Hoy finaliza In-Presentable. Un festival organizado por La Casa Encendida, cuyo comisario es Juan Domínguez. Desde el fin de semana pasado, conferencias, seminarios, talleres y presentaciones han girado en torno al humor en el arte contemporáneo.
Como cada año, el festival presenta un programa con nombres que podrían escribirse en mayúscula. Bettina Atala, Juan Domínguez – Rafael Lamata- Jaime Vallaure (estos dos últimos conocidos como Los Torreznos), Isidoro Valcárcel Medina, Mårten Spångberg, Miguel Noguera, entre otrxs.
Junto con el Festival LP, Mapa, Sismo, BAD, A ras del suelo – puede- que -deje-alguno-más, In-Presentable es de los pocos festivales que no te dejan indiferente. Desgraciadamente no he podido asistir a esta edición por lo que he intentado seguirlo desde la distancia.
Y digo “he intentado” porque si una no lo intenta, no se entera. ¡Qué terrible! – pensaba esta mañana. En la era de la SUPER-información, tener que hacer esfuerzos para saber lo que está pasando en un festival de Madrid, no puede dejar de sorprender.
Parece ser que la organización, entiendo que es La Casa Encendida, no “ha caído” en el detalle de la necesidad de un plan de comunicación exclusivo para el festival. En la web del centro, aparece en la sección de “programación de artes escénicas”.
Como La Casa Encendida lleva a cabo varios programas sobre desarrollo sostenible y educación medioambiental, pensaba en la posibilidad de que estuvieran trabajando en colaboración con “artes escénicas” para aquello de la ecología de la información. Todo puede ser.
El año pasado todavía tuvieron el detalle de publicar en la web un logo del blog In-Presentable. Imagino que debido a los recortes, este año no ha sido posible. Por tanto el público objetivo tiene varias opciones:
- Ser amigo de Juan Domínguez, que no es mi caso, para que personalmente te diga las fechas del festival.
- Ser amigo de Juan Domínguez en Facebook, este sí que es mi caso, para poder seguir sus post sobre el festival. Debe de ser que en La Casa Encendida están desbordados de trabajo, y por tanto, tener un “like” en Facebook, es un extra del que no pueden hacerse cargo.
- Seguir a La Casa Encendida en Twitter y Facebook, como también es mi caso, y que el azar te conceda ese minuto de gloria con ese tweet anunciando el festival.
- Estar dada de alta en el RSS de la revista Continuum, como casualmente también es mi caso, para enterarte de que cuando llega el verano, el festival toma La Casa Encendida.
- Recibir el newsletter de dicho centro, donde el festival tiene la misma difusión que cualquier otra actividad mensual.
- Pasar esa semana por Ronda Valencia, nº 2 y tener ganas de hacer “algo diferente”.
- O ya, en última instancia… yo-qué-sé, ser amigo de ALGUIEN para que te informe.
Así, no tenemos derecho a quejarnos. En estos días revueltos, me pone especialmente triste la falta de conciencia, de aquello que llaman el “bien hacer”. Ahora que los recortes empiezan a tener nombres y apellidos, no habrá motivos válidos[1], para la clase política, que justifiquen la continuidad de festivales como éste .
Yo pensaba que el blog del festival únicamente se “activaba” durante el mes de Junio. Pero no. Durante el año, se ha publicado información muy interesante en formato vídeo y texto, a través de los boletines, la herramienta, el enlace, etc. Insisto en eso del esfuerzo porque ser amigo de Juan Domínguez en Facebook, tampoco soluciona.
Como escribo desde donde escribo, me preguntaba por qué TEATRON no ha participado de forma activa en el festival. Si se tiene en cuenta que el 95% de los usuarios (registrados y no) circulan por ese espacio liminal entre las escénicas y las visuales, ¿por qué In-Presentables no aparece en ningún blog, openblog, Tv-Tron o banner publicitario? …
Esto no es del todo cierto. Durante la semana, el festival ha ocupado su lugar en la Agenda . Por tanto, genera un interés. De eso no hay duda. Luego… ¿es demasiado esfuerzo? ¿Es dejadez? ¿Tienen lleno total y no necesitan de otros públicos? ¿Les parece interesante la masa crítica que generan entre ellos y… ya está?. ¿Qué pasa?. ¿Cuál es el motivo por el que no va más allá de Atocha? No lo entiendo.
Un festival es una actividad excepcional que acontece en un espacio y tiempo determinado. Es concebido como un lugar para la experimentación que, edición tras edición, acaba convirtiéndose en un laboratorio vivo.
Un festival es un juego 2.0. Sin programa no hay público, pero sin público, el encuentro pierde su sentido. Ambas partes son intrínsecas a “ese jugar jugando”. Alimentan la partida. Y depende de todos los jugadores que, lo que tiene de efímero, es decir, su parte malvada, pueda desaparecer.
[1] “Para ellos”, algunos motivos válidos son las estadísticas.