Cuento viejo para directores nuevos

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Todavía no conocemos la programación del nuevo director del Teatro Español, pero acabo de recordar una historia que convendría no olvidar. Hay gente que estuvo al frente del Teatro Español e hizo bien su trabajo (no todo han sido calamidades). Sí, eran otros tiempos, lo sé, pero tampoco eran tan diferentes a estos. Un joven imbécil le escribió una carta; ahora, le contamos un cuento. 

A Pérez de la Fuente

Érase una vez una niña que se llamaba Margarita. Nació en Molins de Rei, cerca de Barcelona, en 1888; en el seno de una familia trabajadora. A la niña Margarita le gustaba mucho el teatro y comenzó a hacer funciones en centros y ateneos obreros. Cuando la niña Margarita tenía 18 años le ofrecieron una sustitución en una obra de Émile Zola y lo hizo tan bien que la niña Margarita pudo convertirse en profesional y dedicar su vida a estas mandangas. Durante seis años fue la reina de la escena catalana. Va a América una y otra vez y también hacer teatro por allá y también se convierte en reina por allá. En 1914 aparece por Madrid, actuando en el Teatro de la Princesa (cedido por Díaz de Mendoza y María Guerrero). Desde aquel momento alterna su vida en Barcelona con su vida madrileña.

Sin título

Margarita Salomé

La niña Margarita es una niña inquieta que no se conforma con los éxitos que va cosechando y no está dispuesta a repetir una y otra vez su repertorio (¡qué coñazo!). La niña Margarita se lanza a experimentar y asume riesgos que ninguna otra actriz de su tiempo se atreve a asumir (ni de su tiempo, ni casi de nuestro tiempo). Por ejemplo, con tan solo veintidós años, en 1910, estrenó en Barcelona, en el Teatro Principal, la Salomé de Óscar Wilde (¡obra prohibida en el país del autor hasta 1931!), y aquello originó un gran escándalo pues la niña Margarita, vestida con aires orientales, enseñaba el ombligo. Pero nada echaba para atrás a la niña Margarita y siguió representado obras y obras, obteniendo palos y éxitos, dejándose el pescuezo. Comenzando, gracias a su audacia y versatilidad -Ricardo Doménech dixit-, la renovación del teatro español antes incluso de que llegara la República.

En 1930 la niña Margarita se hace cargo del Teatro Español del Madrid y programa, durante las siguientes temporadas, el teatro más prestigioso de España, llevándolo a una de sus épocas más gloriosas (R.D, dixit). Contaba para tamaña empresa con la colaboración de Cipriano Rivas Cherif, en función de director de escena y asesor literario. Otro culo inquieto, clave en la historia del teatro español, que no dejó de poner en escena a las corrientes más innovadoras de la época ni cuando estuvo privado de libertad en el Penal del Dueso (llegando a representar en la cárcel Rumbo a Cardiff de O´Neill).

La niña Margarita y el niño Cipri introdujeron nuevos puntos de vista escénicos en el repertorio clásico español, pero no sólo se limitaron a hacer obra clásica de repertorio tras obra clásica repertorio (eso era lo de menos). Entre los dos rescataron obras clásicas en desuso (Fuente Ovejuna por decir una) y las dieron, mano a mano, un nuevo baño de color (en adaptaciones de Lorca o Unamuno o…) El niño Cipri conocía las experiencias europeas de vanguardia, a Max Reinhardt, por ejemplo.

No todo quedó en eso, y aquí viene lo más importante de este cuento viejo para directores nuevos, la niña Margarita no se limitó a renovar la puesta en escena de los clásicos (algo que estaría también bien revisar a día de hoy, tal vez mejor en otro teatro), sino que representó a los grandes autores españoles contemporáneos y a los autores “malditos” -hoy en día fundamentales- como Valle Inclán, e incluso Unamuno. R.D dixit que “abrió el teatro a una nueva generación destinada a hacer el mejor teatro de su tiempo, que entones estaba constituida por autores noveles, que habían tenido muy escasa presencia en la escena”.

La niña Margarita estrenó a un joven Lorca en su primera temporada al frente del Español y siguió estrenándolo… fue ella quien estrenaría por primera vez, ya en el exilio, La casa de Bernarda Alba -en Buenos Aires-, nueve años más tarde del fusilamiento de García Lorca.

