“La pantalla de la televisión es la retina del ojo de la mente. Por lo tanto, la pantalla de televisión es parte de la estructura física del cerebro. Por lo tanto, todo lo que aparece en la pantalla de la televisión se convierte en una experiencia en bruto para aquellos que lo ven. Por lo tanto, la televisión es realidad, y la realidad es menos que la televisión.” Brian O’blivion en Videodrome.
PAOLA. Me parece interesante empezar explicando el por qué has elegido la película “Videodrome” como punto de partida para VHZ.
JAVI. Elegí Videodrome por su estatus intermedio entre la caspa y el culto. A mucha gente, incluída tú, le parece un producto patillero y ochentoso, y eso está bien, prefiero partir de una peli de videoclub que de un referente establecido e intocable.
Podría haber extraído una cita con una equivalencia casi exacta de Neuromante o de Alphaville, por ejemplo, o de algún libro de Ballard o Sterling, pero admitamos que sacarle el mismo jugo a un Robocop, a un Burst City o a una Pandilla Basura tiene más chicha y resulta infinitamente más sexy.
P. La frase que has elegido se lee como una sentencia potente no sólo frente al arte sino en general en la vida.
J. Yo la veo más como propaganda que como literatura. Más que una sentencia es un eslogan que sintetiza muy bien el concepto de hiperrealidad.
De eso habla el texto. De cómo el protagonista de Videodrome se desprende de la realidad cuando entra en contacto con la violencia catódica definitiva. El stock eterno, las piernas que nunca terminan, el chichi que siempre está húmedo, el bigote perfecto, un padre de familia que se va de picnic a una fotografía HDR. Ese tipo de cosas.
P. Sacada de su contexto debo decirte que no se ha leído como un eslogan. Y digo esto porque durante la exposición mucha gente me comentó si es “verdad” o “mentira”. Me ha llamó la atención porque no me había parado a pensar en esto.
J. Eso está bien, el arte como generador de dudas y de pensamiento crítico. Usted es un laboratorio. Como decía Chuck D en una entrevista que leí hace años: esta mierda me está controlando.
P. Leído así y teniendo en cuenta que la peli es del 84, parece que Cronenberg tiene algo de visionario o que vio con nosotras La Bola de Cristal, por seguir en los ochenta…
J. Bueno, no creas que tiene tanto de visionario. Yo no la incluiría en el género de anticipación. Entiendo como visionarias obras como La Sociedad del Espectáculo, ahí tienes a Guy Debord contándonos en los 60 cómo iba ser El Diario de Patricia. Alucina, vecina.
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Usar este tipo de material es como buscar perlas en la basura, una forma de llevarse algunas ideas muy pesadas y potentes al extrarradio. Tiene algo de rap. De ostranenie macarrilla, de salón recreativo. Y a veces te hace preguntarte, como reza el comentario mejor puntuado de este video: “¿Qué coño estoy viendo?”
P. Creo que no me expliqué. Una cosa es el paté La Piara y otra el foie de pato. Con lo de visionario me refería al desarrollo de la cibercultura y el ciberactivismo. Lo que ahora es el colectivismo virtual, en los noventa se practicaba de manera individual.
J. Como diría Guy Threepwood: “estoy vendiendo estas chaquetas de cuero“.
P. Entendiendo la televisión desde un marco mucho más amplio para situarnos en lo que llaman “cultura digital”, aquí la frase de Brian O’blivion deja de resultar tan radical.
J. Claro, no es radical para nada, es casi descriptiva. Es una lectura en frío del espectador medio, y tiene más de deductiva que de inductiva. Los anunciantes usan la televisión para vender sus productos a los espectadores, pero la televisión vende a su vez estos espectadores a los anunciantes. Es evidente que el anunciante es el depredador en este escenario.
P. Los Media han cambiado nuestra forma de movernos y entender el mundo. Han modificado nuestras estructuras básicas: los modelos de relación social, el gran temazo de la concepción de la autoría, se han creado nuevos modelos de negocio; el llamado arte digital lleva varias décadas enriqueciendo los discursos de las diversas “historias del arte”, incluso nos ha llevado a reflexionar sobre nuevas formas de archivar toda esta super producción que ha devenido por nuestra vida en la red.
