myspace: www.myspace.com/pompeiaspace
e-mail: pompeiamail@gmail.com
youtube: www.youtube.com/pompeiatube
Pompeia es un club de tenis
Pompeia es el nombre del club de tenis de Barcelona al que acudimos frecuentemente para desconectar de la rutina, en la montaña de Montjuic, desde la cual se observa una panorámica de toda la ciudad. Desde el principio vimos un divertido paralelismo con lo que fue la historia real de Pompeya, y a su vez ésta una metáfora de lo que es la creación escénica: un lugar que se reinventa, que estalla, arde, se quema, se entierra y se recupera…
Nos planteamos la idea de club de tenis, como lugar de encuentro privado, con un funcionamiento y un código interno. Una vía de escape a lo cotidiano, un espacio para el juego, con unas reglas y unos objetivos, donde recuperar la fisicalidad y el contacto con la naturaleza. Un componente estético, con una manera de vestir y una serie de objetos elementales, en el que lujo y decadencia aparecen a partes iguales.
Queremos adentrarnos en el universo del dandy, del vividor, del gentleman caradura, emulando a los miembros del Rat Pack (Pandilla de ratas, fue el nombre con el que se conoció a un grupo de artistas estadounidenses que, reunidos alrededor de Frank Sinatra, prolongaron sus actividades privadas como amigos a la realización de determinadas actividades artísticas, tales como películas, conciertos, espectáculos, etc.), para los que placer y arte se confundían en una misma actividad.
Pompeia es un grupo de electropop
Y en ese sentido aparece la conexión con el conjunto musical, el reducto de un grupo de personas donde crear una realidad diferente, manifestando de un modo poético sus inquietudes y pensamientos a través de sus canciones y conciertos.
Entendemos la idea de concierto como algo mas amplio donde tiene cabida todo tipo de manifestación artística, desde la palabra hasta el movimiento, desde la fotografía a la animación digital.
Un encuentro lúdico-artístico, en el formato de concierto vemos la posibilidad de explorar una relación con el publico abierta y directa, alejándonos de las convenciones teatrales, sin renunciar al uso del cuerpo ni a la transformación del espacio-tiempo de un modo escénico.
Los miembros del grupo han dicho …
Boris Becker:
Últimamente, y cada vez más, pienso en la música pop, en cualquiera de sus múltiples manifestaciones, como el medio más apropiado para mis intereses artísticos, que no se limitan (y nunca lo han hecho) a mis intereses musicales sino que se expanden a la literatura, las artes escénicas, las visuales, etc. Nunca he comprendido por qué ese empeño de las escuelas de formación en mantener aislados entre ellos a los artistas de las diferentes disciplinas. Desde la noche de los tiempos las artes se han relacionado entre ellas, sólo hay que echar un vistazo a la ópera o el ballet. En el terreno de la música pop siempre ha habido un componente escénico y literario pero me da la impresión que a partir de cierto momento situado aproximadamente en los años 70, la aparición de grupos pop cuyos miembros provenían de las bellas artes dio un giro hacia el hibridismo que aún genera polémica actualmente pero que a mí me va que ni pintado para mis intereses porque heredo un campo de cultivo abonado.
John McEnroe:
En mi ultimo espectáculo, una de las escenas consistía en el intento de mostrarme ante el público como una estrella del rock, para lo que usaba un micrófono, un casiotone con una melodía pregrabada y la webcam del ordenador. La letra de la canción estaba escrita por mí y la música compuesta por Boris. En esta pequeña y fructífera colaboración aparecieron numerosas posibilidades (en alguna actuación Boris llego a tocar el órgano en directo), despertándose en ambos la necesidad de profundizar en ello: además de ser un formato atractivo, y con un alto componente lúdico, a mí personalmente se me abrían nuevas puertas en mi interés por ocupar las fronteras entre abstracción y narrativa, entre realidad y ficción, entre persona y personaje, cuerpo y voz, y me reafirmaba en mi discurso sobre la precariedad, la utilidad del arte y el fracaso como motor de la creación. A lo cual se le añade el deseo de volver a trabajar con Björn Borg, amigo y admirado artista, que me parece el complemento perfecto en este proyecto.
Björn Borg:
Yo aporto la duda. ¿Acabaremos abandonando las pistas de tennis a favor de la entrega a nuestras groupies y a nuestra pasión musical? ¿O será al revés y lo que dejaremos es este proyecto artístico-musical para seguir disfrutando de estas sesiones deportivas que rompen de lleno la rutina semanal y nos permiten descargarnos un poco de las tensiones que se van acumulando día a día?
No sé.
Duchas de agua fría.
Por otro lado es un placer volver a escuchar música. El arte como coartada, en este caso para recuperar la música en mi vida y no perder ocasión de birlar tiempo a otros curros para escucharla, rescatando clásicos, descubriendo novedades. Ampliando el catálogo y haciendo un seguimiento a la imagen que trabaja cada banda, y explorando en el mundo del vídeo clip musical.
Yo también quiero aportar la figura del art work.
Quiero ocuparme de la elaboración de los vídeo clips, y de la búsqueda de un entresijo que los una.
Por último quiero pelearme con McEnroe y Boris que van de modernos.