El discreto encanto del coche_una máquina global. (Extracto)
Carles Guerra. Cultura/s 09/09/09

…”Cualquier emoción o sentimiento humano está ligado al coche. Es el objeto que sintetiza nuestra vida. Lo más intrigante es que eso vale tanto para aquellos que lo utilizan como para los que nunca lo han poseído, o ni siquiera ha sentido la necesidad de subirse a uno. El coche encierra el nudo de un sistema que lo abarca todo: la economía, el trabajo, la política, las fantasías, las guerras, el progreso y la destrucción. Nada queda al margen. Incluso renunciando a él uno está sometido a su hegemonía. La imagen de un coche aplastado sigue emitiendo un mensaje complejo, igual que el de una carrocería deslumbrante. Es como si el accidente aunara fuerzas e inercias invisibles. Al chocar emerge una forma catastrófica. Tan atractivo resulta el automóvil diseñado como el siniestrado. La verdadera seducción de este invento reside en su facilidad para asumir antagonismos. Celebración y duelo se funden en él.
…Ni las representaciones más catastrofistas pueden dañar su imperio. La revolución no empezará el día que renunciemos al coche, sino al sistema que lo rige.”