J. Yo archivaría a más de un archivero.
P. Je-Je. Pues no vas mal encaminado. Hace algunas semanas estuve escuchando una ponencia de Daniel G. Andújar comentaba que hemos dejado de ir a los archivos y bibliotecas porque vivimos en un archivo enorme: “autoarchivados sin fronteras”. Bromas aparte, es emocionante ver cómo la red ha permitido una democratización de la información a escala global.
J. Creo que es una democratización parcial, hay que tener cuidado con esa lectura eufórica de cómo fluye la información en la red, en donde aparentemente su consumo no pasa por su compra.
Dicho esto: sí que resulta emocionante. No creo que hubiese conocido manifestaciones que me han influído tanto como la demoscene de 8bits, los proyectos de arte basados en identidades múltiples, el Digital hardcore, los Hamburguesa Vegetal y un larguísimo etcétera sin la red. Dios bendiga a Jodi y tal. Para los que somos pequeños y algo renegades este es el ecosistema perfecto para poder visibilizar lo que hacemos.
P. Me gustaría que me expliques o mejor dicho, que nos expliques el proceso de trabajo y el desarrollo técnico de la pieza.
J. VHZ sigue un proceso que ya he usado parcialmente en otras piezas, como en las instalaciones Bates y James Brown o los videos XXX y Megafauna, trabajando con diferentes formatos de cinta magnética y usando la degradación de la imagen mediante sucesivos procesos de grabación y realimentación. Imagínate que Alvin Lucier tuviese un videoclub. Sería algo parecido a esto:
1. Video en proceso de trituración. 2. Ttituladora Videonics Titlemaker 2000 modificada. 3. Una Fisher-Price PXL-2000 modificada. 4. El flamante Vortex Decoder, procesador de video Archer modificado por Tachyons+. 5. Otra PXL-2000 con más circuit bending todavía, obra del experto mundial en la materia: Waterhed de Bentstruments. 6. Cámara Hi-8. 7. Video S-VHS. 8. Receptor de audio-video por radio. 9. Michael Jackson.
P. Entiendo que para ti la técnica no es un medio que justifica el resultado, sino que es más bien un posicionamiento ideológico o una manera de hacer militancia.
J. Algo de eso hay, lo que está claro es que esto no tiene que ver con una visión nostálgica e idealizada de las tecnologías del pasado, para eso ya está el Instagram.
En este texto sobre la baja fidelidad que escribí hace unos años comentaba el tema: “Pensemos en la austeridad de los 8 bits frente al confeti técnico de los nuevos procesadores”. Y que conste que me encanta la tecnología contemporánea, de hecho lo interesante de la cacharrería es usarla para hacer cosas para las que no fue diseñada originalmente.
P. Leyendo tu texto “ Todo volverá a ser diferente”, me llama la atención la defensa de la austeridad y el amateurismo como un posicionamiento crítico frente a la high tech. Cada vez que voy a la galería y le dedico un rato a VHZ me resulta difícil pensarlo como un trabajo austero. Más bien me remite a esos objetos que se valoran más por estar hechos a mano y que suelen elaborarse con mucho cuidado (y cariño).
J. Bueno, no confundamos austeridad con no ser minucioso, una cosa no tiene nada que ver con la otra, de la misma forma que abstracto no es un antónimo de preciso o concreto.
Yo me refería a la sencillez de este tipo de tecnologías y la imposibilidad de generar imitaciones de la realidad con ellas. No puedes reconstruir una situación objetiva con un ZX Spectrum, por lo que las representaciones hechas con este material se alejan por necesidad de cualquier canon de fidelidad.
Piensa por ejemplo en el sonido de piano de un Casiotone; si trasciende la imitación es precisamente porque no se parece absolutamente en nada a un piano. No es una transcripción figurativa de un sonido real, y por eso tiene más valor en una investigación que la mejor simulación de piano del mundo. Para lo otro ya están los pianos de verdad.
