BOCETO PARA PROYECTO PERSONAL SECRETO es uno de los esbozos escénicos presentados en el FAST DRAFT de Escenarios del Streaming, una encerrona de tres días de investigación en torno a las posibilidades del uso del streaming en el espacio escénico convencional que ya tuvimos la suerte de presentar aquí, en nuestro rinconcito de teatrón, hace algunas semanas.
LA COMPAÑÍA OPCIONAL son Alejandro Mendicuti, Joe Manjón, Lara Ortiz, Aristeo Mora, María Cecilia Guelfi, Ángel Urzúa, Miguel Sepulveda: a Miguel, madrileño, le salió trabajo en la universidad de Guadalajara, México, durante una gira por allá. De manera que ahora vive en la ciudad de donde es original Aristeo, casi irónicamente llevando a la vida real los juegos de suplantación de identidad a los que la compañía nos tiene acostumbrados.
Así llegó la idea de Boceto para Proyecto Personal Secreto: pedir a la madre de Aristeo que invite a desayunar a Miguel como si fuera su hijo, retransmitiendo el desayuno a un teatro en Madrid. La diferencia horaria hace que sea hora de teatro cuando en México se desayuna. Y así asiste Aristeo, acompañado del resto de la Opcional, a la mesa de su casa. Desde allí Miguel escoge a algunos espectadores: se va a representar en escena, copiándolo en tiempo real, ese extraño desayuno familiar.
Podéis ver un fragmento del momento del casting pinchando en la siguiente imagen:
…
Querido Aristeo,
Hay que confesar que desde lejos parecías un frágil forastero en Madrid.
Mexicano quizá.
Desde luego chiquito, sensible y de mirada prudente.
Pero algunos sabemos que detrás de ese flequillo escondes las cejas de un sátiro. ¡Y tanto que las escondes!
El caso es que te comunicas por videoconferencia con tu familia tan a menudo, siéndote muy familiar ya esa frustración que impone la pantalla. ¿Ibas a creerte que rodear una webcam tiene algo que ver con la experiencia real de un abrazo verdadero? Claro que no.
Y por eso has tenido que inventarte el juego que nos ocupa.
Te has visto en la necesidad de empujar la falla hasta el terreno de lo lúdico, invirtiendo la polaridad de la ausencia.
Lo has hecho trasladando al escenario esa misma brecha que te atraviesa cuando sientes que la presencia de tu madre en pantalla NO ES REAL.
Y con ello has conseguido tú, gamberro, que la sensación de simulacro sea infinitamente mayor en el espacio escénico que en la pantalla en la que tantas veces han fracasado tus abrazos: porque en tu Boceto, con una sencillez exuberante, has querido que la pantalla sea el modelo y el escenario la copia.
El espectador imita lo que hace tu madre en la pantalla, o recibe tu abrazo de hijo: ¿es acaso tu madre? ¿Siente un abrazo real, o la brecha frente a un abrazo, una vertiginosa falla?
¿No es de pronto la presencia de tu madre en Skype un poco más verdadera?
¡Qué certero has sido, apuntando precisamente a la falta de certezas!
