La PeliPolaca os saluda

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Somos dos, Néstor e Irene, y somos nuevos, jóvenes e inexpertos. Nuevos respecto al mundo de la escena de Barcelona (al menos con una creación propia). Jóvenes porque tenemos veintiséis años y consideramos que eso es ser joven. E inexpertos porque es la primera vez que nos aventuramos a la creación de una pieza propia.

Gracias a la presentación del proyecto Autònoma en el Centre Cívic Can Felipa de Barcelona, se nos concede una residencia de creación y obtenemos lo mínimo y necesario para arrancar esta nueva aventura que, mas o menos, creemos saber como funciona: un espacio de ensayo/creación durante tres meses y un sitio en el que estrenar. Y digo que mas o menos creemos que sabemos como funciona porque, poco después de la concesión, nos damos cuenta de que no tenemos ni idea de por donde se empieza esto de crear. ¿De la nada?

Autònoma quiere ser una pieza que recoja la doble vida, la doble mentalidad, la bicefalia de una artista novel que, queriendo presentar su primera pieza, consigue que se la programe. Un espectáculo doble en el que vemos el proceso de creación (¿de la nada?) y el proceso de gestión, legalización y venta de la deseada pieza. La artista-creadora-productora-gestora es nuestra protagonista (almenos hasta hoy en día). Y resulta que el espectáculo es tan meta que no sabemos por donde empezar. Y decidimos hablar con compañeras de profesión (y decimos compañeras porque de momento es con quien nos hemos encontrado) como Cris BlancoEulàlia BergadàMariona NaudinCris Celada para que nos cuenten como se vive esta bicefalia.

La entrevistas empiezan con preguntas sobre sus procesos de creación, sus primeros espectáculos, como viven esta conjunción de mujer orquesta (como bien dijo Mariona) y como eso les repercute en su vida creadora y en su vida gestora. Les contamos que es nuestra primera vez, que nos vamos a desvirgar pero que nuestra pareja elegida nos da mucho respeto: la sala de ensayo, el primer día , poner el pie por primera vez en el espacio y empezar. ¿Como empezamos? ¿Qué hacemos? Nos da miedo hacer el ridículo, perder el tiempo y no llegar a ninguna parte. Consideramos que tenemos que prepararnos mucho mentalmente para llegar allí y probar (y digo solo probar) algo digno y con pies y cabeza. Porque de alguna forma, ensayar y crear ya es enseñar algo a alguien, a un público que aún no ha llegado, que está en tu cabeza y del que tu formas parte. Y nos dicen que no, que eso es mentira, que eso es un techo de cristal que nos hemos puesto en el sótano sin haber ni siquiera empezado. Defienden cada una de ellas que confiemos en lo que nos apetece hacer, que lo amemos y, sobretodo, que elijamos bien las voces que van a influir en nuestro camino de creación. Que el espacio sagrado murió con El Espacio Vació de Peter Brook, aunque haya que respetarlo y tratarlo como se merece. Y así hemos empezado: probando y disfrutando, sin reparos, con amor y con buen humor. Sobretodo sin prisas. Porque no tenemos ninguna.

Cada una de ellas tiene su sistema de gestión, como también cada una tiene su proceso creativo. Y ahí es donde nos quedamos mas tiempo, donde gozamos mas con la entrevista y casi que terminamos por olvidarnos de la parte numérica y legal. Porque al fin y al cabo, donde queremos estar es en la parte creativa, de la escucha, del sentir y de corporizar lo imaginado. Reírnos mucho del ridículo que nos parece que hacemos (aunque no sea verdad) y quedarnos con aquellas ideas que se desarrollan a medida que se nos presentan, que no se estancan, que no son sesudas y que ayudan a la confluencia de algo más, siempre algo más. Porque al fin y al cabo hacemos esto porque consideramos que tenemos mucho que decir, porque consideramos que el artista vive en una eterna lucha de valorización y porque lamentablemente (¿o no?) la inestabilidad económica y valorativa del oficio del artista te empuja a querer hablar de eso, a pedirte si vale la pena emprender esta nueva aventura y si a la larga te va a salir a cuenta. Y todas ellas nos dicen que si, que les sale a cuenta. Y nos las creemos porque ya estamos oliendo el gozo de este movimiento, de esta inestabilidad, de esa libertad de expresa y de dar a conocer.

Y decidimos, finalmente, escribir en Teatron porqué de aquí nace todo esto, de aquí sale el germen de nuestra primera pieza, del artículo A taquilla (La estrategia suicida) que una de las profesoras de la escuela nos mandó leer en nuestro primer curso de Dirección y Dramaturgia. De este artículo, de su pregunta inducida de valorar si nos vale la pena seguir con esto en el país en el que estamos y de nuestra respuesta afirmativa al respecto. Porque al fin y al cabo, no se crea nunca «de la nada».

Os damos las gracias a Teatron, a las entrevistadas y a los que nos estáis leyendo. Os invitamos a que nos acompañéis en este proceso inventado y lo gocéis con nosotros. La Compañía Pelipolaca os saluda. (Y ya otro día os contamos lo de Pelipolaca).

 

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Una Respuesta a La PeliPolaca os saluda

  1. Mayordomo dijo:

    ¡Bienvenida, Pelipolaca!

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