En 1989 Montserrat Lines Molina, mi madre, se esfumó de la faz de la tierra, desde la ciudad de méxico, lejos de su natal San José, Costa Rica. Simplemente no la vimos más. Un día salió de la casa rumbo a su trabajo y no volvió.
Todos hicieron cosas por buscarla, mi Padre, aunque ya estaban divorciados, sus amigos y su familia. No apareció en ninguna morgue, ni en ningún hospital, ni con la policía. Nadie llamó para pedir rescate.
Yo no me enteré de mucho, tenía 6 años.
Desde entonces no hemos vuelto a saber de ella.
Desde entonces está desaparecida.