Hoy recordé a Budd Dwyer, aquel antiguo tesorero republicano de Pennsylvania que fue acusado de aceptar un sobornazo y se acabó suicidando en una rueda de prensa en el 87. En enero, cuando sucedió todo eso, yo tenía nueve años y recuerdo las imágenes en el NO-DO de la primera de tve. Creo que presentaba el telediario Concha García Campoy.
El día antes de que el tribunal que le juzgaba dictara sentencia, Budd convocó a la prensa. Hablaba y hablaba y cuando dejó de hablar repartió tres sobres a tres personas. Luego cogió una bolsa de papel y en vez de sacar una botella, sacó una pistola, se la metió en la boca y disparó. Siempre se declaró inocente.
Budd decidió matarse durante la rueda de prensa en vez de asumir que había cobrado un pasturrón bajo manga. Y alguien eligió que se mataría durante mi comida. Era jueves y eso significa que en mi casa estaba la Sra Maruja y también que comimos verdura y pescado. Los jueves venía la señora Maruja a mi casa y se comía verdura y pescado.
Así puedo afirmar que el tiro que Dwyer se disparó, metiéndose la pistola en la boca delante de toda aquella gente en el comedor de mi casa, sabía a patatas hervidas, a acelgas y a caballa a la plancha.
Guau!
eso esta muy bien