Swan in the sun

Un ballet. El lago de los cisnes. Un clásico. Segundo acto. Momento en que los cisnes salen del lago para convertirse en hermosas jóvenes. Sigfrido le promete amor eterno a Odette. Un anillo de compromiso. Tutús. Tutús y más tutús.

Una película. Boys in the sun, 1971. Otro clásico. Casey Donovan o, mejor dicho, el falo de Casey Donovan. Momento en que un hermoso hombre sale del mar para convertirse en farmacopornohombre. Un anillo comprometedor. Pollas. Semen. Culos. Tutús y más tutús. ¡Me emociono!

La conexión es Wakefield Poole. Bailarín del Ballet ruso de Montecarlo (Sigfrido) y director referente del cine porno gay. Imagino que este salto mortal fue para evitar desarrollar esquizofrenias varias entre tanto foutté, devoulé y padebouré.

El mago. Mauricio González. Deformado en danza académica en Las Palmas, Madrid y Zaragoza. Le dedico un tombé de agradecimiento. Nos presenta sus visiones y revisiones.

“Visión” como la capacidad de ver pero también como la percepción imaginaria percibida como algo verdadero. “Revisión” como la acción de mirar para detenerse en el detalle. Y eso hace. Comparte con el público asistente un análisis comparativo de dos clásicos del siglo xx. ¡Olé!

Un juego desigual. Mauricio, vestido de Sigfrido, lleva una chaquetilla de terciopelo azul con borlas blancas y una peluca. Su polla, de tecnohombre, está desnuda. No puedo dejar de mirarla. Mientras Mauricio habla, su polla baila. Y nos mira. Nos planta cara. Yo me mantengo firme para no perderme detalle.

Se tumba en el suelo como si fuera la Venus del espejo con el mando del video en la mano, retrocediendo poco a poco la entrada de Odette, justo cuando empieza el paso a dos. De espaldas al público lanza una verdad: “La danza contemporánea es el rewind de la danza clásica”. Nos descojonamos. Decido convertir esa verdad en dogma ya que para eso estoy en un ex-festival de danza.

Se anuncia el final cuando se quita la peluca y la chaquetilla de terciopelo azul. El juego se equilibra, Mauricio y su polla desnudos de igual a igual. Tres bailarinas: la trágica, la trans y la clásica. Las tres son Mauricio. Se alimenta de las tres. Del tutú pasa al implante para alcanzar el éxtasis final y lanzarnos el semen a la cara.

Y aplaudo, aplaudo, aplaudo, aplaudo. No dejo de aplaudir. No puedo dejar de aplaudir. No quiero. Sigo aplaudiendo. Aplaudo y pienso: “que no se acabe, que siga, que siga, que siga”. Obsesiva. Exijo la vuelta atrás del tiempo. Vuelta a la sorpresa. Volver a pensar: ¡Cómo me pone este tío!

Un grand jeté de despedida.

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Esta noche he pasado del insomnio a la pesadilla con el malvado Rothbart. Efectos secundarios. Hoy repito. Quiero volver a no dormir y volver a soñar.

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5 Responses to Swan in the sun

  1. masu says:

    Sobre este trabajo de Mauricio, cuyos inicios vi en el Festival a ras de suelo, Las Palmas de Gran canarias http://www.arasdesuelo.org/ , me gustaría ahora sbre la marcha apuntar algo que hablábamos ayer con algunos tras la noche.

    Cuando Mauricio comenzó su trabajo, este resultó carismáticamente atractivo para mi ( en aquel pequeño sótano de una galería de arte en las Palmas) Y esto se debe precisamente porque en ese estado primario, Mauricio daba una información y creaba un marco para que nosotros, especatdores que nos relacionabamos con ambos documentos audio visuales – con determinados análisis magistrales por su parte – que formulaban indirectamente las pistas de un otro espectáculo; aquel que cada uno iba conformando. Un espacio más cercano a la conferencia. En ese entonces Mauricio, desde mi punto de vista, se acercaba a un terreno menos espectacular y más especulativo y tengo que decir que aunque me encantó verle ayer, como siempre, me quedó un sin sabor extraño…el de volver a encontrarme con un performer menos convencido, con errores de pausas, tartamudeos y un público tan cercano que nos olíamos…una otra experiencia menos especatcular pero muy reflexiva…

  2. Pingback: SWAN IN THE SAND, texto de Paola Marugan | Pablo Caruana

  3. mauricio.G says:

    Sospecho al leer sobre W.P en tea-tron que Paula-la que escribe el articulo-debe ser la que el día anterior se me acercó en el pasillo cruissing del CCCB-vestuario de artistas y baño publico contiguos-y me dijo:
    he vuelto para volverte a verte.
    Sospecho que es la misma que luego en la poderosa me invitó a un vino:
    -No bebo alcohol, le dije
    -y tu haces estas cosas asi “a pelo”me dijo sorprendida refiriendose al trabajo
    A pelo , sinónimo de sobrio
    Salir a escena a pelo, sin protección.
    Paula y yo “Follamos” sin condon la noche del CCCB,ella se enteró después, en La POderosa.
    Luego la vi dormir,plácidamente ebria sobre los cojines de La Pode.
    Ella era ahora la Venus recostada
    La venus de los collares de bolas de colores.

  4. Paola says:

    Sospechas bien Mauricio. Yo soy esa, como dijo la tonadillera. La parte mala de caer en las garras de Baco es no recordar casi nada al día siguiente. Fue una buena sesión de sexo. Tebeso. 🙂

  5. bisuteria says:

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