces todo junto) tienen su lado más encantador, elocuente, honesto o artístico enterrado en espacios, discursos y contextos formales y ácidos. Aquí verás un caso en el que uno de estos personajes, que tiene una serie de intervenciones urbanas, ve como éstas son utilizadas ¡como material de propaganda electoral! Precisamente porque el gobierno local quería deshacer un trabajo maravilloso de graffiti hecho por él en los viaductos de Río de Janeiro. Además de este tema, sus trabajos se convirtieron en productos, ¡en camisetas! Hoy son adhesivos de coche para la clase media que hace demagogia con el lema del graffiti Gentilezas no Brasil. El trabajo de él se difundió, pasando del viaducto local en forma de graffiti a una pegatina en serie distribuida a nivel nacional.

Pero hablando en serio: ¿estos casos potencian o diluyen el contenido del trabajo artístico? ¿Y quién recibe dinero por los derechos de autor?
Todo esto por ahora. Espero tu respuesta.
Abrazos,

VIDEO/CARTA 5. FÉLIX PÉREZ-HITA. ARTE NO INTENCIONAL

Tienes razón, João,

Es muy peligroso el monopolio cada vez más grande de Google/YouTube, o Amazon, o de otras grandes compañías. Es como la dirección contraria a lo que decíamos de tu primer vídeo: la gente humaniza lo enlatado, pero los distintos poderes también enlatan lo humano. Se trata del clásico problema de la integración o absorción de la protesta por parte del Poder (público o privado). Es más: la metáfora de los caminitos de deseo es algo que ya utilizan también muchas compañías de marketing, referido a que hay que seguir el camino de deseo de los consumidores para atacar con la estrategia de venta por ahí.

Hay un vídeo en el mismo YouTube que enumera todas las empresas que ha ido comprando Google desde su creación. El vídeo acaba con la leyenda: “Google, haciendo grandes esfuerzos para no ser malo”. O este otro sobre Serco (empresa de la que nunca oímos hablar en las noticias oficiales).

La magnitud brutal de esas empresas privadas hace que su decisiones sean, en realidad, de interés público, ya que nos afectan a todos. Y es verdad que todos alimentamos en alguna medida a esos monstruos, sin sospecharlo muchas veces. Pero, al mismo tiempo, confiamos en que Dios (el Poder, el Dinero, etc.) no es nunca Todopoderoso, que siempre tiene grietas y defectos por donde intentar hacer algo bueno para la gente.

Es muy interesante el fenómeno de Gentileza que me envió. No tuve mucho tiempo de leer sus mensajes, pero le prometo que en cuanto tenga algo más de tiempo me dedicaré a hacerlo. No me extrañaría que ya existiera un tipo de letra para los computadores (una font) copiada de la pulcra caligrafía de Gentileza, y quizá con Copyright. “Uma arte marginal oficializada”, como usted dice.
En la historia han pasado muchas veces cosas parecidas: artistas que en su momento fueron poco conocidos y maltratados por la sociedad y el Estado (que quizá ni siquiera sabía nada de ellos), y que una vez muertos han sido utilizado por los estados nacionales o las empresas comerciales de la manera más estúpida y traicionera posible, con finalidades básicamente propagandísticas, turísticas y dinerarias. Hay incluso una relación directa, creo, entre la magnitud de su desgracia en vida y la de su prestigio (y el precio pagado por sus obras) después de su muerte. Van Gogh o Kafka serían los ejemplos más conocidos. De ambos se sigue exprimiendo dinero, comercializándolos a veces de las formas más inapropiadas que se puedan imaginar, cometiendo una verdadera traición a lo que sus obras todavía puedan enseñar y hacer disfrutar a la gente. Interpretar esos escritos de Gentileza de una manera tendenciosa o utilizarlos como publicidad de algo, como mero reclamo turístico, es seguramente maltratarlos.

Lo que le envío yo ahora habla también de esa dialéctica entre el arte y lo social, y de ese juego de espejos entre lo que viene desde abajo y lo administrado desde arriba.
Hice una selección de fotos tomadas por mucha gente por todo el mundo de lo que quiero mostrarle, quizá ya has oído hablar de ello:
El ARTE SECRETO (Y NO INTENCIONAL) DEL TAPADO DE GRAFFITI.