P. Lo de practicar el amateurismo es sólo una actitud, ¿no?… un posicionamiento crítico en contra de nuestros mundos altamente tecnologizados.
J. El texto de Sergio Jiménez “Amateurismo y fotografía en el arte conceptual” lo cuenta muy bien:
“Mientras aquellos que imitan lo amateur intentan recuperar el síntoma característico de la cámara fácil de usar, se imponen nuevos modelos profesionales en el mercado (…) esa belleza que los amateuristas quieren atrapar es fruto de una tecnología que no exige habilidad ni estrategia de uso (…) el productor amateur no elige la tecnología sencilla, sino que le es impuesta y convierte a los amateuristas en deudores de tal situación”.
Si te fijas en los últimos 15 años esto ha sido particularmente acusado en el campo de la producción musical; frente a la popularización de unos medios técnicos que obligan a esa profesionalidad digital y aséptica ha crecido una querencia hacia el low-fi y sus derivados: circuit bending, 8 bits, tecnologías obsoletas, ingeniería inversa aplicada a tecladillos de feria, etc…
Es un poco como este Minifischli & Miniweiss.
P. Siempre pensé que VHZ le molaría mogollón a todo el mundo. Que se valoraría ese “trabajo manual” y que se entendería el amateurismo desde el que está creado. Mi sorpresa es que no ha sido así.
J. ¡Timorata! Jajaja ^_^
P. Se han quedado con el rollo “amateur popular”. ¡Joder! Aquí me he perdido algo.
J. El supersensei Armando Montesinos habla en esta entrevista del “entendimiento perversamente ideológico de la idea de lo popular. Esa ideología dominante y de dominación que entiende que hay que darle a la gente lo que la gente quiere (…) la tendencia a confundir el arte popular como las manifestaciones culturales, o la artesanía. La tuna, los autodidactas, la creación de canastillas… eso es artesanía o folclore.”
Un punto clave en el arte que me interesa es que no es evasivo, no funciona como terapia ocupacional ni va de de escapar del entorno, va de sumergirse en él y cuestionarlo.
P. Algunos de los valores que en los últimos tiempos han vuelto o re-vuelto son justamente la crítica radical a los excesos y la falta de valores: la irresponsabilidad tecnocientífica, social y política, justamente todo lo que me cuentas. Uhm…. (no sería justo no decir y re-decir que gente, cuyas opiniones son importantes para mi, han flipado con la instalación)
J. Unicornios, son como las gaitas, a quién no le gustan las gaitas y los unicornios. El primero de estos unicornios pertenece a Blade Runner y el segundo al último videoclip de Nicki Minaj. El contexto convierte a uno en una construcción de culto y al otro en una chabola que roza lo choni.
Pero al fin y al cabo un unicornio siempre será un jodido unicornio.
P. Este conversación también la he tenido con Cristina Blanco. Mucha gente todavía cree que su pieza Ciencia-Ficción está por acabar y es tal cual ¡coño! Lo saco a relucir porque sé que tú también eres fan…
J. Sin duda, muy fan de Ciencia-Ficción, Cristina es lo puto mejor, hila muy fino. Si tuviese que llevarme dos shows a la isla desierta de las escénicas(*) uno seria el suyo y el otro el de Black Tulip.
(*) “La isla desierta de las escénicas”. Joder, ¿Te lo imaginas?. Zombis leyendo las solapas de libros muy bien encuadernados, buscando palabros y referentes express. Hay que contarle esta idea a a Noguera, seguro que le saca jugo.
P. En VHZ y en tu trabajo en general el continente y el contenido se encuentra en el mismo plano, uno no está al servicio del otro.
J. El continente que habla del contenido es uno de mis grandes afectos. Hay materiales muy permeables a la predicción, maletas que hablan de la ropa interior que transportan, botiquines en los que sabes que nunca habrá tiritas o esos discos cuya portada describe perfectamente la música que ilustra. Por ejemplo:
No me digas que viendo esta portada no te imaginas perfectamente esta canción
P. El vídeo de Donatella Rettore es la portada del disco. No hay discusión 🙂
J. No, jeje, no la hay. Este tipo de cosas están bien para situarte de nuevo en la parte inferior de la escalera y volver a pensar con claridad.
