Crónica y Carta (de una marca en disidencia) a EL RANCHITO

Crónica y Antecedentes (muy resumidos y a grandes rasgos):

–          a paz “la nominan para acceder a un apoyo que indica un presupuesto de 12.000 euros, apoyo a la producción y distribución para su proyecto” dentro el proyecto Ranchito-Matadero-Madrid.

–          Esto viene de la mano de unxs de los integrantes del comité Ranchito, única persona con la que Paz se comunica durante todo el proceso.

–          Por escribir la propuesta, a lxs nominados les han de pagar 600 euros.

–          Tras mucho trabajo y 5 meses para hacer una propuesta “adecuada” (y  sin haber comunicación alguna con los integrantes del Ranchito) se dan cuenta de que quieren apoyar (y tienen todo el derecho) solo a los que han apoyado el año anterior.

–          Mi propuesta se queda en stand-by. Es decir, aunque ya está en marcha y me han dejado totalmente en bragas (puesto que el veredicto se retrasa) lo que hacen es ver si pueden extraer dinero de los presupuestos de los elegidos para derivarlo a aquellas propuestas en stand-by. Tampoco se informa de “cuando van a dar la respuesta”, afectando por tanto a mi propio proyecto, el cual estaba ya en marcha.

–          Yo decido seguir adelante con la infraestructura que me apoya y no contar para nada con el Ranchito, es decir sin esperar que me fueran a dar algo con parte del presupuesto de los proyectos ya elegidos.

–          Aún así, en Septiembre publican un periódico para dar a conocer su proyecto-Rancho. En el mismo, ponen todos los nombres de los involucrados en mi proyecto (particulares y demases) tipo La porta, Ivanna Muller, Escena Contemporánea, Impulstanz, Cristian Duarte, Manuela Zechner Y LO REAL, Ricardo Santana, Vicente Colomar..etc., como parte de sus conexiones del proyecto EL RANCHITO (del cual ya sé que no soy, ni somos parte).

–          Unas semanas después, a  paz la comunican “oficialmente” y sin ningún tipo de mediación alguna -encuentros, reuniones con la artista en cuestión…etc.-; que no es apta, con un mail cuyo acercamiento valdría para el ministerio de cultura, y no para un grupo de personas que consideran que están haciendo las cosas marcando la diferencia respecto a organismos institucionales. 

–          En el mail del funcionario que me es enviado, además de su negativa me dicen que  “el proyecto formará parte del archivo del Ranchito como propuestas generadas a través del Ranchito”.

–          Dos días después me llega un mail en el que se pide que me curre una intervención (más o menos creativa) en la que explique qué es el Ranchito para mí, intervención que con toda prisa se grabará y tras la cual editarán 15 segundos para su flamante vídeo presentación de “su proyecto”. El mail de esta petición es encabezado con un: hola Ranchitos!

–          Paz envía un mail denunciando el uso y apropiación de marcas para su periódico sin ser parte de su proyecto, que su proyecto se está haciendo independientemente fuera del Ranchito y que por tanto no es de recibo que lo pongan en ningún archivo dependiente del Rancho. Añadiendo que si no es parte del Ranchito, no entiende ni quiere publicitar lo que éste es o no es.

–          No hay respuesta alguna.

–          Hace tres días, Paz recibe otro mail, pidiéndola de nuevo si pueden poner su proyecto en el archivo diciendo sobre el mismo: “el formato expositivo de El Ranchito es un Archivo expandido en el que el público podrá consultar la documentación generada durante este año de trabajo y podrá ver parte de la obra producida. En este sentido, me gustaría saber si querrías que contásemos contigo para esa parte documental o si prefieres que no. Aparecería tu nombre, un monitor con una entrevista sobre tu trabajo y tu experiencia con El Ranchito (puedes ser crítica, claro) y tu proyecto en papel (puedes reformularlo o podemos incluir el que nos presentaste). Añadiendo: Para que te hagas una idea, no eres la única cuyo proyecto no se ha llevado a cabo (hay unos diez artistas en este apartado) y la idea es que en futuras ediciones se pueden retomar proyectos que han quedado sin producir”.

….          

La siguiente carta es mi respuesta. Puesto que no voy a recibir ningún tipo de contestación a la misma, al menos quiero que los que lean esto, se enteren de cómo funcionan ciertas instituciones disfrazadas de innovación mega creativa en Madrid y, para que sirva de “alarma” ante la precariedad. Para que no confundamos “precariedad con poner el culo allá donde se hacen promesas vacías”:

querido Ranchito,

quiero que quede claro que mi malestar, no viene porque vosotros desestiméis mi proyecto (os pido por favor que no seáis tan simples y, sobretodo, tan vanidosos). El proyecto lo estoy haciendo sin el Ranchito alegremente y con el acompañamiento de otras organizaciones y apoyos, personas quiénes sí se hicieron cargo del mismo desde el principio.

