nace de las ganas de jugar a la guerra, al repasar una cicatriz cualquiera de la memoria de mi abuela. y se va expandiendo en ternura e intimidades. fue de sentir violencia en el aire, desde el poder, como un olor penetrante en toda una ciudad y un país.
los medios de comunicación, las tomas de fincas rurales, las declaraciones golpistas de un general y la repentina idea de que tal vez la guerra podía comenzar en cualquier momento, ya había señales. y qué haría yo, una cualquiera, un poco bocazas, si la guerra comenzase. otra guerra civil. krah dice que somos vagos para eso. otros que no estamos “tan mal”. y yo sin saber en dónde, ni si soportaría el exilio..francia, bolivia, montouto…ahora ya no me lo creo tanto, por eso desvelo mi estrategia aquí, en esta intimidad compartida, porque creo que somos demasiado vagos. y porque de ser, sería algo que ya estamos viviendo, y no me persiguen. ni se molestan. sería una guerra que ya ha comenzado, sin publicación en el boe. una guerra desarmada, pero que genera ganadores y perdidos. exiliados y profesiones extinguidas, ejem, precariedad, abusos de poder y suicidios, hambre, miedo, enfermedad, retroceso, incultura. un enemigo escurridizo. nací en el lado malo del capitalismo escribió alguien en una pared cometiendo un delito, y yo se lo agradezco. y si me manifiesto al lado de ese, también yo soy criminalizada obscenamente, el poder nos insulta mintiendo (como cuando alguien llama puta a una madre) y dice que soy una criminal porque cuestiono la autoridad, los abusos de la autoridad, y se mea encima. el poder tiene miedo de que pensemos, el poder no nos contó que en españa ganó la guerra el fascismo, reinó durante años y representó (de teatral) una transición pacífica en la que otra vez más, y se ha convertido en tradición, casi nadie asume responsabilidades (te mando un beso en un sobre rajoy, otro para aznar). tantos días escudriñando el paleolítico para llegar al final de curso sin tiempo para la historia contemporánea de españa. y de verdad que nuestros hij@s no saben que aquí la guerra la ganó el fascismo (como si el tercer reich no hubiese desaparecido y hitler en vez de suicidarse hubiese arreglado con la reina de inglaterra una europa postguerra en el que todos callamos para que siga habiendo asesin@s entre la gente “normal”, y que el pasado deje sitio al presente, aún envenenado. pensamiento para garzón y su memoria). debe ser una putada no saber dónde está enterrada tu madre. tal vez en la fosa de burgos.. no sé a cuánta distancia de gamonal. vamos a intentar llegar a la gente, y sin miedo, que ya no hay fusilamientos.
(Fotografía: Fabiana Corrêa)
(El país.com, 15 abril 2010.
Hilda Farfante Cayo, de 79 años, confesó ayer, entre lágrimas, que había sido el sentimiento de culpa el que la había llevado hasta allí, a participar en el encierro simbólico de apoyo al juez Baltasar Garzón. “Me siento culpable de lo que le pasa. Porque yo le veía que iba a por Pinochet y luego a por los argentinos y siempre decía: ¿Y lo de mis padres? ¿Y la represión franquista? Cuando dijo que se iba a ocupar de esto, me llevé la alegría de mi vida. Ahora, con todo lo que le está pasando, tengo ganas de pedirle perdón. Mi abuela siempre decía: ‘a los falangistas decidles siempre a todo que sí. No les llevéis nunca la contraria’. Y a lo mejor tenía razón”.
Hilda tenía cinco años cuando perdió a sus padres, ambos maestros, como ella. “Se conocían desde pequeños, iban siempre juntos. Nunca se habían separado. A mi madre fueron a buscarla cuando iba a abrir el colegio. Ocho años después, en su acta de defunción, escribieron como causa de la muerte: ‘Hecho de guerra’. Abrir el colegio de un pueblo era un hecho de guerra. Mi padre fue a buscarla al día siguiente y lo mataron también. Ella está enterrada en una cuneta. A él lo tiraron por un barranco. Son desaparecidos. A las tres hermanas nos separaron, cada una con un familiar. Ya nunca volvimos a estar juntos”, cuenta, emocionada.
“Yo siempre pensé que si esto lo cogía Garzón, se solucionaría todo, pero se ha metido en una trampa. El franquismo sigue gobernándolo todo”, concluye.
(..) Guillermo Fouce, de Psicólogos sin Fronteras: “Todavía me pone los pelos de punta ver cómo bajan la voz para contar su historia. Y su capacidad de resistencia. Las víctimas que no son reconocidas acaban pasando por un proceso que en psicología se llama victimización secundaria y complica mucho la curación. En estos casos, todos son doblemente víctimas, porque no han sido escuchadas y ahora, además, tienen otra vez la sensación de que quieren callarlas”)
la censura capitalista, franquista, facista, machista.. hará que este proyecto no reciba becas o subvenciones..bueno mujer, no pierdas la “fe” en las personas. vivan las estrategias de supervivencia!
A “compra fans del fb” le gusta nuestro grito, genial