Francis Alys. When Faith Moves Mountains. 2002.
Ahora mismo está siendo el debate de investidura en el Congreso de los Diputados. En un rato empezará la votación; cuando colguemos este post ya se sabrá el resultado. Que no. El paisaje que miro por la ventana lleva siendo el mismo desde hace años. Cuando sopla el viento, se agitan las hojas de las plantas; cuando hace calor, y me olvido de regarlas, se marchitan. De vez en cuando hay algo ligeramente diferente. Si esto ocurre, por un instante, el ánimo me cambia. Si tengo fuerzas suficientes, abro la ventana y digo: ¿por qué hoy?, ¿qué es lo que ha pasado hoy que ha hecho que sea diferente? Luego pienso en la ordinariez del día. Uno como cualquier otro. Pero dentro de lo mismo hay algunas cosas que relucen con un brillo diferente, matizado; es innegable. A pesar de que no conozcamos todos los principios, todas las cosas tienen un principio. Cuando algo cambia, aunque sea de forma minúscula, tendríamos que ser capaces de inventarnos una palabra nueva. Todo para el pueblo tiene varios principios. Pero aún seguimos buscando esa palabra nueva. El paisaje es fundamentalmente mismo, aunque el tiempo ha agitado, secado, podado y reverdecido las plantas. Después de un año dando vueltas a un proyecto, gracias a La Casa Encendida y el CA2M, haremos el día 11, dentro de Comunidades Inestables -organizado por Intermediae, en Matadero-, otro intento para que las cosas se vuelvan ligeramente diferentes. ¿A quién llamarías si tuvieses que construir un país? ¿A Pedro Sánchez?, ¿a los fraggels? ¿Por dónde empezamos?