¿Por qué insistís en que mi opinión, conocimiento, y mala leche os publique? ¿Creéis que participando en vuestro panfleto (aun dando igual que yo no sea parte de vuestro rancho) bajo la futura promesa-ciencia-ficción de colaboración con vosotros y a la inversa, es suficiente? ¿Creéis que, porque estando ahí en el flamante y atrincherado-escaparte Matadero Business, podéis hacer que los demás ofrezcamos nuestras miserables marcas para que algún día sean parte de la promesa que ofrecéis? ¿cuál?, ¿qué hacéis? ¿cuidáis a vuestro nominados, elegidos? ¿cómo? ¿os hacéis participes de verdad en todo lo que implica la elaboración de sus proyectos? o no es verdad que, ¿estáis más ocupados en ver cómo comunicaros entre vosotros, cómo gestionar vuestras diferencias y agendas, perjudicando la elaboración de los proyectos de aquellxs se supone apoyáis? ¿no estáis más ocupados entonces en “instrumentalizar” las marcas de lxs que acogéis (o sin acogerlxs, os da igual) en vuestro Rancho para capitalizaros a través de mapas y conectividades varias, que no dejan de ser una cadena de nombres, con redondeles y radiales ciencia ficción?

Si tenéis el morro de comunicaros conmigo “vía friendly, affective mail” para pedirme que participe en la propaganda de vuestro Rancho (y por dos veces), aplicaros el cuento, para comunicaros con la misma simpatía a la hora de sobrellevar el proceso de elección (para empezar, entrevistando a lxs nominadxs), para vernos las caras, para escucharnos, para conversar y, en caso de no elección, a la hora de comunicarnos, más allá de enviar un miserable mail cuyas palabras, más bien, parecen venir de cualquier (mal) funcionario.

Ausente de cualquier política de cuidado, acompañamiento y comunicación con aquellos y aquellas (se supone queréis apoyar con vuestros flamantes enunciados y panfletos) os pido una vez más que no tengáis la cara de apropiaros de mi marca, de la cual insistís en apropiaros con todas las demás que se adjuntan a mi proyecto, (como tuvisteis la cara de poner en vuestro flamante periódico propaganda en Septiembre) sin pedir permiso y sin ser parte de vuestro proyecto. Ya que, si lo que queréis es SECUESTRAR MARCAS para exponerlas en la publicidad y conectividad, furor-de-archivo-escaparatista de vuestro Rancho, entonces, haceros cargo y, poner la infraestructura económica, comunicativa, afectiva, los recursos humanos, la complicidad, la confianza y demás para ganaros el “derecho de co implicación” en la misma.

Lo mejor de todo es que no entiendo cómo he podido meterme en este tinglao. Si lo hice, quizá fue debido a la amistad, cabezonería (en el buen sentido) confianza y ganas de hacer cosas de la persona a través de la cual fui nominada. Es una verdadera pena que los demás no os hayáis contaminado un poco de todo eso.

Siempre he renegado de cualquier invitación oficialista (y es que sabéis de la poca oferta y estructuras en Madrid para poder investigar y trabajar) quizá sea precisamente por eso por lo que os tomáis las licencias que os tomáis. Es una pena que no lo cuidéis un poco. El hecho de que “habléis de nominados cual, -“operación triunfo” se tratara- era un mal comienzo. No entiendo como no estuve más espabilada. No entiendo como no vi que, bajo “la nominación”, no había más que la gestión de nombres y un cúmulo de especulaciones varias. Si hoy, de lo que  se trata es de “pertenecer” aunque “el lazo -con sus implicaciones, colores, palabras, pieles y afectos- brille por su ausencia y no lo cultivéis” prefiero no ser parte, prefiero desengancharme, aunque eso me cueste estar un poco más sola.

Prefiero mi soledad y no la compañía que vampiriza.

Así que después de esto, no, no quiero malgastar mi tiempo porque además, aún no me habéis pagado lo de vuestro Rancho. Dinero con el que cuento para vivir, problematizar y experimentar qué, cómo, cuándo, quiénes y para qué mi marca con lo demás (y sin publicidad gratuita).