Ya he dicho que se tuvo que exiliar. Sí. La derecha no perdonó a la niña Margarita su compromiso con el teatro nuevo ni con los valores republicanos. A pesar de sus éxitos al frente del Español. En junio de 1941 el Tribunal de Responsabilidades Políticas condenó a la niña Margarita “a la pérdida total de sus bienes y a la inhabilitación de toda clase de cargos, así como el extrañamiento (destierro) a perpetuidad”.

Lorca with Margarita Xirgu and Cipriano Rivas Cherif - Barcelona - 1935

La niña Margarita, con Cipri y Lorca

El caso es que hay una pequeña anécdota de la niña Margarita al frente del Teatro Español, esa anécdota de la que hablaba al principio y que no nos conviene olvidar. Y que resume parte de su labor. Y que es algo que debería pasarles a todos los que dirigen instituciones teatrales, porque significa que están haciendo bien su trabajo, que están removiendo conciencias y cambiando la sociedad. Todas esas cosas que escriben los teatreros en sus proyectos de dirección (programas electorales) y que no siempre cumplen. Ahí va: el 1 de junio de 1931, la niña Margarita estrena en el Teatro Español la obra Fermín Galán, de un jovencísimo Rafael Alberti, y esta obra le cuesta ser abofeteada por una dama católica mientras caminaba en el Retiro. Un guantazo que es más bien un premio a toda la labor que desarrolló Margarita Xirgu al frente del Teatro Español.

Amigo Pérez de la Fuente, solamente deseo que te lleves muchos guantazos de viejas damas católicas a lo largo de esta nueva andadura.

Otro Perro Paco

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Perro Paco cumple un año

Fiesta de cumpleañosTal día como hoy empezaba esta locura en que se ha convertido Perro Paco. Ha habido de todo. Pues claro. Una locura de esas que sanan a otros, esperamos. Nos mordió un perro con rabia y seguimos igual o peor. Lo mejor está por venir. Avisados estáis. Queríamos que corriera el aire, y parece que alguna ventana se ha entornado. Falta mucho todavía por cambiar, y nos falta mucho por mejorar. Pero esto no lo para nadie, por muchas ganas que nos tengan. No es momento para felicitarnos, si no para dar las gracias. Así que si nos permitís, nos vamos a quedar a gusto dando las gracias a cada uno de los que han participado desinteresadamente en Perro Paco por motivos que desconocemos. Unos ya venían con nombre y otros lo han elegido. Nos la pela. Gracias Pablo Caruana, Óscar Cornago, Ana Vallés, Ernesto Castro, Pablo Gisbert, El que asó la mantequa, El Chucho, Pacotrón, L. R., Herman, Paquita, El Duque del Kas, Una mosca, Perro Flaco, Perro Checo, Perro Humilde, Gloria Reznor, Can Chanchán, Pero Perro, un perro muy pero, Rafa Casañ, Eva Zapico, El Pont Flotant, Pérez&Disla, Le chien andalou, Iria Pinheiro y María Torres, Jose Díaz, Afonso Becerra de Becerreá, Cadelas de Fisterra. También agradecer a los lectores y a los que comentan los posts y generan debate. Especial mención merecen una perra y una persona. Gracias a Tu Perra, la más promiscua y enigmática colaboradora en Perro Paco. Estarás de vacaciones con tus dueños en algún lugar de la Carretera del Mediterráneo. Te seguiremos esperando, maldita perra beatnik. Y finalmente gracias a Rubén Ramos Nogueira, al Maestro Ramos, a quien todo el que disfruta de la Libre Comunidad Escénica TEATRON debería estar agradecido. Quien no, también. Trabajos como el suyo nos permiten seguir imaginando imposibles. Día tras día. Se acabó la tontería.

Un Perro Paco y Otro Perro Paco

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Carta de un joven imbécil al nuevo director del Teatro Español

