URUGUAY es guay y el FIDCU mas.
Hace mucho tiempo que acabé la tercera etapa de mi inmersión latina. Pero no es hasta ahora que os escribo para detallaros y compartir con vosotros como fue la experiencia uruguaya.
Yo estuve allí, en Uruguay, auspiciado por el FIDCU y el CCE y gracias a la ayuda de El Graner y el Ramón Lull.
El FIDCU es un festival que organizan Paula Giuria y Santiago Turenne (desde la retaguardia en esta última edición) desde hace tres años.
Es un festival con muy buen contenido artístico y que se caracteriza, en mi opinión, por su cercanía con el publico y los artistas a los que auspicia.
Tiene diferentes campos de acción: Se presentan tanto obras acabadas como piezas en proceso, se ofrecen talleres prácticos de diferentes naturalezas, se organizan charlas alrededor de las piezas y contiene, en la edición de este año, un encuentro de programadores internacionales para generar redes entre programadores, gestores y artistas locales e internacionales del panorama iberoamericano.
Además cuenta con diferentes proyectos que se asocian o vinculan al festival como fueron en esta edición el Programa de Artistas en Residencia de PAR, la Reunión Regional de Políticas Públicas para la Danza coordinado por Natacha Melo, el Libro de la danza Uruguaya o el CCE/Danza Area de Documentación.
Si queréis mas información técnica y concreta sobre la programación ver el link del festival.
Yo, yo mismo, y mi experiencia, aparte de todo el discurso descriptivo que acabo de hacer, fue muy positiva.
Positiva al encontrarme un festival con muy pocos medios, si comparamos con un festival “europeo”, pero con mucha claridad en donde invierten el dinero con el que cuentan.
Nada de hoteles lujosos, ni dietas para poder comer donde te salga del pito. En realidad el hotel era un hotelito al lado del teatro principal donde nos cruzábamos las caras todos los participantes en el desayuno o en la misma habitación compartida. Y seguíamos compartiendo mesa en la comida y cena en los restaurantes que teníamos organizados para todos como si se tratase de una semana de campamento de verano en Montevideo. Remarco esta parte porque creo que es importante entender el contexto y como esto cambia la relación que tiene el artista con el festival y sus participantes.
Creo que ya me quedó claro con experiencias como La estrategia domestica, In-presentables (última edición) o A ras del Suelo, entre otros, que si queremos que de un festival los artistas, curadores y demás participantes compartan mas que un escenario tenemos que pasar horas juntos. Aburrirnos juntos, bostezarnos en la cara e incluso tirarnos algún pedete, así, en confianza. De ahí es de donde salen realmente las relaciones afectivas, con intereses implícitos, que no desaparecen en el momento que te montas en el avión de camino a tu casa.
No hablo de “hippiadas”, sino de cómo llegar a tener una idea mas real de cual es el conjunto del que formas parte. Tomar mayor consciencia de en que contexto se está programando tu obra, taller o conferencia, y en base a eso decidir tu implicación.
Para mi, fue toda una experiencia súper intensa y súper bonita. Tuve la oportunidad de dar un taller en el CCE de Montevideo, programado por Xurxo Ponce. Este taller fue de maravilla, con alumnos súper receptivos y con ganas de absorber información de todo tipo.
Y por otra parte presenté mi solo Danzas Primitivas (The Show), con la actuación mas delirante que he tenido hasta el momento. Delirante porque en un momento la gente se empezó a partir de risa en modo “me orino encima”. Y yo bueno, pues les observe y me reí de ellos mientras ellos me observaban desnudo y desprotegido y se reían de mi. Toda una escena memorable la verdad!
Las tardes del festival están organizadas de tal manera que pudieses ver dos o tres piezas seguidas una detrás de la otra. Casi ninguna se repite así que cada día tienes una tarde diferente conformada por una secuencia de obras. Es como toda una experiencia, situarte en tres diferentes espacios, resituar tu mente y tu sensibilidad.
Entre las bastantes obras que vi y los encuentros en el comedor entre almuerzo y cena, conocí a algunos artistas maravillosos. Gente de lo mas currante con trabajos muy buenos y con muy “buena onda”. Podría haceros una lista de toda la gente que conocí pero no tiene sentido.
También me reencontré con gente que ya conocía o me había encontrado en estos meses como la misma Paula Giuria o Olga Gutiérrez. De repente tuve la sensación como de pertenecer un poco al “fantasma latino”.
Hablando de las piezas que vi, tengo que hacer una mención especial a la pieza de “Fole” de Michelle Moura. Mas que nada porque aun la tengo grabada en la retina. Una maravilla de pieza con un súper trabajo de cuerpo, sonido y luz que me dejo así, como eyaculando en la silla. Si tenéis la posibilidad ir a verla.
También nombrar la pieza de “Joseph” de Alessandro Sciarroni. Una pieza súper fresca que hace que acabes amando a Joseph y su realidad virtual.
Bueno en resumen, fue un gustazo estar en el festival. Se respiraba buen trabajo, muchas logros, pocas pretensiones, y muchas ganas de compartir. Algo que en general se da bastante por este lado del atlántico.
Finalizo entonces este recorrido latino hecho en la primera mitad de este año.
Quizás a modo de conclusión decir que el fantasma latino existe, con sus pros y sus contras.
Sus pros serian las ganas que tiene la gente, la frescura y las pocas pretensiones. La voluntad de trabajar que hay y la poca división dentro del sector.
Sus contras es la precariedad laboral. Nunca podremos comparar la situación del artista en centro Europa con la de Latinoamérica.
Todos estos factores hace que el artista latinoamericano tenga otra modo de vida que el artista europeo. Afectando obviamente a su practica y a sus intereses. “La lucha aquí está en otro lugar que en Europa” me decía una amiga hace poco.
Ya para acabar del todo, os comunico que he decidido volverme. Vivo en Lima ahora. Si amigos, en Lima!
Estoy trabajando como profesor en la universidad y dando clases en otros lugares. Organizando como viajar un poco con mis piezas y trabajando en nuevos proyectos.
La verdad es que aquí se vive bien. Es como un empezar de nuevo, con menos estreses y sintiéndote muy competente en lo que hago.
Así que nada. Cambio y corto. Desde ahora empezaré a escribiros desde el blog de SuperLatino con el alias “a la lima y al limón”.
Nos vemos!
Javier Vaquero Ollero