P. Creo que también será esclarecedor hablar del referente de Tetsuo y la cultura cyberpunk (desconocida por muchas de nosotras), en relación a la presentación final de la pieza, especialmente para las que crecimos entre las muñecas Barbie y Nancy.
J. Ya, Tetsuo y su belleza mongolizante. Lo primero que hay que tener en cuenta es la cultura punk del DIY. Poder contar cosas con medios sencillos: si hay presupuesto hago una superproducción en cinemascope, si no lo hay me lo monto con 16mm y basura. Lo segundo es que el cine cyberpunk japonés es muy diferente del occidental, tiene un carácter más experimental, la narración está mucho más fragmentada y su imaginario está más cerca de los Altos Hornos que del silicio.
En estas pelis no hay rastro de tech-noir, nada de neblina de cigarrillos, lluvia y sirenas a lo lejos. Hay moteros macarras, delincuentes pervertidos, hormigón, metal y toneladas de maquinaria industrial que quiere fundirte los plomos. De eso sí que hay.
El trabajo precusor de Tetsuo, The Phantom of Regular Size, ya desarrolla la idea del progreso como proceso estremecedor e irreversible; un terror alucinado expandiéndose por todo el metraje de la peli.
Un injerto, una operación o una modificación corporal es en esencia la introducción de algo inorgánico y hostil en nuestro cuerpo. Lo inquietante en la obra de Tsukamoto es que plantea la colisión de la carne con el metal como un paso lógico en el proceso evolutivo. Justo igual que Brian O´Blivion en Videodrome, para quien la implantación de la señal televisiva en el propio cuerpo es algo natural.
Y entiéndeme, la transformación física del cuerpo no es el tema, sino el hecho de que esta produce a su vez una serie de transformaciones perceptivas y vitales muy profundas. Yo diría que este es uno de los rasgos más característicos del cyberpunk japonés.
P. Mis referentes me llevan a pensar en el Manifiesto Cyborg de Donna Haraway en el que a partir de la metáfora del cyborg, denuncia la heteronormatividad y el patriarcado universal. Resumiendo muchísimo, a esta dama le gustaría vivir en un mundo donde la Gente conviva de manera armoniosa con la naturaleza y las máquinas.
P. JAAAAAAAAAAAAAA JUAS JUAS JUAS JUAS JUAAAAAAAAA
J. ^_^
P. Volviendo… me gustaría aprovechar este café virtual para preguntarte por el siguiente trabajo que estás preparando.
J. Pues la semana pasada estrené esta pieza para el nuevo disco de Carles Viarnés.
Este año tocan cosas nuevas de Fluzo y Dúo Cobra, el disco a pachas con Sr. Anido y mucho video pendiente: un minidocu a punto hecho en Pixelvision, una pieza en 16mm, una instalación con porno en formato magnético… Fuegos reunidos, ¡diversión sin límites!.
Y ya en el terreno de lo laboral estoy haciendo curros dinámicos, románticos, poligoneros, , simpáticos, poco simpáticos, saludables y mucho menos simpáticos.
También ando puliendo una estrategia que lance los combinados Rauschenberg al top ten del imaginario cocktelero. Ahora os reís, pero esto pegará fuerte como lo hicieron el solisombra y el gin tonic en su día. Tiempo al tiempo.
P. Soy fan del gin tonic.
J. ¡Heil, Seagram’s!
Después de una hora leyendo la entrevista y visitando cada link sólo tengo una palabra: APOTEÓSICO.
Grandísimo post a cuatro manos. Gracias. Así da gusto.
La verdad es que ha sido muy divertido trabajar con Javi. Mucha información pero MOLA MUCHO 🙂
Es la polla. Tanto conocimiento del bueno y tan bien condensado. Gracias.