Mirar no es suficiente

Por si alguien tiene dudas, benditas dudas, Perro Paco ladra de alegría cuando va a ver algo que le hace cosquillas, le excita o le despierta el apetito. Y es que un poco de todo eso me sucedió la semana pasada en el CA2M, allá por Móstoles city, al asistir a Image(s), mon amour, primera exposición individual de Rabih Mroué, director, autor teatral, performer, ensayista y artista visual libanés, así como a un par de conferencias paralelas a la exposición. Ojalá eventos así fueran la norma, ¿no? No lo sé, sería un placer de esos que aburren. Hay que ver de todo para no fiarse demasiado de uno mismo, y tanto si gusta como si no, pues se dice, por eso de romper espejos y hacer correr el aire. Aunque siempre habrá quien prefiera regocijarse en la palmadita traicionera en la espalda, quien se sienta a salvo con políticas oscurantistas, quien crea que esto que hacemos no sirve para nada, o que se hace a mala leche, o que no se hace por higiene y por amor. Y quizás tengan razón, y el crítico no es más que un tipo o una tipa más o menos idiota que va ver lo que sea y expresa lo que piensa, y que la crítica, como todo, en palabras de El Conde de Torrefiel, “da mucha puta risa”. O no. Ahí vamos. Aquí seguimos.

La exposición de Rabih Mroué y las conferencias de Aurora Fernández Polanco y el propio Rabih merecieron el viaje a Móstoles. Hacía mucho tiempo que una exposición no me impresionaba tanto. Poco sé de artes plásticas y visuales, y me sorprendió que durante el aftertalk de la conferencia-performance de Rabih se refirieran al comisariado de Aurora Fernández Polanco como la “dramaturgia de la exposición”. Temazo. Llama poderosamente la atención el diálogo que se establece entre materiales, contenidos, afectos, etcétera; ya que se consigue configurar un todo coherente y atractivo que nos adentra en el universo de Mroué, y que nos deja rumiando días sobre los temas y preocupaciones que atraviesan su trabajo. La guerra, la familia, la muerte, el olvido, la identidad, la revolución, la censura, el cuerpo, la violencia… casi nada. Y sobre todo, imágenes, imágenes y más imágenes. Estimulantes las obras, impecable la dramaturgia de la exposición. Recomendación: ir con tiempo. Una tarde, o dos. La frase que más se escuchaba al salir era: “Uff, tengo que volver”.

El miércoles 23 por la tarde fue la conferencia de Aurora Fernández Polanco. No había leído nada suyo, ni había asistido a ninguna conferencia antes; pero sí que había escuchado hablar mucho y muy bien de ella. Expectativas confirmadas. En este país hay un reducido grupo de docentes que dignifican la universidad, la enseñanza y el aprendizaje, lo que a veces es tan sencillo como fomentar el pensamiento crítico. Me vienen nombres como los hermanos Fernández Liria, Fernando Castro Flórez, Marina Garcés,  Carlos Taibo, José Antonio Sánchez, Jordi Claramonte y alguno más. Como me suele pasar con todos ellos, en la conferencia de Aurora Fernández Polanco las neuronas se me pusieron a mil. Qué placer. El título del post es suyo. Parecía que estábamos escuchando discurrir a alguien en voz alta, como si pensar y hablar fueran la misma acción. Después de leer el catálogo (quien no quiera comprarlo puede descargarlo en la web del CA2M) mucho de lo dicho por Aurora está en él. La parte más interesante de la conferencia me pareció precisamente aquello que no está en el catálogo. A lo mejor gracias a la frescura y al aligeramiento de notas a pie de página que tienen las intuiciones, Aurora consiguió acercar su discurso al auditorio y convertir sus dudas en nuestras dudas. Me refiero a aquello de que imágenes pixeladas como las de la guerra de Siria ponen en cuestión que ciertos acontecimientos se conviertan en imágenes, ya que son las imágenes las se convierten en acontecimiento al coincidir cuerpos y dispositivos de visibilidad. Ahí queda. Seguro que no me enteré bien y me he hecho un lío, pero sigo dándole vueltas.

ca2m inauguracion rabih mroue. fotografo andrs arranz_3

También me llamó la atención algo sobre lo que ya es hora de que tengamos una buena agarrada. El diálogo o poco diálogo entre las artes escénicas y las artes plásticas y visuales. No puede ser que alguien como Aurora Fernández Polanco hable de “teatro” como de un vecino de quien sabe poco. Las artes escénicas y las plásticas y visuales parecen como dos hermanos que separaron al nacer, que se parecen y no se parecen, y que desaprovechan la oportunidad de saber del otro para conocerse mejor. Habría que hacer una huelga de hambre o una acampada o algo de eso para exigir mayor presencia de artes escénicas en las facultades de bellas artes de este país, del mismo modo que habría que expulsar de las escuelas de arte dramático y poner un sanbenito a aquellos que quieren aislar a las escénicas porque las fiestas de su pueblo son las mejores. A riesgo de que me corran a boinazos, ¿El trabajo de Romeo Castellucci es más plástico o más escénico? ¿Y el de Schlemmer? ¿Y el de Craig? ¿Y el de Kiesler? ¿Y el de Marquerie? ¿Y alguno de los trabajos de Rabih Mroué?

