Seguimos con otro de esos apetitos tangenciales, apetitos fuente o referente. Una reflexión de Gerard Siegmund en relación a la palabra, el lenguaje, el cuerpo y la acción, sus conexiones y disociaciones. En ella hace referencia a una obra de Ion Munduate anterior a la que se presentará este viernes en el Mercat de les Flors:
[…] En Astra Tours, el teatro se convierte en lugar de encuentro no sólo para los bailarines y los públicos, sino también para el lenguaje, el cuerpo y las acciones. De ese modo, el escenario se convierte en una zona intermedia en la que se explora la subjetividad dentro de un contexto cultural. Munduate presenta el cuerpo como algo enmarcado en el lenguaje y la cultura. […]
Muchas de las cuestiones apuntadas en este breve texto siguen presentes en la pieza que podremos ver mañana, “Sin título (en colores)”, pero en esta ocasión tratadas desde la ausencia de la palabra, centrándose en la actividad y la imagen que genera el cuerpo.
¿Qué encierra una palabra? Astra Tour, una pieza de Ion Munduate Por Gerald Siegmund
¿Qué encierra una palabra? Desde los tiempos de la antigua tragedia griega, el teatro sirve de marco para esa catástrofe que es la dependencia que tiene el sujeto del Otro. Ese conflicto se pone de relieve por la disociación que sufre el cuerpo del actor del diálogo dramático o del intercambio lingüístico coherente entre los personajes de una obra. Igual que en la obra de Sófocles Antígona no se permite enterrar el cuerpo de Polyneikes a fin de que tome el lugar legítimo que le corresponde dentro del orden de cosas cultural y social, el cuerpo es disociado del lenguaje. Los gritos de dolor de Aias, que ningún lenguaje puede expresar o contener, son otro ejemplo que viene al caso. Como cuerpo superfluo que es, va más allá de las reglas y regulaciones del lenguaje, incluida su función como medio de comunicación. El cuerpo adquiere vida propia. Aunque está encuadrado dentro del lenguaje y sus leyes intersubjetivas, el cuerpo en el teatro ha caído en desgracia. Rechaza una integración sin problemas, y recibe su potencial dramático precisamente de esa división. Pensemos en la multitud de cuerpos dentro del género de la farsa que atraviesan el escenario sin saber si tienen que girar a derecha o izquierda, y pierden su identidad en la vertiginosa velocidad de una coreografía implacable. El teatro ha sido siempre un lugar donde encuadrar la catástrofe derivada de la disociación entre el cuerpo del sujeto y el lenguaje al cual está sujeto el cuerpo.
¿Qué encierra una palabra? Todo un espacio, que es el escenario del sujeto. En su pieza Astra Tour, el coreógrafo, bailarín y performer Ion Munduate presenta un mundo hecho enteramente a base de lenguaje. Dentro de ese universo lingüístico, introduce su cuerpo, para hacer que interactúe con su amo. Vemos en el escenario una carpa grande, abierta, de las que suelen utilizarse para celebraciones festivas. Hay una simple silla colocada a la izquierda, mientras el telón de fondo sirve de pantalla para proyectar diapositivas. Es el propio Ion Munduate quien se encarga de ir pasando las diapositivas. Con el escenario sumido en completa oscuridad, aparece la primera diapositiva, con la inscripción “Espera”. Ion Munduate está sentado en la silla, esperando. Cuando aparece la palabra “Luz”, se encienden las luces del escenario. De forma similar a lo que ocurre en The Show Must Go On de Jérôme Bel, Munduate imagina el escenario como lugar de creación de un mundo. Durante los siguientes cincuenta minutos, aparecen varios rótulos de carretera con nombres de pueblos. Los topónimos, nombres de pueblos españoles reales a los que ha llegado Munduate con su coche Astra, sirven de indicaciones que guían las acciones de Munduate. Cada vez que abandona un pueblo y la acción, el nombre que aparece en el cartel se tacha con una línea roja.
Así, el escenario se convierte inmediatamente en un lugar para el intercambio cultural, que se muestra que depende del lenguaje. Astra Tour es un viaje acerca del viaje a través de España en un coche, que se convierte en metáfora de ese viaje que es la vida. Aparece una palabra, y se realiza una representación física relacionada con ella. La palabra “Ser” aparece más de diez veces en la parte trasera de la carpa. La primera vez, Munduate simplemente se queda en pie, quieto, para caer al suelo cuando se tacha la palabra. Vuelve a levantarse cuando vuelve a aparecer la diapositiva de “Ser”. Esta vez cae con la mano apretada contra el corazón. Carga con una piedra pesada, que lo sepulta. Igual que trabajar, hablar y cantar son parte también de la vida, igual que la búsqueda de lo “Real”, que él representa abandonando el escenario, escapando de él como lugar para la ficción. Munduate encuentra toda una serie de pequeños gestos y acciones que representan formas de ser.
En La Compagnie, otra performer, Amaia Urra, entra por la parte trasera de la carpa. Se une a Ion Munduate en el balancín que aquél ha construido a partir de una plancha. Amaia lee en voz alta una revista de moda. Los anuncios de contactos se mezclan con consejos de belleza y con la historia de un cosmonauta ruso que una vez exploró el espacio flotando por encima del planeta Tierra. La palabra, que es un espacio que envuelve a un cuerpo en el escenario, se convierte de pronto en la totalidad del universo. La vida en la Tierra abarca también “Amor” -se abrazan-, “Alegría” -bailan al son de una música alegre-, y finalmente “Adiós” y “Salir”, después de apagarse las luces. El mundo que era esa representación ha llegado literalmente a su fin.
En Astra Tours, el teatro se convierte en lugar de encuentro no sólo para los bailarines y los públicos, sino también para el lenguaje, el cuerpo y las acciones. De ese modo, el escenario se convierte en una zona intermedia en la que se explora la subjetividad dentro de un contexto cultural. Munduate presenta el cuerpo como algo enmarcado en el lenguaje y la cultura.
En la instalación de vídeo que acompaña a la pieza, vemos a Munduate atravesando los pueblos, cambiando de gafas de sol dependiendo del tema sugerido por las señales. Pero la pantalla está partida. Dentro de la imagen tomada por una cámara que hay tras el parabrisas, que muestra la carretera que hay delante, aparece otra imagen. La imagen pequeña está filmada desde el asiento trasero, y muestra la nuca de Munduate. Su rostro sólo se ve dentro del retrovisor, que produce así un tercer marco para otra imagen. Esa serie de imágenes reflejándose unas en otras hace dirigir la atención hacia qué está incluido en la imagen y qué queda fuera de su marco. Hace dirigir la atención al hecho de que lo que vemos como vida es una construcción de dispositivos de encuadre. Como el teatro. Como las imágenes. Como las palabras. ¿Qué encierra una palabra? Un cuerpo y toda una vida.
GERALD SIEGMUND da clases en el Departamento de Estudios Teatrales Aplicados, en la Universidad de Giessen. Desde 1995 ha trabajado como crítico freelance de danza y performance para el Frankfurter Allgemeine Zeitung, Ballettanz y Dance Europe. Ha publicado gran variedad de textos sobre danza contemporánea y performance teatral.
Ion Munduate presenta el viernes 25 de marzo en El Mercat de les Flors, a las 21’30h, «Sin título, en colores»