de la FuenteHola Juan Carlos Pérez de la Fuente soy tan joven que no sé nada de tu dirección hace años del CDN ni de tu carrera y soy tan imbécil que voy a escribir todo así hoy veía una película de Jean Rouch en el que un hombre calvo le reprochaba a un chaval que la juventud no detuviera la guerra de Argelia y el joven que se estaba quedando calvo le respondía que por qué hostias pensaba que la juventud siempre está disponible será que es cuando sientes más rabia y todo eso te revuelves y haces crees en la acción aunque sea escribir una carta además ahora tenemos tiempo libre lo primero es que no entiendo que alguien dirija dos teatros públicos en una misma vida ni que le dejen la miel del poder y la economía de favores José María Aznar presidente de la Tercera República Española supongo que pensarás que puedes volver a hacerlo bien no entiendo que no pienses que hay que dejar correr el aire nuevos aires sangre nueva aunque claro que he oído hablar de tu dirección del CDN que programaste a Arrabal y a Sastre que eres de derechas me da igual es lo de menos Ana Botella es tu jefa cómo lo llevas me meto en la wikipedia y veo tus montajes como director y si hago una media de los años de las obras me asusto porque no llega a Pina Bausch así que no lo hago qué digo Pina Bausch la media no llega a la transición puta transición española ilusión democrática burros y zanahorias no somos gilipollas no tanto hablando de democracia es la primera vez que abren el proceso de selección para la dirección del Teatro Español no sonaba mal pero luego escuchas los nombres que lo componen y joder estamos locos ya están los de las butacas calientes los de la declamación tomando decisiones España siglo XIX lo peor es que ni siquiera elegían era un comité asesor no somos gilipollas no tanto al final en este país en esta ciudad gobierna el dedazo sería elegante que se hiciera público cómo te eligieron Juan Carlos cómo se tomó la decisión la oligofrénica de Ana Botella no pudo ser no tiene puta idea de nada sería elegante que se hiciera público quién tomó la decisión los otros candidatos tampoco ni de coña por favor Gerardo Vera sobre todo Gerardo Vera no me jodas Gerardo Vera cualquier joven imbécil recuerda su vergonzosa dirección de CDN pensar que Sánchez-Cabezudo era la esperanza se agradece su video a veces dudo de la nueva hornada no hay ósmosis entre el teatrito en mayúsculas y otros códigos ya sabemos lo que pasa cuando los que follan son familia sospecho que el mecanismo por el que se relevan las generaciones escénicas en este país consiste en que la generación que ha agarrado el poder por los huevos crea un nicho de mediocridad a su alrededor y sólo permite que la siguiente entre a formar parte de su corralito si hace voto de mediocridad nadie puede quitarles lo bailado porque nunca han bailado alguien hablará alguna día del daño de momento ha quedado claro que el teatro alternativo es un trampolín al teatro no-alternativo fin de la historia el muro era un bastidor se sale por la izquierda y se entra por la derecha no hace mutis ni Perry Mason ninguna de las últimas direcciones de los teatros públicos alivia la rabia la bola de mierda es inmensa mejor no hablar de Natalio Grueso tu predecesor la presunción de inocencia es un derecho burgués dijo no sé quién y el tipo se va tan ancho sin dar explicaciones somos gilipollas mejor no habar de Mario Gas mejor no hablar de Ernesto Caballero somos gilipollas vuelvo contigo Juan Carlos me he leído tu programa y sólo tengo dudas tu lema es preservar y consolidar y visto lo visto no sé qué quieres preservar y consolidar limpia fija y da esplendor el Teatro Español es un cementerio lo han convertido en un cementerio como los diccionarios y las enciclopedias será difícil elegir quién dará vida a los clásicos con la panda asidua de arqueólogos y jardineros que anda suelta el público ya no distingue entre Gran Vía y Santa Ana les da igual donde ir a tomarse el vino de después el verdadero reto es el compromiso con los nuevos lenguajes escénicos los otros o lo que sea si nos los dejáis entrar romperán el dique cuidado Matadero ha perdido el poco atractivo que le quedaba ya sólo ofrece tercios a dos euros Grueso el imputado incapaz nos ha echado del Manzanares en tu programa sólo aparecen palabras del maldito Fringe riesgo innovación si de verdad que apuestas por la vanguardia escénica no la sigas explotando o se volverá en tu contra espero que lo de las tertulias sobre Teatro y toros sea una broma como lo de atraer a turistas y a empresarios que vienen a Madrid y hacer teatro para adolescentes tienes buen sentido del humor Juan Carlos y te deseo una dirección tranquila del Teatro Español esperamos tu programación pero tienes que saber que los perros y demás fauna también anda suelta y que si sientes el aliento en la nuca es porque de nuevo ocupas un cargo público y que no va a desaparecer porque nos gusta cuidar lo que es nuestro estás invitado a escribir una carta a un joven imbécil para despedirme te pongo la cumbia de Félix Rodríguez de la Fuente que no sé si es tu primo pero por lo menos nos echamos un baile que falta nos hace.

Un joven imbécil

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¿Quién recibe a quién?