El viernes 25 fue “The Pixelated Revolution”, conferencia-performance de Rabih Mroué. Como el propio Rabih indica, es más acertado llamarla una “conferencia no académica”. Lo que dijo puede leerse en el catálogo. No me detendré en ello. Reflexionó sobre “los usos de las imágenes en (y contra) las narrativas oficiales” sirias a través del estudio de “los diversos consejos e instrucciones para documentar acontecimientos mediante el uso de teléfonos móviles” y de “la relación de este acto de documentación fotográfica con la muerte”.
Con todo, agradecer al equipo del CA2M y a Aurora Fernández Polanco que hayan traído a Madrid (o a Móstoles) el trabajo de Rabih Mroué, ya que después de haber asistido a su exposición y a su conferencia no académica, se revela como un artista al que es necesario conocer.
Y por último, animar a ir a la exposición y al ciclo de conferencias que seguirán haciéndose en el CA2M paralelas a la exposición. El miércoles que viene le toca a Ziad Chakaroun, el siguiente a Carles Guerra y finalmente a Peio Aguirre, quien tiene un blog de esos que hay que visitar a menudo.

ca2m inauguracion rabih mroue. fotografo andrs arranz_8


P.D. Muchos amigos que provienen de las artes plásticas y visuales me han confesado que molaría y que además sería necesario que hubiera una especie de Perro Paco en su campo. Nadie se lo impide. Todo lo contrario. Mucha gente lo estará deseando. De momento, yo me meto donde no me llaman.

Un Perro Paco

facebooktwitter

7 thoughts on “Mirar no es suficiente

  1. Klaus nos remite a un artículo de la veterana Rosa Olivares de su nuevo proyecto Éxit Express… Olivares es para que uno se sitúe la fundadora de Lápiz, por ejemplo… A parte de que parece que Klaus quiere insinuar que aquí todo vale y que no hay pensadores “preparados”, cuando realmente el artículo es una disertación interesante entre la evolución de los papeles del curador y el crítico,lo que me ha llamado profundamente la atención es la noción del papel del crítico de Olivares. Noción férrea que culmina en esta frase: la figura del crítico, la voz adecuada, con la palabra y el texto apropiado sirve de control de regulación, evitando ese “todo vale” que tanto daño esta haciendo al arte actual.
    Caray, aún entendiendo a Olivares creó que la sentencia deforma y tiende a la asfixia de una figura, la del crítico, que debiera siempre ayudar y acompañar al espectador a ver, apuntar posibilidades, razonar conexiones, animar el intelecto… Incluso denunciar falsedades, pero siempre bien alejado de palabras como control y regulación. De eso ya hemos tenido ración doble durante muchos años y triple en Cuaresma.

  2. Gracias, Magui. No teníamos noticias de la existencia del blog que linkeas. Encantados de olisquearnos. Podríamos hacer algo tipo: Perro Paco entrevista a Perro Paco y empezar todas las respuestas con “Me encanta que me hagas esa pregunta”.
    Interesante tu apunte a Klaus, Miguel. Interesante tu visión sobre el crítico como aquel “que debiera siempre ayudar y acompañar al espectador a ver, apuntar posibilidades, razonar conexiones, animar el intelecto…”. Hoy hemos visto resucitar a Pablo Caruana en El País, quien nos parece un ejemplo de la figura crítica que propones.
    Hoy ha sido uno de esos días bonitos en Teatron. Joder, qué placer ser de este país y seguir construyendo paisajes juntos, aunque suene cursi.
    Lo único malo es que de nuevo no me puedo sacar de la cabeza la canción Haneke de Calor . Me tendré que hacer una lobotomía a lo Lou Reed.

  3. Perro Paco, cuánta amabilidad, toda la razón, toda! con lo del teatro como un vecino del que sé poco y todísima al decir que ya es hora de que las facultades de bellas artes tengan teatro, danza, música…huelga de hambre o huelga sin fin…pero buen tirón de orejas…no se puede bajar la guardia y, al menos, en nuestras clases, seminarios, proyectos, hay que contar, cada vez más con las escénicas…

    • Querida Aurora, qué honor (aunque sea de esas palabras feas españolas) que contestes a nuestro post y que participes en esta libre comunidad escénica.
      Lo primero, sin ser frívolo (eso que molesta tanto a Sloterdijk con toda la razón), me tiemblan un poco las manos al responderte, como a quien tomó esas imágenes de las que hablan Rabih Mroué y Chris Marker.
      Lo segundo, reincidir en lo que tú bien dices “ya es hora de que las facultades de bellas artes tengan teatro, danza, música…”. En nuestras manos está. O no. Habrá que pelearlo. Aunque asoman algunos brotes, todavía queda mucho para que las artes escénicas y las artes plásticas y visuales se contaminen de verdad. Sólo con decirlo ya se pone en evidencia una falta, y toda falta implica un deseo, y así hasta que lo consigamos.
      De momento, que Aurora Fernández Polanco se pasee por Teatron ya es un buen síntoma. Como también lo fue ver a muchas caras conocidas de las escénicas en la conferencia no académica de Rabih.
      Un fuerte abrazo y gracias por contestar.