Hola soy Rafael Tormo i Cuenca… saludos
retomando un hilo de lo enviado por Ricardo.. me gustaría ampliar des de : entre el no-del-todo-arte y el no-del-todo-vida— que por cierto– me recuerda mucho a palabras de Valcárcel Medina…
justamente el año pasado dentro de PERIFÈRIES ( www.periferies11-12.blogspot.com ) nos pasamos unos días ¨jugando¨ con uno de los grupos de trabajo de se ¨ anduvo ¨ interrogando que fuerza le queda al arte.. aunque algunos replicaron; fuerza para que?. De ahí dedujimos el estado de la cuestión y mientras algunos ( más atrevidos ) hablan de arte como arma cargada de ideas
[1] otros, después de una breve gesticulación y contraído movimiento de cabeza, lanzarón la idea de que el arte sirve para bien poco. Si acaso; ( por lo poético ) como territorio que nos ayuda a convivir con la incertidumbre[2].
Lo que si que pensamos y creemos que podemos compartir, es en determinar que después de todos los suicidios y viajes astrales en los que se ha embarcado( jugado ) el mundo del ARTE, este se ha convertido ( sin tapujos ) en lugar de congregación de infieles en el que la especulación y el blanqueo de capital, se entremezclan con discusiones cientifístas en torno al espacio del arte des de preceptos sociológicos, antropológicos, psicoanalíticos o filosóficos, educativos.
Por que si ya no valemos todos mirán i quieren interacturar con nosostros.. los ? – artistas?
Pero también espacio de aprendizaje ( cuando no de cuestionamiento ) para gestores culturales y administraciones ( de la cultura ) que desengañados/des-acomodados en su campo de acción ( por los acontecimientos ) ven una alternativa a su incapacidad para situarse en el momento previo del conflicto, y más concretamente cuando estas propuestas ejercen de espacio suspendido en la realidad, y emergen de lo posible,
Algunos incluso reclaman al arte que este para hacer de argamasa entre lo común y lo instituyente de lo público, que hagamos de interlocutores frente a conflictos de representación entre sectores profesionales o anclados a instituciones en los que la prevalencia de discursos sapienciales[3] solo les deja repetir las nuevas de lo nuevo. Incluso se nos pide que tomemos los espacios sociales de activación política que van quedando al margen de las diversas contiendas de recortes. Todo un imposible para un grupo que no lo es, para un ¨ ámbito ¨ que vive al margen de ello y desde un sector que ha dejado de ser objetivo para las instituciones culturales y menos todavía necesidad vital; o dicho de otro modo: para los de abajo. ( como pequeño homenaje a Agustín García Calvo )