Aviso para el lector: estas líneas son una pedrada a nosotros. Que cada cual analice la cantidad de golpe que le corresponde.

pedrada

Ahora que empezamos a enterarnos de las programaciones para la próxima temporada, la del CDN (analizada por Pablo Caruana en su blog de TEATRON) o la de los Teatros del Canal. Y ahora que sabemos que Pérez de la Fuente será el nuevo director del Teatro Español de Madrid (aquí su proyecto de dirección), y que se tiene que tragar la programación de Natalio, el amigo de Vargas Llosa, hasta enero, me viene a la cabeza una pregunta: ¿quién recibe a quién?, y como consecuencia, ¿quién elige a quién?

El título de esto, que bien podría dar para una serie de artículos, se centra en su primera -y posiblemente única- entrega, en qué puertas están abiertas o cuales están cerradas, cómo se cierran y para quién se abren, qué esperan y qué esperanza pueden tener los que quieren meter en el teatro su hocico. Un amigo mío, tan bromista como borracho, solía decir: para hablar conmigo hay que pedir audiencia; y en el teatro, si pedimos audiencia para hablar con alguien, ¿se nos concede?

Quizá todos aquellos que comienzan y depositan su ilusión en el mundo de las artes escénicas deban depositar más empeño en hacer nuevas amistades, bien conectadas, con su parcelita con vistas y piscina de poder, que en realizar un trabajo riguroso, digno, necesario o como ustedes lo quieran llamar. Véase la ironía. ¿Qué es lo más importante? ¿Quién lee (los) dossieres?, ¿qué programador va a ver espectáculos sin conocer, sin tener ni idea, de sus creadores?, ¿de qué vale las direcciones abiertas del CDN, por ejemplo (y pregunto porque en verdad no sé si cumplen alguna función)?, ¿hasta qué punto nos dejamos sorprender con alguien a quién no conocemos?, ¿hasta qué punto le damos un voto de confianza y por qué no damos votos de confianza a nadie? Hay gente que se deja el pescuezo intentando hacer su trabajo y, a pesar de tener propuestas que no desmerecen de algunas que son cabeza de cartel, no lo consiguen. ¿Por qué?

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Hay creadores que utilizan para hacer teatro los codos más que la cabeza. Teatro: nido de víboras. Cuando hay poco pan y muchas manos, las manos, en vez de preocuparse por el pan, se preocupan por guerrear con otras manos. Una guerra sucia, falsamente cordial, con las cartas sin levantar. El pan, al final, enmohece. La guerra de los que hablan de la paz es peor que el sopapo limpio. Seamos políticamente incorrectos: mostremos nuestras cartas. Se nos hincha el pecho con palabras como comunidad y somos muy poco comunitarios.

La frase hecha cría fama y échate a dormir, unida a la de los amigos de mis amigos son mis amigos, son los pilares básicos a la hora de hacer programaciones en los diferentes espacios escénicos, ya sean públicos, ya sean privados, ya reciban subvenciones, ya no las reciban. Y sé que esto es una generalidad. Yo mismo me he topado con gente que hace su trabajo como se tiene que hacer su trabajo: con amor a este oficio, con empeño, con las cosas claras. De ahí la aclaración al principio de estas líneas.

Esa otra frase: quien no tiene padrino no se confirma, es una sentencia que no siempre habla de buena salud y buenas prácticas. Podríamos hacer una guía de las malas prácticas en las artes escénicas (se aceptan sugerencias). Por ejemplo, es curiosa la cantidad de estirpes teatrales que pululan por España donde los hijos se convierten en peleles puestos a dedo por sus padres sin ni siquiera saber hacer la O con un canuto. Por suerte no todos los árboles genealógicos teatreros son así.

Hace algún mes leía una noticia/experimento que se llevó a cabo en el mundo editorial y que bien nos puede servir para ilustrar esto de lo que estamos hablando. Alguien cogió un libro de gran éxito editorial, le cambio simplemente el título y lo envío a agentes literarios y editoriales para que estudiasen su posible publicación. Entre las editoriales a las que se envió el manuscrito se incluía la editorial que lo había publicado. Pues bien, de las cientos de editoriales y agentes a las que se envió el libro (un éxito de ventas, crítica y público), tan sólo un agente se interesó en él, un agente que luego desestimó la idea de representar dicho manuscrito. Ni siquiera la editorial que había publicado el libro con gran éxito reconoció el manuscrito. Bien es verdad que para leer todas las propuestas que se reciben hace falta gente y para esto hace falta dinero: pescadilla que se muerde la cola; pero lo poco que hay ¿se reparte como debería ser repartido? Quienes tienen ese trabajo, ¿lo hacen bien? ¿Qué nos estamos perdiendo? Pedimos códigos de buenas prácticas a la instituciones, pero ¿existen códigos de buenas prácticas en nuestro día a día? Y esto no quiere decir que todo el mundo que tenga una propuesta/ocurrencia sea digna de llegar al escenario. ¡Acabáramos! No todo el mundo vale para Ministro, que decía otro amigo.

