ey dear Vicente (con muchas ganas de verte por cierto),
que bien contado, trabajando en casa, para producir cosas que no producen nada (self-portrait de todos nosotros), vamos, que las cosas no han cambiado tanto finalmente. Lleva eso aún más al pueblo, al labrador y a la cosecha si nos vamos más arriba en el tiempo de la “estructura”. Me preguntaba si esto es realmente así, porque no sé si vuestros juguetes clandestinos iban de vuelta a Coloma, Pastor, Faber o Famosa, como si la cosecha del labrador llega a un punto de destino donde se vende o se intercambia por otro bien, es decir pequeñas máquinas autónomas, todas muy semejantes, o gran máquina. Si la cadena de montaje clandestina estaba cerrada (con vuelta al ciclo) o si en la casa se rompía el mecanismo. Si la casa puede ser un lugar de ruptura de esa homeostasis, el cotidiano económico de la acumulación, hoy día. Si lo ha sido alguna vez, más allá de ser la batería de recarga de la bestia de carga, nosotros. Y si lo ha sido, lo que suponía ese cierre: una posibilidad de sociabilidad entre casas, familias o comunidades domésticas sin un común material o productivo, donde la sociabilidad y el encuentro eran pura representación (lúdica), un rito para reconocerse, identificarse, saber quien se es, y saber que hay semejantes, cosa que alivia de la ansiedad, la angustia y la soledad. Comunidades bárbaras o comunidades depredadoras. Y si la actividad artística está por definición ligada a la actividad política en un aspecto económico muy sencillo: si para hacer política y presentarse en la polis hay que ser libre, es decir no ser esclavo, no trabajar, no ejercer actividad industrial, lo mismo cabe decirse de la actividad artística. Y si esto sigue teniendo que ser así o no. Es decir, si lo político y lo artístico son necesariamente una excrecencia del trabajo, o si es posible definirlos de otro modo. O dicho en otras palabras, si el juego puede existir sin el trabajo. Espero poder hablar de todo esto en Valencia. La idea de la casa que introduce Vicente creo que es muy importante, la faena, al tráfago en casa. En fin, esto se está poniendo muy, pero que muy excitante, muchas gracias a todos,
fernando