El fado y la saudade son una gran mentira, me dijo una noche Hugo Barbosa. Me apetecía escuchar de donde venía todo esto. Complicado. Le seguí y le perseguí hasta conseguirlo. ¿Cómo? De la única manera posible, a través de juegos de seducción donde la palabra y la mirada van cediéndose el protagonismo según el momento.
Hugo vive desde el 2005 en Barcelona pero cuando empieza a hablar de Portugal, le cambia la expresión de la cara. D’enfant terrible a niño bueno. Lusitania, como le llamaron los romanos, é um país maravilhoso.
El Atlántico funciona como “efecto espejo” haciendo que los atardeces más bonitos se puedan ver allí. Ratificado. Con orgullo me dice que el Mediterráneo no tiene la potencia que tiene el Atlántico, debido a que el sol naciente no es tan contemplativo como el poniente, a no ser de que estés de fiesta toda la noche.
A principios de los 90 Armando y Vasco tomaron la dirección de Citemor. Hugo recuerda esos años con nostalgia. En el 92 dirigía un programa de música en la televisión de Lisboa y estuvo bastante desconectado. Juventud e inexperiencia son dos palabras que repite varias veces durante nuestra conversación.
En el 97 Nuno – hermano de Vasco – le hace una propuesta concreta de colaboración y a partir de aquí empiezan a trabajar de manera continuada. Al principio, en lugar de grabar las piezas hacía fotografías en movimiento.
Con el tiempo entendió que este formato permanecía al margen de lo que acontecía en las creaciones. De esta manera empezó a grabar, no sólo las presentaciones de las piezas, sino también los ensayos, los montajes, entrevistas, con el objetivo de documentar el proceso de trabajo que los creadores llevaban a cabo en Citemor.
La luz de estas tierras bajas, los mosquitos y los olores del campo hacen que trabajar aquí cada año sea algo especial. Me cautiva. Por un momento dudo si apagar la grabadora o seguir. Intuyo timidez. Seguimos. La aparición del blog en el 2007 ha supuesto una dinámica brutal en cuanto a la generación de contenidos alrededor de los trabajos escénicos. Desde que el blog existe – me cuenta – ya no hay descanso: grabar, editar, capturar, convertir…
El fado nace a partir de una serie de elementos que tiene que ver con las colonias, con los africanos que emigran a Portugal, con la alteración de los instrumentos y con la invención de la saudade. La obra de arte más interesante de los portugueses es la invención de un concepto totalmente abstracto, afirma con ironía. La mentira convertida en expresión artística por los siglos de los siglos.
Para entender Portugal hay que saber que el Sebastianismo es una invención. Mirándome a los ojos me explica que el hecho de que este rey haya muerto con 16 años ha sido el epílogo de una serie de tonterías que han sido montadas por intereses políticos; (…) se han inventado una nostalgia en torno a este tiempo que es una mentira tan grosera, que está al nivel de la mentira que había empezado 200 años antes; (…) hubo un bloqueo histórico impuesto por el poder, que ha paralizado toda la identidad de Portugal durante los siglos XV – XVI. Y es por eso que Portugal se ha perdido desde entonces.
En la década de los 20, Fernando Pessoa escribió:
¿Qué es, fundamentalmente, el sebastianismo? Es un movimiento religioso, formado alrededor de una figura nacional, en el sentido de un mito.
En sentido simbólico Don Sebastián es Portugal: Portugal que perdió su grandeza con Don Sebastián , y que sólo volverá a tenerla con su regreso, regreso simbólico –como, por un misterio espantoso y divino, su propia vida fuera simbólica- pero en el que no es absurdo confiar.
Don Sebastián volverá, dice la leyenda, en una mañana de niebla, en su caballo blanco, venido de la isla lejana donde estuvo esperando la hora de la vuelta. La mañana de niebla indica, evidentemente, un renacimiento nublado por elementos de decadencia, por restos de la Noche donde vivió la nacionalidad. El caballo blanco es de más difícil interpretación. Puede ser Sagitario, signo del zodíaco, y convendría, en tal caso, percibir lo que la referencia indica, preguntando, por ejemplo, si hay referencia a España (de la que, según los astrólogos, Sagitario es signo regente), o si hay referencia a cualquier tránsito de planeta en el signo de Sagitario. El Apocalipsis, todavía, provee otra hipótesis sobre este asunto. De difícil interpretación, también, es la Isla.
Este tema tiene 500 años y continua vigente. Con entusiasmo me habla de dos tipos de fado: el de Lisboa y el de Coimbra. Ambos se tocan con instrumentos diferentes. Aunque insiste en que no es un experto del tema, cita algunos nombres.
El Fado de Lisboa
El Fado de Coimbra
Una tarde su abuela le dijo que acababa de llegar al pueblo el hijo de una enfermera con el que podría jugar. Hugo Barbosa tenía 3 ó 4 años. Él y su hermano Guillermo (uno de los técnicos de Citemor) pasaban los veranos en Montemor-o-velho. Este niño era Nuno. Lo recuerda como si fuera ayer.
Con los juegos de la infancia y más tarde la música nacieron las primeras complicidades. Crecieron junto a los proyectos que Citec (Centro de Iniciaçao de Teatro Esther Carvalho) desarrolló durante las décadas de los 70 y 80.
Las primeras colaboraciones con dicho centro se llevaron a cabo a partir del 86, momento en que los intereses de cada uno empezaban a definirse. Hugo estudiaría periodismo, imagen y medios audiovisuales; Nuno, aunque era un apasionado del teatro, se inclinó por la música y Vasco, en el 95, empezó a co-dirigir Citemor.
El Citec era la plataforma de visibilidad de los proyectos artísticos que desarrollaban la gente local durante el año. Citemor nace en el 74 como espacio para presentar la creación local. En Portugal la post-revolución se vivió en forma de fiesta y concretamente en Montemor fue a través de este festival.
Durante los primeros años, el marco de Citemor fue el castillo medieval. Todavía recuerdo obras de teatro creadas por personas que trabajaban en el campo, labrando la tierra, basadas en ideas super revolucionarias y que más tarde, estos chicos se aburguesaron, se establecieron y ahora son institución.
A finales de los 80 empezó la decadencia de la primera etapa de Citemor. En el año 92 Armando Valente presentó su proyecto de dirección para reconducir el festival. Los más veteranos pensaron que “estos niños” se quemarían y abandonarían. Casi veinte años defendiendo el proyecto y pese a las dificultades, continua creciendo.
Los trabajos más recientes de Hugo se pueden ver en su blog. Me cuenta que tiene ganas de organizar todo el material generado durante los 80/90 y publicarlo en Teatron.
Apago la grabadora. Acordamos no concluir nuestra conversación. Nos gusta la idea de continuum para que no nos invada la saudade.