El caso: no es que las puertas sean pesadas y cuesten de abrir, sino que a veces son muros impenetrables que habrá que romper a martillazos. Leía hace algunos días una columna de Ignacio García May en El Cultural, que terminaba con la siguiente frase de Denise Scott Brown y Robert Venturi (la frase es del mundo de la arquitectura aplicada al mundo del teatro): “¿Por qué siguen creyendo los arquitectos que, cuando ‘las masas ‘se ‘eduquen’, querrán lo mismo que ellos?” La frase encierra dentro de sí una verdad y pone su punto de mira en el snobismo de unos cuantos teatreros. Pero tampoco hay que obviar que no todos tienen las mismas oportunidades, que el espectador no puede elegir platos que estén fuera de la carta y que quién diseña el menú tiene una responsabilidad que no es baladí; y que en muchas ocasiones se pasa por el forro de los huevos. Habría que diseñar algo así como una ética del programador/gestor que esté por encima de enchufismos (y sé que hablo, en cierto sentido, de una utopía) y, en el caso del teatro financiado con dinero público, de ciertos valores económicos. Siempre teniendo en cuenta la importancia que tiene la economía en un sector como el del teatro. La culpa no siempre está en el Ministerio de Cultura (que también): hay compañías, revistas, gestores (ni mucho menos todos)… que han cometido verdaderas tropelías con el dinero de las subvenciones recibidas. No nos engañemos. En todos los sitios cuecen habas. Para regenerarnos (es época de regeneración: se necesita aire nuevo para acabar con tanto anquilosamiento) regeneremos el sector desde dentro, en primer lugar. Una parte del enemigo del teatro está dentro del teatro. El gusano está también dentro de la manzana. No demos balonazos al aire. Démonos balonazos a nosotros mismos y afinemos bien la puntería para lo demás.

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Basta ya de que se nos llene la boca de palabras como compromiso, responsabilidad, buenas prácticas, etc. y luego seamos los lobos que están desangrando al teatro. Los caníbales. No se puede estar en misa y repicando. Tal vez esto sea por eso de las máscaras y tal y cual.

Ya decía mi madre aquello de la paja en el ojo ajeno y la viga, y también decía: un día te irás a echar mano a una oreja y no te llegarás a la otra. Pues eso. Tal vez necesitamos un FíltralaRecogiendo la frase citada por García May, y para terminar (aunque me deje muchas cosas) quizás los primeros que deban educarse sean los teatreros, profesión acostumbrada a todo de tipo de chanchullos más que cuestionables (como otras, es cierto); seguro que luego haría menos falta eso de educar a los demás.

Otro Perro Paco

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#3 Feria gayega | Un paisaje gallego

casa tomadaCasa Tomada · Centro Social de Intervención Artística

Si hablamos de construir las Políticas del Arte desde el ámbito de lo micropolítico o, en todo caso, desde la acción de colectivos que se conforman a través de los afectos que acontecen y las afinidades que se procuran, desde el imaginar la realidad de modos afines al procomún y a éticas ecológicas y de origen, podemos empezar diciendo que hoy en Galicia estamos trabajando desde nuestras propias micropolíticas. Desde tal lugar es que nos posicionamos y estamos consiguiendo sostener la comunidad de las artes vivas y áreas colindantes.

En un territorio en el que fallan las condiciones de acompañamiento a los diferentes procesos de los creadores, son los propios artistas junto al resto de la comunidad, quienes configuran el contexto de las artes vivas; públicos, críticos, gestoras, mediadoras, algunos curadores, filósofos, antropólogos, arquitectas, etc., están contribuyendo a generar redes en el mundo del arte, a crear entornos de encuentro con artistas y operadores del resto del territorio, a proponer espacios para el conocimiento de la producción contemporánea y un largo etc.

Las políticas del arte a vehicular por las estructuras de poder deben ponerse en crisis, y quizá su praxis inmediata deba pasar por apoyar todas estas iniciativas civiles que sin duda garantizan la diversidad de la escena (y de la vida), y no tanto por inventar nuevos modos de operar desde la institución pues está ya muy deslegitimada por no haber sabido responder a los tiempos, modos e inquietudes de una sociedad que ha cambiado radicalmente sus deseos y sus prácticas.

