–¿Qué importancia tienen los objetos en la creación de tus piezas? ¿Qué grado de jerarquía adquieren dentro de la dramaturgia de la pieza?
Los objetos son sujetos de acción. Espacialmente configuran un contexto de trabajo. El modo en que se sitúan, el trato entre los distintos cuerpos, genera un lugar para la toma de tierra del movimiento. Su realidad no es muy diferente al juego del cuerpo con un ritmo.
La dramaturgia para mí ha pasado a un segundo plano, últimamente en mi foro interno empleo el término “somaturgia”, que he definido como el arte o la técnica de situar los cuerpos en contexto y acción, estableciendo unidades de tiempo y lugar. O de la creación de situaciones performativas para con los cuerpos.
[Sus componentes léxicos son: σῶμα (sôma, «cuerpo»), ἔργον (ergos, «trabajo»), más el sufijo –ια (-ía, «cualidad, acción»).]
–¿Puedes imaginar la creación de tus obras sin objetos? (entendiendo por objetos desde el atrezzo hasta las formas arquitectónicas del espacio, la iluminación, aquello que sea tangible a la vista y que adquiera significación). En el caso de ser indispensables, explica brevemente el por qué de su necesidad.
Sí, por supuesto. Todo es prescindible o urgente y necesario según la propuesta coreográfica. Objeto, sujeto, cuerpos, sonidos, imágenes, etc… son sólo situaciones y palabras. Lo importante es la relación que establecen y cómo enmarcan nuestras disposiciones.
–¿Qué te sugiere la cuestión: El artista precisa de los objetos o son los objetos los que precisan del artista?
No me gustan las relaciones de dependencia. Creo en los encuentros y en el acontecer de las relaciones entre las distintas partes de la obra como un devenir elocuente y hermoso. La viveza se encuentra en el reconocerse y en un ir juntos.
– Centrándonos en los objetos físicos, materiales, tangibles, ajenos al cuerpo del actor: ¿Crees que los mismos, la carga material de los mismos, su peso, su gravedad,… son una carga o una ayuda para el espectáculo? ¿Por que?
Son fulcro para el movimiento, un lugar de silencio para la articulación.
-¿Consideras que los objetos tienen vida propia, una historia propia que contar (un pasado)? ¿O quizás son sólo un medio para transmitir la historia que el artista quiere transmitir? Quizás alguna vez un objeto llamó tu atención, te atrajo, para que lo utilizases en una pieza sin tú siquiera planear tal cosa; o igual apareció ante ti cuando ya tenías una idea en la cabeza.
Se cargan de nuestros afectos promoviendo un tipo de concentración sensible y semiótica que construyen un cauce para el movimiento o la praxis escénica. La relación que establecemos con los mismos puede ser directa o inconsciente. En este segundo caso es interesante la información que proyectamos en los mismos y que hemos de ir revelando, trabajando. O en el caso de entrar en un entramado simbólico, qué información extraemos de nuestro repertorio ancestral y porqué está batiendo información a través de nosotros, y si esto es inteligente o no.
–Hablando de historias. Ya sea el propio objeto que cuenta su historia o construyendo una historia a través del mismo: ¿Cómo crees que se construye la poética visual de los objetos en el teatro? (Entendiendo poética visual como “palabras que se transforman en imágenes” para manifestar un sentimiento estético.) Puede que sea de modo figurativo, simbólico, metafórico, etc.
Todo objeto vibra en su superficie como imagen encontrando sus valencias, sí, en contextos figurativos, científicos, simbólicos, metafóricos, etc. Son variedades repertoriales, que el juego del arte nos hace darnos cuenta de su vigencia o contingencia.
–En relación a la pregunta anterior: ¿Podrías explicar cuál es tu relación con los objeto a la hora de crear? ¿Qué tipo de improvisaciones, interacciones, análisis,… tienes con ellos para crear tus obras?
Me interesa un bailar a través de sus identidades. Desarticulando las relaciones aparentes o “neutras” en aras de una purga efectiva de sus significados y así reconciliarlos con la potencia inscrita en sus orígenes.
Todas las técnicas son somáticas. Proponen un grado de subjetivación en los cuerpos que están insertas o enlazadas en un contexto de significados, es decir, son del lenguaje. El rol del artista es destruir o desarticular el lenguaje para encontrar nuevas disposiciones que nos acerquen a lo real siempre de una nueva manera, en el sentido de ir cambiando a través de tales diferenciales, encontrando la potencia en el devenir del movimiento. Una constante actualización de las formas del presente, o una praxis de exformación: un ir a través del ritmo, entendiendo el ritmo como una situación objetual.
–¿Crees que un objeto puede tener la misma entidad, igualdad, que un artista sobre la escena? ¿Ser un actuante más del elenco? ¿Un “personaje” con un rol sobre escena? ¿O quizá su papel sea el de herramienta mediadora dentro del espectáculo?
Ahí está parte de la gracia y el misterio de la creación escénica, el dar vida a entes inorgánicos y quizá encontrar lo fantasmático y el devenir mortuorio en lo orgánico. Es un juego. Me interesa ese espacio de relaciones en que las identidades se crean y se destruyen en un devenir temporal, asumiendo roles y desapareciendo. La creación de un arte maduro que pueda hacerse cargo y acompañar su propia desaparición.
Extracto de una entrevista del fotógrafo David Rodas al coreógrafo Javier Martín. Conforma la investigación teatral que David desarrolla acerca de “La poética de los objetos en el Teatro” dentro de sus estudios en la ESAD-Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia (verano 2019).