El circo es caer frenando. El circo es un gran salto que se da para ensanchar la caída. Y caer frenando. Tomar gran impulso al saltar alto y que la distancia desde la que se cae sea tanta que permita dibujar en ella vueltas, balanceos, brazos y piernas extendidos como estrellas. Se encarama el acróbata a un mástil, o una cuerda, o un trapecio. Para caer despacio. Caer sobre el suelo, sobre otros. Sobre uno, dos o todos. Con los pies, de cabeza, con las manos. En plancha. Mirando o sin mirar. El circo sin la gravedad no existiría.
Al entrar, gente mirando a gente. La escena está en el centro, rectangular. La música suena en loop, repetición que desespera a algunos -se oye un aliviado “gracias” cuando se detiene el tocadiscos- y despierta el afán de análisis de otros –“son dos corcheas, dos corcheas dos corcheas, una negra, silencio de corchea y arriba del compás un acorde; recomienza, dos corcheas, dos corcheas, negra, silencio de corchea y arriba corchea y…vuelta”-. Unos cubos como muñecas rusas han sido ordenados en fila en aquel rectángulo. A veces cabezas cuadradas, otros pedestales sobre los que triunfar, torres de Babel o dominós, los cubos estructurarán la pieza.
Todo comienza con mujeres fuertes portando a los hombres. Hay una bella imagen con Zinzi Oegema subiendo por el mástil chino como una escalera de caracol sobre los antebrazos de los hombres, cual reina de corazones.
Sugestiva sonrisa al público que no falte. Y el público, enamorado. Es el circo.
Cuando nos invitan a jugar al son de esa música tan bauschiana –La prima vez- irremediablemente aflora la emoción. Jugar en equipo es emocionante –de tuz ojos me ‘namori-. Darse cuenta de las propias renuncias en favor del grupo –d’akel momento te ami-. Percatarse de que las personas también hacemos contexto, no sólo el paisaje. –Fin a la tomba te amaré-. Si movemos los cubos –aserkate me kerida. Salvadora de me vida-. Tanto gana el que sostiene como el que salta. –Descubrite i ávlame. Sekretos de la tu vida-. Imposible resistirse a una canción tradicional sefardí en esta verde tarde de primavera.
Common Ground de Common Ground Circus se representa el 16 de abril de 2023 en el Laboratorio de las Artes de Valladolid, LAVA, con motivo del Día Internacional del Circo.