¿os pagan a vosotrxs por contribuir a vuestro rancho católicamente mes a mes?

espero que, al menos, así sea

buena suerte,

paz rojo

 

 

 

 

 

 

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8 Responses to Crónica y Carta (de una marca en disidencia) a EL RANCHITO

  1. T. says:

    Pues sí. Mejor sola que mal acompañada.
    Pero que rabia da apreciar con que poca estima cuenta este trabajo en nuestro país.
    El valor de un artista se lo pone el mismo artista. Eso es así.

  2. sergifaustino says:

    vaya con el ranchito… ¿tan difícil es establecer un trato mínimamente humano?
    ya ni hablo de las mangurrinadas de apropiaciones y demás…

  3. A. says:

    Yo he pasado el mismo proceso y he de decir que mi experiencia es completamente diferente a la descrita por Paz. Desde el principio fueron claros conmigo: me invitaban a hacer un proyecto por el que me pagaban (esto nunca me ha ocurrido y lo agradecía, lo he vivido como un reconocimiento a mis investigaciones) pero también me decían que iba a pasar un concurso donde mi trabajo se valoraría con el de otros a quienes habían invitado del mismo modo y otros que habían surgido de una convocatoria pública. Mi proyecto podía no realizarse. Lo comprendí y decidí participar. No me pareció extraño no conocer a los miembros de un jurado antes o durante el proceso de selección. Uno de los participantes de El ranchito se ponía en contacto conmigo y me explicaba la situación, antes de la selección indicándome cómo era el proceso. Después de las deliberaciones y de la comunicación oficial contándome cómo había sido el proceso y cuál había sido mi valoración. A mí tampoco me seleccionaron, pero me gustó que me invitaran a formar parte de un archivo y que mi propuesta fuera vista a pesar de no realizarse. Me pareció un detalle que lo hicieran. No he tenido mayores problemas (más que los de esperar la facturación en una empresa pública, algo normal aunque molesto en estos días). Siento que Paz haya tenido esa experiencia, pero no me parece justo hacer esas acusaciones.

  4. L. says:

    Soy profesora de la universidad pública y quería expresar mi consternación por esta carta. Me esfuerzo mucho en trasladarles a mis alumnos la importancia de cuidar el lenguaje y la comunicación en estos momentos y esta carta me parece una bofetada a todos mis esfuerzos. Está llena de faltas gramaticales, fallos y, en general, un descuido continuado por resultar coherente. Mi horror se acrecienta más aún si cabe al comprobar que procede de alguien que, suponemos, se expresa a través del lenguaje. Estoy horrorizada de que pueda publicarse algo semejante, sin haber pasado ni siquiera por un triste corrector de word

  5. Jaime Conde says:

    OLÉ! Bien dicho, querida Paz. Es cierto que el lenguaje es una herramienta muy útil para comunicarnos. Pero también lo es que no alcanza para decir lo importante y que, en muchas ocasiones, puede convertirse en un instrumento de control y represión. Por eso, creo que está muy bien que de vez en cuando y cuando la ocasión lo merece (como es el caso de este último escándalo de Matadero…Paz no es la única a quien le han intentado tomar el pelo para gloria de nuestra próxima alcaldesa) le demos unas cuantas patadas a la gramática y a la ortografía. Quizás violentando las normas nos acerquemos un poquito más a aquello que queremos decir. Espero que eso también se enseñe en la Universidad.

  6. L. says:

    Jaime, me parece muy equivocado plantear la defensa de la violencia porque sí, porque te da la gana. Tampoco había apuntado, para no resultar demasiado dura, que me parece horrible la homofobia que desprenden expresiones como “poner el culo”. Si el lenguaje y la palabra son relevantes, lo son siempre. No en una obra o en un proyecto únicamente, sino en todo momento. No en actitudes fascistoides de cuando te da la gana y porque sí. Escribir de manera correcta, sin faltas, no es un organismo de represión. Sí lo es permitirse actuar con determinadas formas.

  7. paz rojo says:

    ay…las formas claro…ahora resulta que hay que atender a las formas…quizá sí que tengas razón en lo de que la expresión “poner el culo” puede tener connotaciones homofóbicas. Asíque, para que no haya malos entendidos digo: “poner el culo” “aunque me mole y mole a otros y a otras, siempre y cuando eligamos para quien lo ponemos”. Aclarar también que no soy escritora ni me dedico a esto. Aclarar que estoy totalmente de acuerdo con jaime y dar la enhorabuena a A. por su experiencia con el Ranchito. Sin duda hay experiencias para todo…es así.

  8. L. says:

    Paz, sí que hay que atender a las formas. Creo que es algo que reivindicas desde tu carta, por favor, no te lo tomes a broma, es algo importante

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