Así es que cuando reflexionamos en este escrito acerca de tales políticas, hablamos de las prácticas que cada una de nosotras en nuestro quehacer diario desarrollamos, y de aquellas que desplegamos cuando operamos en manada, cosa cada vez más frecuente en nuestro territorio, aunque no tanto como nos gustaría.

Si hablamos de políticas del arte desde la administración pública podemos pensar en la idea de dotar de recursos a estas iniciativas de la sociedad civil, y cuando hablamos de recursos no pensamos sólo en lo económico sino en poner a disposición de las mismas aquello que necesitan para poder desarrollar los proyectos que proponemos a largo plazo, en continuidad, con coherencia e implicándose con el contexto y la comunidad con la que operamos.

Estas iniciativas civiles en manada que se están distinguiendo, empoderándose grácilmente sin caer en lo obtuso de definirse desde la diferencia sino por su valor en sí mismas, que surgen y operan de forma espontánea, más o menos visible, en continuidad, unas más que otras, y respondiendo casi siempre a la ética y estética de aquellas personas que tiran de cada una, podrían ser las que siguen (seguro faltan algunas):

Se ha hecho y se sigue haciendo mucho en Galicia desde esta faceta de corpus resistente. La comunidad artística que puede ubicarse en los rigores de la creación contemporánea se muestra en buena forma a nivel creativo y muy generosa, con ganas de construir obra y contexto. La calidad e inteligencia salvaje de un buen número de sus integrantes, revelan el presente como estimulante y altamente prometedor. Los creadores se están juntando. Grupos como el de Misa de Domingas” (A Coruña) sirven como lugar de encuentro y reflexión para construir discurso y ponerlo en marcha; ejemplo de ello es la curadoría colectiva en los contenidos del Mov-s de la Isla de San Simón con fuga directa hacia el celebrado en Bilbao. Los integrantes de tal grupo -filósofos, arquitectos, bailarines, gestores, editores… un sano zoo- se juntan desde el compartir un modo de entender y atravesar el paradigma de lo contemporáneo, desde el mostrar libremente sus afectos y no desde la ansiedad de las urgencias del sector, lo que, paradójicamente para muchos, activa de un modo más coherente, directo y terrenal: funciona. De esa necesidad de poner en marcha también surge el programa de mediación cultural para con la programación anual de danza del Teatro Rosalía de Castro de A Coruña (TRC Danza). Este proyecto de programación expandida, activo desde abril de 2014, articula acciones de mediación cultural con otros agentes y espacios de la ciudad, con el objetivo de generar un público más involucrado, establecer relaciones con los artistas invitados, y de esta manera enriquecer el contexto cultural vinculado a la danza y a las artes del movimiento.

Otro ejemplo de trabajo colectivo curatorial, es el grupo de trabajo de creación artístico-política “De Corpo en Lugar” (Santiago), cuya primera acción se concretará en unas jornadas en el CGAC en las que se podrá ver el trabajo de Amanda Piña sobre la Creación del Ministerio de Asuntos del Movimiento entre otros proyectos.

Material Memoria (Vigo) es otro de los proyectos resultantes de una relación interinstitucional, entre el Marco de Vigo y el comisario Pablo Fidalgo concretamente, que propone durante todo el año un programa de artes vivas vinculado a la programación del centro de arte. A la espera estamos de poder conseguir que este museo sea el primero en adherirse al documento sobre El papel de los museos en las artes vivas producido de forma colectiva en el seminario de Mov-s San Simón y terminado en el propio Marco, entre sala de reuniones y sala de cafeses.

El Festival Corpo(a) Terra (Ourense) entra en su tercera edición. Generado desde la escena independiente ha ido creciendo y sumando esfuerzos con la Red de Festivales A Cielo Abierto para generar una suerte de red de circulación a lo largo del estado para piezas para espacios públicos. Otro festival que se sitúa dentro de una línea de trabajo de curaduría múltiple, con la riqueza en la mirada que esto comporta.

corpo a terraFestival Corpo(a) Terra 2014

El Festival ALT o el Teatro Ensalle, ambas iniciativas también en Vigo y con una línea de programación que apoya la creación local en diversas capas: residencias, formación, apoyo a la producción y presentación de propuestas. El Teatro Ensalle propone ciclos de programación durante todo el año y de forma concentrada en los festivales Vigo en Bruto, Isto Ferve y Seis Cordas.

