VIVAC

4, 11 y 18 de agosto en La Plaza de Matadero, de 20 a 23h

Hacer VIVAC no es otra cosa que pasar la noche al raso. Una decisión que implica abrir el espacio final del día al encuentro con los otros, la contemplación y la escucha de la propia noche y de sus modos, de lo que podemos hacer con ella y sus lugares, de su intemperie. Este programa propone encontrarnos junto a los sonidos que atraviesan las ciudades, la potencia de transformación de los espacios que acoge la noche y su relación con el relato, el hit, la voz, el cuerpo, el baile: la superficie liminal que implica toda fiesta.

4 de agosto

El significado de soñar con un ciprés, de Avel

Un concierto audiovisual y un dragón que escupe fuego. Influenciado por el ruidismo, emo, techno y trance, Avel compone un ‘pop deforme’ que emerge de grabaciones de campo y encuentra narrativas en los márgenes del clubbing.

Plazaerrorveranohvmano, de Error Humano

Esta es una performance sobre el papel que juega la calle en la vida pública actualmente, fijándose en modificaciones legislativas y urbanas como la retirada de bancos o la ley antibotellón y centrándose en cómo han influido en nuestro uso del espacio público. El resultado es concierto/performance audiovisual que incorpora ambientes sonoros y paisajes propios del a calle real.

Anonymous woman, de Josechu Dávila

Este proyecto tiene su origen en un acto casual: una mujer anónima espeta a diario desde su ventana al patio de vecinos un discurso  para recriminar e iluminar al mundo. Estas disertaciones se estuvieron grabando entre 2008 y 2009, completando así el período de un año de duración que se marcó inicialmente para el proyecto. Los discursos muestran a una mujer culta e inteligente que lanza a un patio impersonal de vecinos sus cargas de profundidad en las que reflexiona sobre la vida, la sociedad, el ser humano y la soledad de éste. La formalización del proyecto cumple los propios deseos de la Señora en los que expresa con rotundidad que “No me callaréis nunca y mi mensaje tiene que llegarle a todo el mundo”. Así, el proyecto lleva desde el año 2009 difundiendo su mensaje por medio de obras de arte, en diferentes lugares, países y circunstancias.

11 de agosto

Parkineo, de Andrea González y Paula García-Masedo

Los parkings de las discotecas eran y son lugares en los que muchos pasan más tiempo y se divierten más que en las propias discotecas. El coche se convierte en cama, cambiador, discoteca móvil, nevera, pista de baile y punto de reunión una vez aparcado.
Este proyecto se sirve del “parkineo”, nombre que se le dio a este fenómeno, para investigar y hablar sobre esta forma de estar juntos y de lo que se puede o no se puede (se puede aparcar, pero se puede bailar, se puede poner la música alta, se puede comer, beber… Se puede casi de todo y hay pocas normas sobre lo que no se puede). La música de Parkineo la comisaria Lorenzo García Andrade.

18 de agosto

Quien canta su mal espanta, de Virginia García del Pino y Elsa de Alfonso

Dicen que los humanos antes de hablar nos comunicábamos cantando. Quien canta su mal espanta es una obra colaborativa que invita a la participación ciudadana. Consiste en dos micrófonos enfrentados para que cualquier persona pueda cantar a modo de Karaoke, con la particularidad de que en un micrófono se cantan las canciones que nos hacen felices o nos traen buenos recuerdos, canciones “alegres”, y en el otro micrófono canciones que nos pongan melancólicos, canciones “tristes”. También se pueden cantar canciones a dos voces. Los micrófonos alternan las voces de diferentes maneras y los usuarios pueden experimentar mediante un ordenador diferentes tonos y voces para elegir cuál es el que prefieren para su canción.
Cualquier persona está invitada a cantar, no es necesario cantar bien, se trata de pasarlo bien cantando y de vivir la experiencia de cantar como si fueras profesional.

Discoland, de Sasa Yagüe y Antonio Buchannan

En la batalla de las ideas todo compañero tiene un papel que desempeñar. Discoland,  es una propuesta donde dos Djs dan continuidad a un enfrentamiento-encuentro como una eterna partida de pin pon, donde desgranan sus temas musicales; no tienen mucho que ver ni en sus estilos ni con las músicas que ponen pero de alguna manera con dos equipos de reproducción de audio son capaces de extender su entusiasmo hacia el público.

Discoland también es una idea acerca de ese campo de batalla donde se da la creatividad, la espontaneidad, la cólera o el desacuerdo, un espacio donde la gente con confianza y afecto sea capaz de bailar y solucionar su vida bajo el impacto sensorial de la experiencia en el espacio de convivencia, en el campo de batalla más importante: el bar, la disco, la calle, la plaza.

Discoland también propone dar voz al interlocutor mudo con la intención de ser atentos con lo ajeno, para ello dispone de megáfonos e invita al público a convertirse en MC (Maestro de Ceremonias).
Participan: SS Session aka Miss Sasa versus Miss Vicky Falls.

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