Primeras fotos de la serie «Que bonitas vacaciones», en las que interfiero en las poses de los turistas en los monumentos.

Cuando vas a un lugar desconocido y nuevo y te concedes el privilegio de ser anónima,de reinventarte y no darte por hecho.
Me atrae la idea del anonimato y de empezar de cero.
Es una de las sensaciones más cercanas a la libertad, dejando al lado la preocupación de complacer a los demás, de actuar como esperan los demás o incluso una misma.
Me molesta la gente que trata de complacer a los otros. Y me fascina profundamente la autenticidad de la gente que hace lo que desea de verdad en cada momento.
Para mí el anonimato tiene que ver con esta actitud en la que como decía Alaska;
«a quien le importa lo que yo diga…»