Más recientemente Casa Tomada en A Coruña, un espacio social de intervención artística situado en un antiguo almacén dentro de la estación de Renfe y operado por un colectivo de activistas, pensadores, artistas y gestores de la ciudad organizados como asociación cultural sin ánimo de lucro. La programación de este espacio se articula a través de grupos de trabajo (artes escénicas, música, familia y formación). En concreto el área de artes escénicas ha venido desarrollando en estos primeros meses de vida un intenso ejercicio de visibilidad de la práctica escénica a través de la muestra de trabajos de artistas locales e internacionales. Además de ser un espacio de exhibición, la Casa Tomada ha empezado a acoger residencias artísticas. Se trata de un espacio abierto a practicar otra manera de hacer, que opera de modo intenso con la comunidad y el barrio en el que se instala y que trabaja alrededor de diferentes ejes programáticos pero con un componente político y social que atraviesa buena parte de sus contenidos.

Casi al mismo tiempo surge el proyecto Extramuros, pilotado por dos artistas y que se despliega en otro barrio de la ciudad con un programa artístico contemporáneo, espacio para residencias artísticas, talleres, etc..

Todas estas iniciativas cuentan con un dispositivo de contenidos fuerte y relevante, una potencia para complejizarse en su relación con el contexto y las comunidades artísticas y ciudadanas, así como con otros proyectos culturales de las ciudades que los acogen, con un gran interés por parte de los públicos pero un escaso nivel de recursos. Sobre todo hablamos, esta vez sí, de recursos económicos y de infraestructuras para poder afrontar los gastos y situar lo creado, para construir tejido cultural de forma profesional con lo que eso comporta para artistas, mediadores, espectadores y la comunidad en general. Son algunos de los ejemplos que proponemos para que la administración pública, es decir las personas que gestionan el dinero de todos, distribuyan tales recursos económicos para ampliar y dar luz a las potencias que creadores y festivales están destilando en este momento en Galicia.

Además de todas estas acciones civiles existen dos espacios públicos que se ocupan y se preocupan por la danza: el Auditorio de Carballo, es decir Carmen Castro, y el Teatro Rosalía de Castro (A Coruña), es decir Paulo Rodríguez; porque no debemos olvidar que todo al final recae en las personas que están detrás de los proyectos. El auditorio de Carballo centra sus esfuerzos en un festival, lo cual no deja de ser bien interesante pero deja el resto del año desierto de danza y genera por lo tanto una ausencia de normalidad para los ciudadanos y ciudadanas que buscan referencias para ampliar su mundo sensible. El Teatro Rosalía por su parte a través del programa TRC Danza propone una programación de danza durante todo el año acompañado por el proyecto de mediación arriba mencionado, y acoge por primera vez a una compañía local en régimen de residencia anual que sostiene la creación de un grupo de espectadores.

DANESGA es la asociación de danza escénica galega. Asociación que, una vez más, reúne a las personas por sector más que por afinidades, por urgencias más que por afectos, lo que deriva en que los intereses estén encontrados provocando que sea complejo vislumbrar una deriva común. Sin embargo, trasciende el asociarse por oficio para poder conocernos, reconocernos, analizar dichas urgencias, compartirlas y, sobre todo, tener un lugar común desde el que erigirse en la interlocución con las administraciones públicas para discutir líneas estratégicas de trabajo, proyectos, etc. En relación a esto, si en algún momento conseguimos que las relaciones interinstitucionales avancen y nos instituimos, desde los colectivos y las individualidades, como jurídicamente autorizadas, podremos unirnos por afinidades para la compleja tarea de la negociación con la administración pública.

Desde la web de Danesga podemos conocer a las creadoras y creadores del territorio y ver cómo atravesando las derivas colaborativas, existen diferentes líneas de trabajo individuales o de grupos afines que comportan diversos modos de producción. La mayoría de asociados a Danesga, excepto quizá uno o dos artistas, producimos desde la precariedad, contando con nuestros propios recursos para investigar, crear, producir y visibilizar nuestro trabajo. Muchos de nosotros no contamos con ayudas a la producción y mucho menos a la difusión y confrontación con los diferentes públicos. La autogestión es frecuente en los artistas de Danesga.

Redenasa.tv es un archivo virtual de buena parte de la historia de la Sala Nasa de Santiago de Compostela, desaparecida gracias al esfuerzo de algunos políticos locales, que además funciona como una memoria del presente, pues es un espacio virtual para que colectivos y creadores actuales puedan dar visibilidad a procesos, investigaciones y propuestas artísticas en internet.

