J: ¿Tiene título?
P: Amargo Parking. Es una obra del artista catalán Manel Sellarès. No lo conocerás porque no ha expuesto en ninguna galería y por tanto no tiene críticas en el ara.cat.
No te rías… Esta pieza me cautivó desde el minuto cero. Me quedo contemplándola y me sobrepasa. Me la regaló el año pasado. Casi me echo a llorar, ya me conoces. A veces creo que se arrepiente porque no paro de decir que es uno de sus trabajos más interesantes. (risas)
¿Te motiva? Claro, está estratégicamente colgada. Aquí el factor estética no se tuvo en cuenta. Las prioridades fueron otras.
J: ¿La foto es el cuadro El origen del mundo de Courbet?
P: Efectivamente. Si no me falla la memoria, actualmente está en el museo de Orsay. Me fascinó la historia del cuadro. ¿Has leído el libro de Savatier?
J: No.
P: Pues te lo recomiendo. Tú que eres fan del mundo francés. Nada tiene que ver con tu querido Houellebecq, pero también tiene su parte gamberra.
Parece ser que Courbet lo pintó para un diplomático y coleccionista turco llamado Khalil Bey. Este personaje tenía el cuadro escondido y cubierto por un tupido velo para no escandalizar a sus invitados. La historia de esta pintura está marcada por el misterio. ¡Me encanta!
J: Creo que también pasó por la casa del psicoanalista Jaques Lacan.
P: ¿Cómo lo sabes, si no has leído el libro?
J: Pues… me parece que lo leí en un artículo del suplemento de los domingos de algún diario.
P: Cierto. No me acordaba que usted es lector de esos manuales de vida ideal que son los dominicales.
Me decepciona ver cómo te sumas a esos discursos que crean ciertas instituciones sobre Barcelona, como escenario ideal para desarrollar no-sé-qué-tipo-de-actividades interdisciplinares.
J: No me negarás que en Barcelona hay un sector joven con un perfil emprendedor, que no depende de las subvenciones y que piensa en términos de mercado global.
P: Aaaaaaahhhhhh. ¿Te refieres a los pringados que tenemos cinco trabajos y estamos enganchados al Skype día y noche?
J: (risa burlona) Tú no puedes hablar porque eres una señorita de papá.
P: Yo diría hedonista.
J: Una cosa te lleva a la otra.
P: Me gusta disfrutar de los placeres.
J: También de algunos placeres amargos.
P: ¿Eso no es un oxímoron?
J: Me refería a un perfil que ha hecho de las TIC un modus vivendi. Que se ha convertido en crítico, gestor, creador y curador. Vive haciendo networking y disfrutando del live art que le ofrecen las plataformas de live streaming.
P: Te odio cuando te pones irónico.
J: Para nada. Sinceramente creo que Barcelona genera un entorno favorable en este sentido.
P: Además de vivir de la jardinería, ¿los del ICUB te pagan un extra?
Este sector joven, como tú lo llamas, también pide subvenciones. No como las de don Cesc Gelabert, pero las pide. Y en muchos casos no le son concedidas porque no se entienden los proyectos. En esta Barcelona innovadora, si no tienes un festival o un espacio de exhibición para montar el circo no interesas, ergo no existes.
J: Nena, ¿en qué mundo vives? Píntate los labios y haz una gira por los despachos pertinentes. ¿Todavía no has aprendido esa lección?
P: Me resistía, pero ya estoy cediendo.
J: Venga, apréndete el discurso sobre las TIC y el nuevo paradigma, el cual rompe definitivamente con la concepción de alta y baja cultura, bla, bla, bla… Está muy de moda y gusta.
P: … Este paradigma que ha contribuido a ese overbooking cultural en el que vivimos. Justamente me estaba preguntando estos días si habrá público para Radicals Lliure, para el ciclo de cabaret de El Molino, para el Festival Loop, el de poesía, para las Jornadas de filosofía del Santa Mónica y todo lo demás que pasa esta semana en la ciudad. ¿Tantos somos?
J: Estaré de camino a la Costa Brava, como siempre.
Los Rolling o los Beatles.
P: Argentina o Brasil.
J: Tinto o blanco.
P: La primera vez que jugamos a las parejas fue en ese ático chiquito del gótico. ¿Te acuerdas?
J: ¿Cómo olvidarlo?
P: Desde allí se escuchaban las bocinas de los barcos que entraban y salían del puerto. Sudábamos.