Al observar estas posiciones en el espacio pienso en islas. En fragmentos de tierra repartidos en el agua.
Partimos de estas posiciones para movilizarlas.
Tomamos una y tratamos de movilizar los diferentes segmentos manteniendo siempre una zona anclada,una zona fija.
Buscamos la continuidad y levedad en el movimeinto.No fragmentarlo.
Algo se mueve fácilmente.En la superficie.
Tras encontrar alguna estrategia para acercarnos a esta levedad decido seleccionar una posición y trabajarla más en profundidad.
La posición es en la vertical,con un brazo elevado formando un ángulo de 90·.
Esta postura tiene el grado justo de tensión,es bastante reconocible y cotidiana(podemos pasar a lo largo del dia por ella fácilmente) y al mismo tiempo ofrece libertad para movilizarla.
Este movimiento que se va definiendo poco a poco es un compendio de pautas,posibilidades y restricciones.
Para mí habla de la inquietud,de no poder parar de moverse.Antes de llegar a un punto ya estas pensando en cambiar de lugar.Asi que el dibujo que se traza es a partir de abortos de acciones.
No llegar al final de la posición,pero no cortarla.Nunca cesa.
Es tranquilo,suave y cotidiano,pero tiene que tener un poco de tensión,para que nos capture.
Quiere moverse,pero tiene la limitación del brazo.
A veces aparece una especie de mimo y de movimiento «importante»del que huimos.
Probamos varias interferencias. A ver que nos da.
Le doy unos cascos con una grabación de una conversación nuestra.Le digo que este con la pauta de movimiemto pero que reaccione a las voces y que de vez en cuando comente alguna frase.
Este trabajo de disociación no es claro. Su atención solo puede centrarse en una parcela.
Cuando escucha la grabación,descuida el moviemiento y se convierte en algo mecánico y repetitivo.
Buscamos la espontaneidad.
Cuando piensa en el movimiento le da demasiada importancia y los cascos desparecen.