Otro de los lugares que en poco tiempo será referencia para la consulta de buena parte de nuestra historia es la página web de Matarile Teatro, que está en proceso de digitalización de los desaparecidos Festival En Pé de Pedra y Sala Galán (ambos en Santiago de Compostela). Dos espacios con una intensa historia vinculada a la creación contemporánea del estado. La filmoteca del Centro Galego das Artes da Imaxe se ha ofrecido como sede para acoger un archivo de artes vivas y aglutinar los diferentes contenidos analógicos generados en tales años, procurando su difusión, facilidad de consulta y así salvaguardarlos; una relación surgida de las prácticas de programación expandida del TRCDanza.

¿Qué ocurriría si realmente los distintos agentes culturales, políticos y sociales hiciesen llegar a sus contextos las herramientas que desde las artes vivas resuenan? ¿Cómo se potenciarían los cuerpos, las relaciones, cómo se espabilarían las mentes? Es en esta onda que la programación expandida -y sus muchas prácticas- deviene como estrategia necesaria y hermosa para acercar lo que se está sublimando en la investigación artística de sus creadores. Entrar en la Universidad, en los institutos, en los centros de investigación; darle la vuelta a los teatros; ser espectadores, dándoles/nos la oportunidad de descubrir nuevos modos críticos, autocríticos; etc.

Javier Martín

Javier Martín en el Festival ALT

Llegados a este punto es interesante resaltar ciertos restadores de potencia, como son:

La desconexión de la mayoría de los Conservatorios con los creadores, no abriendo sus instalaciones, equipo y alumnado a los procesos de éstes, privándose/los de la oportunidad de sumar diferentes praxis en un entorno profesional. Por desgracia, tales Conservatorios no se plantean la ideología que transmiten las estéticas y las formas que se encriptan en las distintas asignaturas que imparten; sean locales, nacionales o europeas, la formas informan. ¿Cómo éstas gestionan líbido, propiocepción, cuerpos, mentes, etc? Si no existe consciencia de ello, poco posicionamiento crítico puede haber ante tales contenidos, tanto para aceptarlos como para negarlos, así que el aprendizaje será parcial.

O que un buen número de programadores operan desde un sentido paternal con los públicos de los pueblos y ciudades del territorio, considerándoles seres pasivos dentro del sistema artístico. Un juego snob de condescendencia de párvulo, o de párroco soberbio, que lejos está de ser un antagonista interesante que estimule la inteligencia del espectador. Están tras la correa del concejal de cultura y lo que sea de turno, que a su vez utiliza los presupuestos públicos en grandes eventos, soltando sus migajas al mejor postor en días señalados como los alrededores del Día Internacional de la Danza y ya y gracias. Al mismo tiempo es muy interesante la queja de que en nuestro entorno nunca pasa nada; pocos somos conscientes de nuestro derecho a participar proponiendo, promoviendo, sosteniendo, comunicando, creando contexto; sin duda, en esto, hay algo de decadencia díscola y paciencia de ganado.

Y también enunciar otras de las constantes que parecen cronificarse en todo territorio, como son: el costumbrismo de muchas de las propuestas escénicas que surgen en Galicia, con un lenguaje monomediático, versado en la tiranía del texto en el teatro, o en la coreografía emocional en la danza; la inutilidad del actual modelo de las, verbigracia, Industrias Culturales -promovido con ahínco por la Xunta de Galicia-, y de los estragos del tendencioso IVA cultural; la especulación inmobiliaria y sus favores, Ciudad de la Cultura a la cabeza de muchos otros centros; o el intervencionismo político-institucional en líneas de programación a través del Centro Coreográfico Galego y Centro Dramático Galego, ESAD, etc, siendo además obstáculo grosero en otras iniciativas civiles ya desaparecidas como festivales y salas -En Pé de Pedra y Festival Empape, Sala Nasa y Teatro Galán…-, generando nostalgia en vez de movimientos contestatarios en las comunidades que los sostenían.

Todo esto, y es admirable, revuelve el alma de los más resistentes -porque bailar (o no) es en sí mismo un acto de resistencia política- siendo grato poder resaltar la enorme calidad de las propuestas gallegas en torno a la creación contemporánea. Riesgo, investigación, discurso, entrega, transdisciplinariedad, verdad estética, …, son algunos de los adjetivos que atraviesan a gran parte de los mismos, y desde su mirada y trabajo quizá descubramos otros modos en que la experiencia de lo real se nos revele y accione, que de eso se trata.

 Escrito a varias patas por Cadelas de Fisterra

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