Jean Dubuffet hablaba de “el hombre de la calle ante la obra de arte”. En este caso de los graffitis cubiertos, se podría hablar de “el hombre de arte ante la obra de la calle”. Ya somos muchos los que hemos visto muchas obras de arte moderno (las masas de cultos), y sabemos del papel importante del azar en su desarrollo teórico, y la importancia de los objetos encontrados (ready-mades, objets trouvés) y de las texturas. También sabemos de ese carácter problemático de la valoración excesiva de la firma personal, del papel envenenado del dinero en el mundo del gran arte occidental. (Por ejemplo: quien tiene un Jackson Pollock en su casa tiene, principalmente, un problema: cámaras de vigilancia, seguro contra robos, etc., y se debe de hacer muy difícil disfrutar así de la obra ). Como si Cristo tuviera razón y hubiera que expulsar también a los mercaderes del templo del Arte. Jean Dubuffet escribía en “Cambia el viento” (introducción del “Almanaque del arte en bruto”), 1948:

La noción de dinero y la imbécil noción de gloria cobraron tales proporciones desde hace varios siglos que han ahogado casi totalmente el verdadero sentido del arte y el mecanismo gracioso de la verdadera producción artística. Nunca se habló tanto del arte ni se discutió tanto del arte ni se veneró tanto las artes como se hace en la actualidad y eso es una mala señal: cuando una cosa existe realmente no se habla de ella; y cuando está bien viva y difundida en todo el mundo no se la enaltece tanto. Generalmente, cuando una cosa está en su flor y en toda su fuerza, no se nombra, y tan pronto como se le ha encontrado un nombre, como por ejemplo en nuestro asunto el nombre de arte, es que empieza a declinar. El arte verdadero no sabe su nombre. En el peor de los casos, lo olvida. (…) El arte se halla donde no se busca, donde no se piensa en él.”

En el caso de estos tapados es el espectador el que elige, el que es sensible a una de esas pinturas (gratuitas) que tapan otras que fueron consideradas impropias o feas por el dueño de la pared, en muchos casos el Estado.

También evocan los “pentimenti” de los cuadros antiguos: son como un arrepentimiento colectivo, social, un encubrimiento de ciertas vergüenzas o contradicciones de la sociedad, o expresión de la censura de esa misma sociedad. Se les podrían aplicar rayos-X para ver qué es lo que tapan todos esos cuadrados de colores.

Sabemos que no hay mucha diferencia en el modo de factura de estas pinturas casuales y la entrega a mecanismos aleatorios, estrategias del azar o a la gestualidad libre, inconsciente o irracional en que se apoyan y justifican muchos artistas de hoy.

Paul Valéry en Tel quel, Gallimard, 1948, escribía:
“Aquello que me interesa – cuando tiene lugar – no es la obra, no es el autor, es aquello que hace la obra. Toda obra es obra de otras muchas cosas más que un autor”

Estos graffiti tapados (obras no intencionales) podría decirse que son de una gestualidad colectiva, inconsciente, porque no creo que muchos de los que se dedican, profesional o eventualmente, a tapar graffiti (o a arrancar carteles) sepan algo de la obra de Mark Rothko, Frenz Kline, Antoni Tàpies, Raymond Hains, Mimmo Rotella, Nicolas de Staël o de otros pintores (informalistas, minimalistas, nuevos realistas, expresionistas abstractos, etc.).

Bueno, eso, y siento mucho la longitud de esta respuesta mía, no me alargo más.

Muito obrigado, João,

Félix

NOTAS:

1- Al principio de este proyecto, hablábamos con Iñigo de que deberíamos hacer esfuerzos por que aparecieran en el trabajo otras plataformas en las cuales, muchas veces, se pueden encontrar los mismos vídeos que hay en YouTube o Vimeo, u otros vídeos muy parecidos.
Site como el famoso: www.archive.org.

2-Nota: Aquí, en Barcelona, tenemos a Gaudí y su Sagrada Familia, iglesia inacabada pero muy espectacular que Gaudí había bautizado como: “La catedral de los pobres”, pero que ahora es el monumento más caro de visitar de España (¡gestionado por la propia iglesia!), y nadie parece escandalizarse de esa contradicción.

3- Mark Rothko – Cuadros como Dramas.