Me acuerdo de ver como te sacaban en una silla a verme andar en bicicleta, te sacaban porque ya no podías caminar.
Me acuerdo de haberme dado un toque fuertísimo rescatando a Skeletor de unos medidores.
Me acuerdo que me contaron que un perro me mordió abajo del ojo izquierdo, porque una empleada domestica me sacó a la calle sin permiso.
Me acuerdo que esa empleada domestica iba a la calle a hablar por teléfono y me hacía acompañarla.
Me acuerdo que el día que el perro me mordió, por temor a la represalia, se fugo y me dejo sangrando y llorando en mi casa.
Me acuerdo de una foto en la que estoy con mi Mamá en una alberca inflable afuera de la casa.
Me acuerdo de unos bambúes.
Me acuerdo de muchas fotos.
Me acuerdo de los recuerdos que inventé a partir de esas fotos.
Me acuerdo del libro que me dedicaste.
Me acuerdo del árbol donde pegamos una foto de mi madre.
Me acuerdo que mi papá me dijo que esa era su tumba.
Me acuerdo del parque donde mi papá me dijo que mi Mamá se había muerto.
Me acuerdo que lo primero que le pregunte fue: ¿Tu Mamá?
Me acuerdo que me respondió: No la tuya.
Me acuerdo de los libros que me hacía mi papá cuando se iban de viaje.
Me acuerdo de haber ido a Zihuatanejo.
Me acuerdo de haber comido en Costa Rica un helado rojo con leche nido.
Me acuerdo de pocas cosas.
Me acuerdo de una vez que le dije a mi Papá que le dijera a Mamá que me había muerto, mientras me hacía el dormido.
Me acuerdo de un día que mi Mamá me dijo que le gustaría tener una pareja, enamorarse.
Me acuerdo de haber entendido que mis Papás se separaron.
Me acuerdo de que algunos días me tocó con mi Papá.
Me acuerdo de cuando me quedaba a dormir con mi Papá.
Me acuerdo que un tiempo vivió en casa de un amigo suyo y que tenía un cuarto muy grande con una cuerda con nudos colgada de un techo muy alto.
Me acuerdo de un día que la novia de su amigo nos preparó un jugo en la mañana.
Me acuerdo que era muy guapa.
Me acuerdo de cuando llegaba santa Clos y de cómo el Papá de Jonathan Fursyfer del Rio, me dijo: “El mejor santa clos es tu Papá”.
Me acuerdo que no lo entendí de inmediato.
Me acuerdo de cuando un señor se rompió la pierna jugando béisbol conmigo y con juan.
montserrat me provoca sentimientos encontrados de tristeza, felicidad, experiencia, golpes, alegrías, rodillas rasgadas, sabores de fresa y azul. bravo.
difícil lo de no ordenar causalmente, no buscar los porqués, aceptar la incongruencia o la contradicción. pero vale la pena intentarlo.
al leer este post me he acordado de un libro de joe brainard que se llama «me acuerdo», está estructurado como el post. os dejo una reseña del hiperactivo y siempre interesante kiko amat: http://www.kikoamat.com/web/2010/06/libro-del-mes-mayo-2010-joe-brainard-me-acuerdo/
saludos y fuerza.
Estimado Sergi,
Me da gusto recibir este comentario hoy, ya que este fin de semana viajo para comenzar las entrevistas a personas que conocieron a Montserrat.
Paul Auster, en su «La invención de la soledad», retoma la estructura de Joe Brainard. Como todo adolescente cai primero a Paul Auster y después descubrí la magnifica «Novela» de Brainard. Las dos son novelas de muerte, sobre lo que fue y ha dejado de ser. Y si Kiko Amat lo dice mejor que nadie.
Ya veremos en que se convierte este proyecto, sin duda es imposible y sin duda también, es teatro.